El 14 de marzo se cumple el triste aniversario de la muerte de un padre que luchó por el derecho de su hija a tenerlo. Fue en 2007.
Miguel Ángel Salgado Pimentel había ganado el juicio por la custodia de su hija de nueve años de edad, después de una ardua lucha de varios años contra su ex esposa, la abogada María Dolores Martín Pozo, quien ejercía una actitud posesiva con la niña, y que cumpliría su amenaza de matarlo poco después, contratando un sicario que acabó con su vida en el aparcamiento de su casa. El caso fue toda una secuencia de maltrato continuado al padre e impunidad de la agresora, frente a la cual no se tomaron las medidas de protección adecuadas de la verdadera víctima, y que afectó gravemente a su propia hija y a sus padres a quienes, desconsolados, llamo cada año por estas fechas. Desesperanzados, porque no sólo han perdido a su hijo sino también a su nieta, a cargo de los abuelos maternos que han impedido la relación normal con ellos durante todos estos años. Un padre separado que amaba a su hija, muerto, una madre condenada por asesinato, una niña manipulada por el entorno materno que se pierde el amor de su padre, y unos abuelos destrozados sin su nieta, es el triste balance de una historia que nunca debió ocurrir. Miguel Ángel Salgado, muerto casi en el día del padre, en nuestro recuerdo.
|