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Siempre he tenido la duda de que la suma sea buena “per se”. ¿Por qué la duda? Porque la unión no es un axioma de fuerza y victoria; sencillamente porque la fuerza y la victoria dependen de los sumandos..., y no, simplemente, del signo “+”.
Siempre, el día después, nos debe entrar la “duda ética”: juntar dos, tres y hasta cuatro ideas ¿será mejor que dejar que gobierne el MAS VOTADO con el apoyo único de OTRO?
Sinceramente, creo que las escaleras se construyen equilibrando los peldaños y no poniendo un escalón encima de otro, sin más.
En este momento el pueblo no puede hacer nada. Ya votó, pero creo, en honor a la verdad, que los ciudadanos votaron fuerza y equilibrio y no buscaron ni Ayuntamientos ni Comunidades “galimatías de ideas” y “lenguajes trilero”.
Ahora, pues, sólo podemos pedir sensatez. Mejor que gobierne UNO APOYADO que TRES en COALICIÓN...
Quizás sea pedir mucho, pero la historia siempre nos ha demostrado que cuando se colocan tres en el mismo colchón, alguien sale mojado.
Un 23 de abril de 1934, según el diario El Mundo de Buenos Aires, la Sociedad de las Naciones había desmentido actos de canibalismo en las tropas bolivianas que combatían en el Chaco. El New York Times había publicado trascendidos que circulaban en La Paz, dando cuenta de que nativos del Chaco, sin ningún respeto, habían matado y devorado a oficiales bolivianos, en protesta por el reclutamiento forzozo de los pueblos originarios.
Tenemos un país donde miles de personas votan a asesinos. Algo no está bien. Adoctrinados en el odio a España, desde pequeños, votan. El problema es que representan el 0,7% pero influyen en España al 100%. Poco que hacer. Puede ir a peor. Aficiones y aflicciones del personal de allí, allá o acullá; y el de aquí. Por lo que hay y pueda ocurrir, el resultado importa. En el País Vasco sobre todo, también en el resto de España y en la UE.
Las conductas de riesgo son aquellos comportamientos que implican un efecto placentero inmediato pero carecen de una valoración de las consecuencias posteriores. Es preciso comprender que son los mecanismos cognitivos los que guían al adolescente y joven a la asunción de conductas de riesgo.
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