Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Empleo | Legislación

Sadismo laboral

Las buenas intenciones fueron siempre abortadas
Alex Vidal
jueves, 19 de mayo de 2016, 09:54 h (CET)
Le conocimos estrenando el cargo en 2011 con aquello de los miniempleos alemanes: "Es preferible trabajar por 400 € al mes que no trabajar" nos decía. Ahora anuncia que debemos irnos acostumbrando a ganarnos el salario "día a día". Como Rambo en Vietnam. Joan Rosell emplea el nos mayestático para disimular. Piensa en realidad en los demás. Añade el presidente de los empresarios que “el trabajo fijo y seguro es un concepto del siglo XIX” (!!!). Debe referirse Rosell a aquellos ilustres hacendistas; al rentista, al terrateniente, al cardenal, al espadón de turno o al parlamentarismo de la época. ¡Esos sí eran emprendedores!

A lo largo del XIX, la política peninsular siguió haciendo de capataz del secular tradicionalismo. Más allá de las aspiraciones de Cádiz, de la Constitución de 1837 o la de 1869, el país no logró consumar marco alguno que discutiera la hereditaria hegemonía del poder estamental. De Fernando VII al lupanar isabelino y de la venus real, a los episodios imposibles de Amadeo o la Primera República. Las buenas intenciones fueron siempre abortadas. Nada emergía; simplemente moría de estrépito lo anterior. Nunca fue posible edificar alternativa política o social alguna desde el yermo dejado por el moderantismo. Un siglo que culmina, en fin, con el desastre de Cuba, un descontento social extremo, disturbios permanentes, represión social, la Hacienda bajo mínimos, infumables (cuando no inhumanas) condiciones laborales y los braceros sobreviviendo gracias a las bellotas que usurpaban en las fincas a los gorrinos de los terratenientes. ¿A qué condiciones se refiere entonces Joan Rosell?

Se reparten poco. Lo que ahora se lleva es la nueva esclavitud. Urge sin duda volver a aquellas inmundas condiciones decimonónicas (eso sí, sin comunistas en el gobierno). Pero en este caso no debemos ser injustos con Rosell. Joan no habla aquí en calidad de empresario; ni siquiera en nombre de la pequeña o mediana empresa. Como presidente de la CEOE sabe bien a quién se debe. Él es también un asalariado más dentro del engranaje del nuevo fundamentalismo y la impiedad cotiza al alza. Sin ella los emolumentos peligran. Rosell debe mostrarse implacable u otro ocupará su lugar. Buen trabajo.

Noticias relacionadas

La ESO es percibida por numerosos adolescentes, como un trámite vacío y monótono y sin ningún valor. En realidad, es una etapa formativa rica en descubrimientos, desarrollo intelectual, emocional y social. Otro de los problemas frecuentes en algunos alumnos es el comportamiento irrespetuoso.

Puedo casi jurar que intento ser tolerante, comprensivo y empático, y aún diré más: intento ser optimista. Intento quedarme con lo bueno, fijarme sólo en esos detalles que te podrían hacer creer que la sociedad va evolucionando, que eso será lo que algún día (no hoy) nos hará vivir en un mundo mejor.

En el ámbito educativo —sea en la escuela o en la universidad— se insiste en la necesidad de que los entornos de aprendizaje sean espacios protegidos, espacios seguros. Pero ¿qué se entiende realmente por un “espacio seguro”?

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto