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Etiquetas | Entrevista | ​Jo Nesbø | Escritor | Noruega | Novela | thriller
Entrevista realizada al escritor noruego durante su visita al festival València Negra, tras la publicación de su nueva novela ‘Eclipse’

​Jo Nesbø: «A mis lectores no les doy lo que creo que quieren, sino lo que ellos no saben que les va a gustar»

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No suena Peer Gynt en ‘Eclipse’, la novela número trece de la serie protagonizada por el policía Harry Hole, editada por Penguin Random House Reservoir Books. Tampoco se escucha ninguna otra obra de Grieg, aunque sí se dejan oír los nombres de David Bowie, Fleetwood Mac, Bee Gees, Gustav Mahler, Kraftwerk o Bob Marley entre otros, una alineación musical de lujo. Sin embargo, la partitura que Jo Nesbø (Oslo, 1960) ha compuesto en esta ocasión es, una vez más, una completa sinfonía de tramas y subtramas, giros de guión y sorpresas dilatadas, alcohol y otras sustancias no tan claras, aderezadas con la percusión de los asesinatos. ‘Eclipse’ mezcla los cadáveres de dos mujeres desaparecidas en Oslo con el secuestro de una amiga de Hole, Lucille, llevado a cabo por unos delincuentes mexicanos en Los Ángeles. Contratado por un millonario acusado de estas muertes, el policía noruego se traslada a la capital nórdica para resolver ambos casos. ¿Lo conseguirá? A lo largo de más de quinientas páginas, el lector asiste a los problemas de Harry para dar con la tecla precisa, que ponga punto final a las investigaciones. Ésta ha sido la primera vez que Nesbø visita la capital del Túria. Y lo ha hecho para recibir el Premio Francisco González Ledesma, otorgado mediante votación por los asistentes al festival Valencia Negra 2023. Según sus propias palabras, el escritor noruego se inició en la literatura para impresionar a dos amigos suyos «con los que hablo de la vida en general» y demostrarles que «era capaz de escribir novelas, manipulándolas de forma justa y agradable, algo difícil de conseguir». El fútbol ocupa otro lugar destacado en su vida, igual que la música, ya que forma parte de la banda Di Derre, con la que el próximo verano realizará una gira de tres meses. Nesbø compara su estilo literario con la forma de jugar de Messi, «que trata de engañar a su defensor, aunque a veces es mejor tirar por donde tu oponente espera que salgas. Lo mismo ocurre con los giros y tramas de las novelas. Es difícil hacer lo que se espera que hagas sin que se note, algo que cada vez cuesta más de conseguir porque la gente de hoy consume muchísimas historias». Con la ayuda indispensable de la traductora Beatriz Abril, se desarrolló nuestra entrevista en la Fnac de San Agustín de València, después de la rueda de prensa. Era viernes, doce de mayo, sobre las trece horas, cuando el piloto rojo de la grabadora comenzó a brillar.


DSC08226


Jo, ¿muy cansado del viaje?

Bueno, un poco. Lo cierto es que desde que he llegado a València no he parado, aunque anoche me fui pronto a dormir.


Iba para futbolista profesional, pero ha devenido en escritor. ¿La Premier League, competición en la que Vd deseaba competir, se ha perdido un gran jugador o la literatura ha ganado un magnífico escritor?

[Risas]. Bueno, he leído libros de psicología donde se afirma que, en general, la gente es más optimista que realista, ya que sus expectativas para la vida son un quince por ciento superiores a la realidad. No sé cómo han llegado a esas cifras, pero el caso es que sistemáticamente somos optimistas, algo que describe muy bien mis esperanzas de cuando quería ser futbolista. Todo lo contrario me sucedía con la literatura, donde yo no tenía ninguna expectativa. Mi objetivo, como he dicho en la rueda de prensa, consistía en impresionar a dos amigos míos. Pensaba que me conformaría con unos cuantos miles de lectores, un trabajo a media jornada y el resto del día a escribir, pero la vida me ha demostrado que soy mejor escritor que jugador de fútbol. Ahora, al decir esto por primera vez en voz alta, me siento un poco deprimido porque al mismo tiempo me da rabia.


