El otro día llevaba prendido en mi pecho una chapa proisraelí. Un amigo me aconsejó que no pasara por el barrio de La Magdalena de Zaragoza con aquello porque allí viven muchos musulmanes y podría tener problemas con algunos que apoyan a Hamás.
Pensé que no había derecho que por hospitalidad acojas a personas en tu casa y tengas que tener miedo de que te hagan daño. Esto unido a la extrema violencia desatada en todo el mundo contra los judíos después del ataque terrorista de Hamás en Israel el 7 octubre de 2023, he decidido hacerme de un grupo de una confluencia de entidades y personas entre los que se encuentran abogados, funcionarios de la Administración de Justicia y de prisiones, procuradores, etc. Cuyo objetivo primordial es la lucha sin cuartel y por los cauces legales, contra el antisemitismo. A pesar de su reciente alumbramiento cuenta en su haber con múltiples triunfos que ilustran su eficacia. Entre las que se encuentran: denuncias por declaraciones antisemitas en la red, denuncias a cantantes por sus letras envenenadas de odio contra los hebreos, convocatorias de manifestaciones en favor de Israel, publicaciones en los diarios y un largo etcétera.
Una de las cosas que más me cautivó de este grupo, es el entusiasmo y la fuerza contagiosa que desprenden todos sus miembros. Estando con ellos, me he jurado estar al tanto del antisemitismo, defender la justicia, la equidad y la ecuanimidad con todas mis energías...
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