La nueva CDC ha aprobado llamarse Partit Demòcrata Català en una ajustada victoria por parte de los asociados --antes militantes-- al congreso fundacional, que desde el viernes hasta el domingo se ha celebrado en el Centre de Convencions Internacional de Barcelona.
La opción ganadora se ha impuesto a las otras dos que se ponían a votación --Partit Nacional Català y Junts per Catalunya-- después de que el sábado se tuviera que abrir una comisión para debatir sobre posibles nombres tras el rechazo que provocaron los planteados por la dirección --Més Catalunya y Catalans Convergents--.
La primera en caer de la terna de nombres ha sido Junts per Catalunya, tras obtener 443 votos, menos de la mitad de los votos que los otros dos.
El hambre y la falta de acceso al agua, la pobreza estructural, las situaciones de precariedad sanitaria o entornos de vida insalubres, son en muchos lugares del mundo, y en especial en grandes zonas de África, Asia y Sudamérica, el denominador común para los miembros de esa humanidad sobre la que el Artículo 1 de la Declaración dice que todos los humanos nacemos libres e iguales en dignidad y derechos.
El cónclave que se iniciará el 7 de mayo, se ha convertido en una campaña electoral al uso, tratando inútilmente de influir en los 133 cardenales electores. Están ocurriendo en España y en el mundo sucesos tan relevantes y vertiginosos, que para quienes nos dedicamos a opinar sobre los mismos se convierten por su gravedad y trascendencia en algo más que un entretenimiento o un ejercicio intelectual.
El rearme que ahora está en marcha es un rearme de la OTAN. Es una imposición estadounidense y está al servicio de los intereses de la superpotencia. Lo que necesitamos es una España y una Europa libres del yugo de Estados Unidos (EEUU) y de las amenazas de Rusia.