A la hora de dedicarse a la profesión de escribir, ¿por qué escogió precisamente el género negro?

Hubo varios motivos que me condujeron a ello. Para empezar, una mujer que trabajaba para una editorial y sabía que yo componía las letras de las canciones de mi banda, me propuso que escribiera sobre nosotros. Pensé que sí podría hacerlo y le respondí que me iba a Australia durante cinco semanas, pero que, a la vuelta, le entregaría algo. Y lo hice, pero no precisamente sobre la banda. Planteé una novela negra, con inicio, nudo y desenlace, porque me sentía capaz de hacer algo así. Escribir una canción de tres minutos no tiene nada que ver con un libro. Si te sale mal, la tiras y no pasa nada. Así fue como surgió mi primera novela. Una vez publicada, desconocía si la segunda también sería policiaca. Y decidí que sí, ya que durante la escritura de la primera observé que podía establecer una conversación muy íntima con el lector. Podía manipularle y, con cada giro de la trama, guiarle a donde yo quisiera.


El género negro ha adquirido un gran relieve en el mundo de la literatura y en los países escandinavos ha alcanzado un indiscutible éxito. ¿Ha pensado alguna vez en los motivos que han provocado este fenómeno?

No, no tengo ni idea. Quizá en parte pueda deberse a que los escritores de novela negra escandinava trabajan mucho y son muy buenos, sin olvidar el hecho de que se trata de países pequeños, muy bien organizados y ordenados y, cuando se produce un asesinato en la vida real, tiene mucha repercusión.


En las novelas policíacas tradicionales la obsesión era descubrir al asesino; ahora, sin embargo, interesa más el desarrollo del conflicto, las causas y los personajes. ¿Es por eso por lo que trabaja con tanto cuidado las tramas de sus novelas?

Recuerdo haber visto la película ‘Sospechosos habituales’, en la que el protagonista es el asesino y cuenta la historia desde la comisaría, donde dispone de toda la información sobre el caso. Cuando él se marcha de allí, el policía que se queda analiza las piezas del problema y ve que, de repente, todas encajan. Si buscas los detalles, quizá no tengan sentido, pero tú no te das cuenta de eso. Ese sentido de la revelación, si lo sabes desarrollar bien es fantástico, porque te permite provocar esa sensación en el lector. Una vez le pregunté a un cómico cómo gestionaba el timming en sus actuaciones. Me respondió que lo más importante cuando hace un monólogo consiste en decir las cosas un microsegundo antes de que el espectador se dé cuenta de lo que viene a continuación. Lo que busca como reacción es que el público tenga una sensación de «Ah, claro, era esto», en lugar de recibir una sorpresa. Como lector, si te ha sorprendido el desenlace, quizá sea debido a que la trama no era tan buena. Es mejor que el lector crea lo que le has propuesto. Por tanto, mi objetivo es decirle lo que voy a hacer, llevarlo a cabo y que, aún así, alucine.


También en la novela policiaca tradicional, los motivos de los asesinatos estaban más delimitados: cuestiones de amor, celos, interés o dinero. Sin embargo, ahora muchos asesinos son perturbados mentales. ¿A qué cree Vd que se debe ese cambio?

Sinceramente, eso se debe a que me he quedado sin motivos [risas].


Lleva Vd veinticinco años conviviendo con Hole. Es un buen policía, pero al mismo tiempo es autodestructivo y arrastra una cara b complicada. ¿Cómo se convive con un tipo así a lo largo de todo ese tiempo?

Bueno, esta cuestión no es algo personal para mí. Hay otros escritores que sí que comparten la vida con sus personajes, pero, en mi caso, solo es eso. Cuando cierro el ordenador me olvido de Harry por completo, aunque es verdad que es mi personaje más querido. Sin embargo, en ocasiones, he de pasar largas temporadas sin verlo, sin saber nada de él, porque puede resultar extenuante.


¿En algún momento, los movimientos de Harry Hole le han sorprendido? ¿Ha tenido que reconducir su actitud alguna vez?

No sé exactamente si Harry rompe las normas, pero en algunos momentos sí se ha desviado de la sinopsis de la novela que había trabajado detalladamente. Tú puedes planificar el personaje, pero él cobra vida cuando habla o cuando camina y, a veces, mientras entabla un diálogo, detectas en su persona una gravedad que desconocías. Cuando esto me sucede, no cambio la actitud del personaje sino la trama.


¿Es cierto que Harry Hole está inspirado en un ser humano real?

Sí, está basado en un personaje del pueblo de mi abuela, un antiguo jefe de policía al que nunca veíamos pero ella siempre nombraba. Nos decía que, si a las ocho de la tarde no estábamos en la cama, vendría a por nosotros. Un día lo conocí y descubrí que era un hombre rubio, alto, huesudo y muy mayor, ya que tenía más de ochenta años.


Los libros de Harry Hole dialogan entre sí, recuperan viejas tramas y personajes, ¿cuando se sienta a escribir, cada novela la plantea como un libro independiente o como una especie de capítulo, que pertenece a una historia más extensa?

Realmente, puedo trabajar de ambas maneras. Con Harry Hole sí es cierto que cada novela es un capítulo que forma parte de una historia más larga, que ya tengo en mi mente. Pero también es verdad que he escrito muchos otros libros que carecen de continuación, que son, digamos, unidades individuales. Algunas como ‘El reino’, que publiqué hace poco, van a tener una secuela en la que estoy trabajando porque me genera curiosidad averiguar cómo pueden terminar sus personajes. Pero en principio no la escribí con esa intención.


Habitualmente, utiliza la tercera persona y, a veces, intercala determinados pasajes en primera, ¿no le tentó la posibilidad de narrar desde la propia mente de Harry?

Bien, sí y en otras obras, que no son de Harry Hole, he utilizado la primera persona. De hecho, para el humor resulta mucho más fácil trabajar en primera persona porque el personaje comparte sus reflexiones con el lector. En ocasiones, con Hole permito una voz, que se queda entre la primera y la tercera, precisamente para que el narrador pueda introducirse en su mente.


Como escritor ya sé que no puede Vd pensar en los lectores. Escribir para cada uno de ellos resulta imposible, pero ¿le interesan sus opiniones? ¿De alguna manera le influyen en la creación de sus novelas?

Si tu personalidad es la de ser una buena persona, que intenta complacer siempre a los demás, pienso que el contacto con los lectores puede constituir un problema. Yo intento alejarme todo lo posible de ellos. No me interesan sus comentarios, ni lo que les gusta, ni lo que les deja de gustar, porque corres el peligro de corromperte, ya que, de manera inconsciente, les vas a dar lo que ellos buscan. Charles Dickens, por ejemplo, esperaba conocer los comentarios de sus lectores antes de publicar el siguiente capítulo, es decir, adaptaba sus obras al feedback que iba recibiendo. Pero esa no es mi manera de trabajar. Yo no les doy lo que creo que quieren, sino lo que ellos no saben que les va a gustar.


Portadajonesbo


Hablemos un poco de ‘Eclipse’, su última novela. A lo largo de toda la serie, Harry Hole es un personaje que ha evolucionado, pero en esta entrega se le ve como más solo en sus pensamientos, más autodestructivo, como si no le importara mucho vivir.

Sí, de hecho al comienzo vive un intento de suicidio. Él trata de salvar a Lucille, pero en realidad es él mismo quien necesita ayuda, el que carece de un propósito para vivir y, finalmente, es ella quien lo salva a él.


¿Le queda poca vida a Harry Hole?

Tengo un plan para Harry, pero no te lo puedo contar porque si lo hiciera haría un spoiler y después debería dispararte [mirada baja, sonrisa apacible, silenciosa, noruega].


Si acaba con Harry, deberá tener cuidado para evitar que se repita lo que le sucedió a Sir Arthur Conan Doyle con Sherlock Holmes, cuando ante la presión de sus lectores hubo de «resucitarlo».

