Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | provincias | Ciudades | Artículos | Autores

Convento de Madre de Dios y A. Burgos Belinchón

En veinte mil artículos de opinión existen muchos mundos y muchos espacios y muchos tiempos, muchas dimensiones conscientes y semiconscientes e inconscientes de todos
Jesús Millán Muñoz
lunes, 1 de julio de 2024, 09:37 h (CET)

A. Burgos ha realizado miles de artículos, posiblemente veinte mil o más, ha sido capaz de tocar multitud de temas. Entre otros, cantar a su Sevilla, multitud de aspectos de Sevilla. Uno, de estos artículos es el titulado Convento de Madre de Dios, citado en el libro Artículos de Lujo. Y, desde luego es de lujo. 


He dicho y he escrito que si se juntasen todos los artículos de Umbral, sería una especie de En Busca del Tiempo perdido de Madrid y de los alrededores, si se juntasen todos los artículos de A. Burgos sucedería lo mismo sería una especie de En Busca del Espacio perdido de Sevilla, pero sucedería lo mismo con casi todos los articulistas, de primera o geniales o de quinta fila, porque si se reúnen y unen todos sus columnas nos proporcionan un panorama, una gran película sobre sus realidades… Lo mismo si se hiciese con A. Sánchez, Cunqueiro, Cavía, Ruano, Pemán, Plà, Camba, R. del Pozo, Ussia, Savater, Albiac, R. Belmonte, Cuartango, Gistau, Jabois, Muños Molina, Ansón y docenas y docenas y docenas…


En cierta medida o en mucha me pregunto, quizás la ciudad que usted y yo vivimos, nosotros articulistas de provincia. Ya saben ustedes que en la actividad cultural en esta Península Ibérica, se divide en dos sectores de realidad: los que viven en las grandes capitales, digamos ciudades de más de quinientas mil habitantes, especialmente, Barcelona y Madrid como centros culturales, pero también, Sevilla, Valencia, Bilbao, y, el resto que vivimos y existimos en ciudades de menos de esos habitantes, con una categoría especial a las que disponen de menos de cien mil.


Con lo cual creo que el articulismo de opinión literario, tiene que aclarar y aclararse, porque a veces, los lectores y también, los equipos directivos de los medios y muchos periodistas no saben distinguir entre cuatro conceptos: la santa y casi sagrada actualidad, la santa y casi sagrada novedad, la santa y casi sagrada eternidad, y, la santa y casi sagrada realidad. Son cuatro concepciones que se interrelacionan y que el articulismo de opinión permite. Un tema equis, puede ser de no novedad, pero es de actualidad, la tortilla que yo indico; otro tema, puede ser de pura novedad, que haya ocurrido un cambio de gobierno, -me pregunto si alguien habrá ido contando todos los cambios de gobierno que hemos tenido en este terruño desde hace cien o doscientos años… Sería bueno nombrarlos y citarlos…-. Y temas eternos e inmemoriales y sin espacio-tiempo, de siempre: lo de castañeras en el Retiro o en cualquier plaza central de cualquier ciudad en otoño.


Cuarto, sobre lo real y la realidad. El articulista de opinión redacta textos e ideas y datos y argumentos sobre estos cuatro temas: cuestiones de pura novedad, cuestiones de pura actualidad o actuales, cuestione inmemoriales o eternos o intemporales, y, cuestiones de y sobre lo real-realidad. Y, todos como islas tienen puentes entre sí. Teniendo en cuenta que lo real y la realidad son enormes, internos y externos, teniendo en cuenta que los que es o existe o sea o está es ilimitado en su forma y en su manera. Teniendo en cuenta que el cerebro humano no tiene límites, al menos, que sepamos, aunque seamos seres limitados. Aunque sabemos que el alma es una galaxia sin saber sus orillas. Y, la realidad natural y social humana es un constante devenir de concreciones y de sistematizaciones y de posiciones y de parcialidades…


Nosotros, que no habitamos en grandes ciudades, de más de quinientas mil habitantes, ni más de cien mil habitantes, quizás no podamos solo desarrollar un columnismo sobre cientos de aspectos de nuestro terruño, pero si ampliamos el foco y la perspectiva, podríamos y deberíamos hacerlo sobre la comarca, la provincia y la región. Haríamos lo mismo que Umbral con Madrid, y que A. Burgos con Sevilla/Cádiz, pero nosotros sobre una comarca o una región… Quizás, tengamos que empezar a estimarnos y valorarnos más. Quizás, no tengamos playa, pero si disponemos de aire y de suelo y de historia y de alegrías y de dolores. Nosotros tendríamos que narrarnos de otras maneras y de otras formas… Dicen que excederá el turismo posible en este verano, más que nunca jamás. Pues invitemos a que esos que vienen aquí o se trasladan pasen por provincias del interior…


Quizás, me digo, nadie se ofenda, porque a nadie se desea ofender, ni se necesita, ni se quiere, ni se tiene el cuerpo, ni el alma para ofender, ni pequeños alfileres contra otros, necesito contar y narrar. Pero me digo a mi mismo, los cientos, miles de articulistas y columnistas de opinión que andamos por provincias, quizás deberíamos estimar y querer y valorar más lo que tenemos y donde tenemos, lo que somos y donde somos.


Quizás, nuestra partecita en eso de la teoría de la España deshabitada y desvivida y despoblada y desmoralizada, quizás, nosotros tengamos que cumplir con nuestro papel, como A. Burgos o F. Umbral, que cuentan Sevilla/Cádiz, o Madrid, nosotros debemos contar nuestros terruños o nuestras comarcas de terruños o nuestras regiones de terruños.


Mientras tanto, A. Burgos, que ha dado el paso hacia El Otro Lugar hace unos meses, no dejemos que se olvide alguien que ha escrito y publicado, al menos, veinte mil columnas periodísticas. En veinte mil artículos de opinión existen muchos mundos y muchos espacios y muchos tiempos, muchas dimensiones conscientes y semiconscientes e inconscientes de todos. Al final, A. Burgos es y era un literato y un escritor, como todos los articulistas de opinión, que han ido pasando por esta Piel de Toro.

Noticias relacionadas

Los legisladores actuales se han acostumbrado, de una forma que yo llamaría indecente, a lo que se le ocurre (sea lo que sea) a alguno de esos personajes (masculinos, femeninos y neutros) de la rampante y vulgar moda de los pijos progres. Estamos observando en los últimos tiempos que el legislador actual se entromete en ámbitos privados sin ningún recato, creando normas para regular los modelos que necesita para la promoción de su disparatada ideología.

En medio de la escalada del aluvión de desastres climáticos que nos acorralan y de los incesantes conflictos que nos persiguen, defender los valores humanos y la ética humanitaria, es una de las más urgentes necesidades del momento. Hoy más que nunca precisamos reponernos, trabajar en los valores interiores de cada cual, para encontrar el reposo necesario y la primordial quietud que generan las razones de la esperanza, que todos nos merecemos por el mismo hecho de nacer.

Ni teléfono ni internet, lo justo para sentirse desnortado y pensar en otras posibilidades. Al abrir la ventana escuché a varias personas que llevaban un transistor en la mano, pegado al oído como aquel fatídico 23F o las tardes de domingo para conocer los resultados del fútbol. Decidí no esperar más y pensé dónde podía estar alguno de los dos transistores que tenía en otra época. No tardé en encontrarlos y, tras poner pilas nuevas, resulta que funcionaban como el primer día.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto