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La banda separatista Frente Polisario se ha corrido el velo y ha confesado su accionar coordinado con terroristas de Yemen

Polisario en contubernio con hutíes de Yemen

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La prensa del Frente Polisario ha reconocido, en sus últimas publicaciones, que sus amenazas de volver a tomar las armas en el Sahara Occidental, sirvieron para que Marruecos decidiera retirarse de la guerra contra los hutíes en Yemen, debilitando la coalición que lidera Arabia Saudita.

De acuerdo con la información publicada por los separatistas que intentan instalar un estado en territorio ancestralmente reivindicado por el Reino de Marruecos, el Sahara Occidental, Marruecos se habría retirado del conflicto en Yemen “por temor a enfrentamientos con el Frente Polisario”. Algunos propagandistas del separatismo fueron más lejos aún y festejaron la retirada marroquí del conflicto con el triunfalista titular de que “Marruecos tira la toalla en Yemen”, sugiriendo que también podría hacerlo en el Sahara.

Aunque el gran poder militar marroquí contrastado con la banda separatista desmienta con la sola realidad dichas versiones, es preocupante el grado de infiltración que han logrado los grupos terroristas en la prensa militante española y el medio masivo pro-separatista, dado que se estaría reconociendo que una campaña de amenazas se habría venido realizando de manera coordinada con los rebeldes yemeníes.

Ya a mediados del presente mes la delegada del Frente Polisario en España, Jira Bulahi, había amenazado con una posible escalada bélica en el Sahara, argumentando que los saharauis podrían verse “obligados a defender lo que es lícito”.

Paralelamente, la guerra en Yemen se había agravado en septiembre de 2014, cuando los rebeldes hutíes conquistaron la capital Saná. En marzo del año siguiente se inició la Operación Tormenta Decisiva, liderada por Arabia Saudí, contra los rebeldes apoyados por Irán. Por si todo eso fuera poco, pronto se sumaron a la matanza la organización Al Qaeda y el Estado Islámico de Irak y el Levante.

Actualmente el territorio yemení se divide en varias zonas, respectivamente controladas por Hutíes, partidarios del presidente Hadi, tropas de la Liga Árabe, Al Qaeda o Ansar al Sharia. El estado islámico ha difundido sus acostumbrados videos de ejecuciones desde ese infierno, mientras el Polisario agitaba el fantasma de la guerra en el Sahara para favorecer a sus presuntos aliados.

Emiratos Arabes y Marruecos se retiraron este mes de las operaciones, y esto fue festejado como un triunfo por los adictos a la banda separatista Frente Polisario.

Aunque este grupo extravagante de propaganda política violentista que lucra con la ayuda internacional desmiente sus vínculos con el terrorismo, y acusa a medio mundo de estar manipulado por los servicios secretos marroquíes, el oro del rey de Marruecos o el Majzen, lo cierto es que la frustración que embarga a la juventud y el libreto fanatizado que difunden constituye un criadero de radicalismo.

La mayoría de los “saharauis” viven en estos campamentos en una condición muy cercana a secuestrados, en medio de dolorosas precariedades y necesidades, tan sólo para justificar el lucro de los dirigentes del Polisario y de la denominada República Árabe Saharaui Democrática (RASD), fantoches al servicio de los generales argelinos que se dan la gran vida con el pretexto de una lucha independentista sin destino.

Muchos jóvenes saharauis que han sido ganados por el desencanto, y ya no creen en los arcaicos argumentos que originaron el conflicto durante la guerra fría. Organismos internacionales advierten que algunas mezquitas de Tinduf se han convertido en lugares donde los yihadistas reclutan a seguidores para unirse al combate. No está demás consignar que mientras hago estas consideraciones, las noticias hablan de un atentado en el aeropuerto Ataturk de Estambul, perpetrado con explosivos y armas largas, que han dejado unos cuarenta muertos y más de 120 heridos.

Un motivo más para llamar la atención sobre la extraña propaganda del Polisario, urdida en contubernio con los grupos violentos que se enfrentan en Yemen y confesada por sus mismos voceros, que asoma como la punta de un iceberg.

Polisario en contubernio con hutíes de Yemen

La banda separatista Frente Polisario se ha corrido el velo y ha confesado su accionar coordinado con terroristas de Yemen
Luis Agüero Wagner
miércoles, 29 de junio de 2016, 01:28 h (CET)
La prensa del Frente Polisario ha reconocido, en sus últimas publicaciones, que sus amenazas de volver a tomar las armas en el Sahara Occidental, sirvieron para que Marruecos decidiera retirarse de la guerra contra los hutíes en Yemen, debilitando la coalición que lidera Arabia Saudita.

De acuerdo con la información publicada por los separatistas que intentan instalar un estado en territorio ancestralmente reivindicado por el Reino de Marruecos, el Sahara Occidental, Marruecos se habría retirado del conflicto en Yemen “por temor a enfrentamientos con el Frente Polisario”. Algunos propagandistas del separatismo fueron más lejos aún y festejaron la retirada marroquí del conflicto con el triunfalista titular de que “Marruecos tira la toalla en Yemen”, sugiriendo que también podría hacerlo en el Sahara.

Aunque el gran poder militar marroquí contrastado con la banda separatista desmienta con la sola realidad dichas versiones, es preocupante el grado de infiltración que han logrado los grupos terroristas en la prensa militante española y el medio masivo pro-separatista, dado que se estaría reconociendo que una campaña de amenazas se habría venido realizando de manera coordinada con los rebeldes yemeníes.

Ya a mediados del presente mes la delegada del Frente Polisario en España, Jira Bulahi, había amenazado con una posible escalada bélica en el Sahara, argumentando que los saharauis podrían verse “obligados a defender lo que es lícito”.

Paralelamente, la guerra en Yemen se había agravado en septiembre de 2014, cuando los rebeldes hutíes conquistaron la capital Saná. En marzo del año siguiente se inició la Operación Tormenta Decisiva, liderada por Arabia Saudí, contra los rebeldes apoyados por Irán. Por si todo eso fuera poco, pronto se sumaron a la matanza la organización Al Qaeda y el Estado Islámico de Irak y el Levante.

Actualmente el territorio yemení se divide en varias zonas, respectivamente controladas por Hutíes, partidarios del presidente Hadi, tropas de la Liga Árabe, Al Qaeda o Ansar al Sharia. El estado islámico ha difundido sus acostumbrados videos de ejecuciones desde ese infierno, mientras el Polisario agitaba el fantasma de la guerra en el Sahara para favorecer a sus presuntos aliados.

Emiratos Arabes y Marruecos se retiraron este mes de las operaciones, y esto fue festejado como un triunfo por los adictos a la banda separatista Frente Polisario.

Aunque este grupo extravagante de propaganda política violentista que lucra con la ayuda internacional desmiente sus vínculos con el terrorismo, y acusa a medio mundo de estar manipulado por los servicios secretos marroquíes, el oro del rey de Marruecos o el Majzen, lo cierto es que la frustración que embarga a la juventud y el libreto fanatizado que difunden constituye un criadero de radicalismo.

La mayoría de los “saharauis” viven en estos campamentos en una condición muy cercana a secuestrados, en medio de dolorosas precariedades y necesidades, tan sólo para justificar el lucro de los dirigentes del Polisario y de la denominada República Árabe Saharaui Democrática (RASD), fantoches al servicio de los generales argelinos que se dan la gran vida con el pretexto de una lucha independentista sin destino.

Muchos jóvenes saharauis que han sido ganados por el desencanto, y ya no creen en los arcaicos argumentos que originaron el conflicto durante la guerra fría. Organismos internacionales advierten que algunas mezquitas de Tinduf se han convertido en lugares donde los yihadistas reclutan a seguidores para unirse al combate. No está demás consignar que mientras hago estas consideraciones, las noticias hablan de un atentado en el aeropuerto Ataturk de Estambul, perpetrado con explosivos y armas largas, que han dejado unos cuarenta muertos y más de 120 heridos.

Un motivo más para llamar la atención sobre la extraña propaganda del Polisario, urdida en contubernio con los grupos violentos que se enfrentan en Yemen y confesada por sus mismos voceros, que asoma como la punta de un iceberg.

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