Mira, la única promesa que puedo hacer en este sentido es que, si Harry Hole muere, desde luego que no va a resucitar.


Hole no ha superado la muerte de Rakel, una mochila muy pesada que le acompaña, ¿en algún momento alejará este fantasma del pasado?

De nuevo no te lo puedo contar para no incurrir en otro spoiler, aunque en este caso la respuesta quizá sea que todavía no sé lo que pasará.


A pesar de que algunas novelas tienen un cierto desarrollo en el extranjero, en casi todas − en ‘Eclipse’ también −, sus historias transcurren en Oslo. ¿Se ha convertido la capital noruega en un personaje más de la serie?

Sí, al final es un personaje más. Desde la tercera entrega es el centro de la historia y también de la vida de Harry. Algunos lectores afirman que las novelas tercera, cuarta y quinta constituyen lo que ellos no yo han bautizado como la llamada ‘Trilogía de Oslo’. Este hecho revela la importancia que tiene la ciudad para Hole y sus seguidores.


Según la novela, el Museo Munch de Oslo, se parece a un «paciente psiquiátrico enfundado en una camisa de fuerza». ¿No le gusta a Vd el Museo Munch?

Es que es feo, un lugar con poca gracia. Si, al menos fuera pequeño y lo pudieras pasar por alto… Pero es algo que te encuentras en medio de un festín y entonces resulta horrible. Cuando digo feo no me refiero a falto de encanto, sino a aburrido. Además, tampoco es funcional como museo. La gente puede pensar que es bonito por dentro y feo por fuera, pero no es así.


‘Eclipse’ es la decimotercera novela de Harry Hole. Para algunos este es un mal número, ¿trabaja ya en una nueva entrega?

No, no, estoy trabajando en otra cosa. Pero estoy seguro de que le llegará su momento.


No puedo acabar sin preguntarle su opinión sobre la adaptación cinematográfica de su novela ‘El muñeco de nieve’, protagonizada por Hole.

Bueno, para todos aquellos cuyas obras son llevadas al cine, solo tengo un consejo que darles y es que la obra que han escrito únicamente contribuye a su traslación al medio cinematográfico. Nada más. Yo respeto la forma de utilizar mi material por parte del director de la película, porque hay que hacerse a la idea de que formas parte de otra cosa, de una versión diferente de tu novela. Algo que me ha producido asombro es que en Estados Unidos, durante el último mes, ‘El muñeco de nieve’ ha sido número uno en películas vistas en NETFLIX, algo que no termino de entender porque ya hace seis años desde que se rodó. 

​Jo Nesbø: «A mis lectores no les doy lo que creo que quieren, sino lo que ellos no saben que les va a gustar»

Entrevista realizada al escritor noruego durante su visita al festival València Negra, tras la publicación de su nueva novela ‘Eclipse’
Herme Cerezo
martes, 16 de mayo de 2023, 10:39 h (CET)

No suena Peer Gynt en ‘Eclipse’, la novela número trece de la serie protagonizada por el policía Harry Hole, editada por Penguin Random House Reservoir Books. Tampoco se escucha ninguna otra obra de Grieg, aunque sí se dejan oír los nombres de David Bowie, Fleetwood Mac, Bee Gees, Gustav Mahler, Kraftwerk o Bob Marley entre otros, una alineación musical de lujo. Sin embargo, la partitura que Jo Nesbø (Oslo, 1960) ha compuesto en esta ocasión es, una vez más, una completa sinfonía de tramas y subtramas, giros de guión y sorpresas dilatadas, alcohol y otras sustancias no tan claras, aderezadas con la percusión de los asesinatos. ‘Eclipse’ mezcla los cadáveres de dos mujeres desaparecidas en Oslo con el secuestro de una amiga de Hole, Lucille, llevado a cabo por unos delincuentes mexicanos en Los Ángeles. Contratado por un millonario acusado de estas muertes, el policía noruego se traslada a la capital nórdica para resolver ambos casos. ¿Lo conseguirá? A lo largo de más de quinientas páginas, el lector asiste a los problemas de Harry para dar con la tecla precisa, que ponga punto final a las investigaciones. Ésta ha sido la primera vez que Nesbø visita la capital del Túria. Y lo ha hecho para recibir el Premio Francisco González Ledesma, otorgado mediante votación por los asistentes al festival Valencia Negra 2023. Según sus propias palabras, el escritor noruego se inició en la literatura para impresionar a dos amigos suyos «con los que hablo de la vida en general» y demostrarles que «era capaz de escribir novelas, manipulándolas de forma justa y agradable, algo difícil de conseguir». El fútbol ocupa otro lugar destacado en su vida, igual que la música, ya que forma parte de la banda Di Derre, con la que el próximo verano realizará una gira de tres meses. Nesbø compara su estilo literario con la forma de jugar de Messi, «que trata de engañar a su defensor, aunque a veces es mejor tirar por donde tu oponente espera que salgas. Lo mismo ocurre con los giros y tramas de las novelas. Es difícil hacer lo que se espera que hagas sin que se note, algo que cada vez cuesta más de conseguir porque la gente de hoy consume muchísimas historias». Con la ayuda indispensable de la traductora Beatriz Abril, se desarrolló nuestra entrevista en la Fnac de San Agustín de València, después de la rueda de prensa. Era viernes, doce de mayo, sobre las trece horas, cuando el piloto rojo de la grabadora comenzó a brillar.


DSC08226


Jo, ¿muy cansado del viaje?

Bueno, un poco. Lo cierto es que desde que he llegado a València no he parado, aunque anoche me fui pronto a dormir.


Iba para futbolista profesional, pero ha devenido en escritor. ¿La Premier League, competición en la que Vd deseaba competir, se ha perdido un gran jugador o la literatura ha ganado un magnífico escritor?

[Risas]. Bueno, he leído libros de psicología donde se afirma que, en general, la gente es más optimista que realista, ya que sus expectativas para la vida son un quince por ciento superiores a la realidad. No sé cómo han llegado a esas cifras, pero el caso es que sistemáticamente somos optimistas, algo que describe muy bien mis esperanzas de cuando quería ser futbolista. Todo lo contrario me sucedía con la literatura, donde yo no tenía ninguna expectativa. Mi objetivo, como he dicho en la rueda de prensa, consistía en impresionar a dos amigos míos. Pensaba que me conformaría con unos cuantos miles de lectores, un trabajo a media jornada y el resto del día a escribir, pero la vida me ha demostrado que soy mejor escritor que jugador de fútbol. Ahora, al decir esto por primera vez en voz alta, me siento un poco deprimido porque al mismo tiempo me da rabia.


A la hora de dedicarse a la profesión de escribir, ¿por qué escogió precisamente el género negro?

Hubo varios motivos que me condujeron a ello. Para empezar, una mujer que trabajaba para una editorial y sabía que yo componía las letras de las canciones de mi banda, me propuso que escribiera sobre nosotros. Pensé que sí podría hacerlo y le respondí que me iba a Australia durante cinco semanas, pero que, a la vuelta, le entregaría algo. Y lo hice, pero no precisamente sobre la banda. Planteé una novela negra, con inicio, nudo y desenlace, porque me sentía capaz de hacer algo así. Escribir una canción de tres minutos no tiene nada que ver con un libro. Si te sale mal, la tiras y no pasa nada. Así fue como surgió mi primera novela. Una vez publicada, desconocía si la segunda también sería policiaca. Y decidí que sí, ya que durante la escritura de la primera observé que podía establecer una conversación muy íntima con el lector. Podía manipularle y, con cada giro de la trama, guiarle a donde yo quisiera.


El género negro ha adquirido un gran relieve en el mundo de la literatura y en los países escandinavos ha alcanzado un indiscutible éxito. ¿Ha pensado alguna vez en los motivos que han provocado este fenómeno?

No, no tengo ni idea. Quizá en parte pueda deberse a que los escritores de novela negra escandinava trabajan mucho y son muy buenos, sin olvidar el hecho de que se trata de países pequeños, muy bien organizados y ordenados y, cuando se produce un asesinato en la vida real, tiene mucha repercusión.


En las novelas policíacas tradicionales la obsesión era descubrir al asesino; ahora, sin embargo, interesa más el desarrollo del conflicto, las causas y los personajes. ¿Es por eso por lo que trabaja con tanto cuidado las tramas de sus novelas?

Recuerdo haber visto la película ‘Sospechosos habituales’, en la que el protagonista es el asesino y cuenta la historia desde la comisaría, donde dispone de toda la información sobre el caso. Cuando él se marcha de allí, el policía que se queda analiza las piezas del problema y ve que, de repente, todas encajan. Si buscas los detalles, quizá no tengan sentido, pero tú no te das cuenta de eso. Ese sentido de la revelación, si lo sabes desarrollar bien es fantástico, porque te permite provocar esa sensación en el lector. Una vez le pregunté a un cómico cómo gestionaba el timming en sus actuaciones. Me respondió que lo más importante cuando hace un monólogo consiste en decir las cosas un microsegundo antes de que el espectador se dé cuenta de lo que viene a continuación. Lo que busca como reacción es que el público tenga una sensación de «Ah, claro, era esto», en lugar de recibir una sorpresa. Como lector, si te ha sorprendido el desenlace, quizá sea debido a que la trama no era tan buena. Es mejor que el lector crea lo que le has propuesto. Por tanto, mi objetivo es decirle lo que voy a hacer, llevarlo a cabo y que, aún así, alucine.


También en la novela policiaca tradicional, los motivos de los asesinatos estaban más delimitados: cuestiones de amor, celos, interés o dinero. Sin embargo, ahora muchos asesinos son perturbados mentales. ¿A qué cree Vd que se debe ese cambio?

Sinceramente, eso se debe a que me he quedado sin motivos [risas].


Lleva Vd veinticinco años conviviendo con Hole. Es un buen policía, pero al mismo tiempo es autodestructivo y arrastra una cara b complicada. ¿Cómo se convive con un tipo así a lo largo de todo ese tiempo?

Bueno, esta cuestión no es algo personal para mí. Hay otros escritores que sí que comparten la vida con sus personajes, pero, en mi caso, solo es eso. Cuando cierro el ordenador me olvido de Harry por completo, aunque es verdad que es mi personaje más querido. Sin embargo, en ocasiones, he de pasar largas temporadas sin verlo, sin saber nada de él, porque puede resultar extenuante.


¿En algún momento, los movimientos de Harry Hole le han sorprendido? ¿Ha tenido que reconducir su actitud alguna vez?

No sé exactamente si Harry rompe las normas, pero en algunos momentos sí se ha desviado de la sinopsis de la novela que había trabajado detalladamente. Tú puedes planificar el personaje, pero él cobra vida cuando habla o cuando camina y, a veces, mientras entabla un diálogo, detectas en su persona una gravedad que desconocías. Cuando esto me sucede, no cambio la actitud del personaje sino la trama.


¿Es cierto que Harry Hole está inspirado en un ser humano real?

Sí, está basado en un personaje del pueblo de mi abuela, un antiguo jefe de policía al que nunca veíamos pero ella siempre nombraba. Nos decía que, si a las ocho de la tarde no estábamos en la cama, vendría a por nosotros. Un día lo conocí y descubrí que era un hombre rubio, alto, huesudo y muy mayor, ya que tenía más de ochenta años.


Los libros de Harry Hole dialogan entre sí, recuperan viejas tramas y personajes, ¿cuando se sienta a escribir, cada novela la plantea como un libro independiente o como una especie de capítulo, que pertenece a una historia más extensa?

Realmente, puedo trabajar de ambas maneras. Con Harry Hole sí es cierto que cada novela es un capítulo que forma parte de una historia más larga, que ya tengo en mi mente. Pero también es verdad que he escrito muchos otros libros que carecen de continuación, que son, digamos, unidades individuales. Algunas como ‘El reino’, que publiqué hace poco, van a tener una secuela en la que estoy trabajando porque me genera curiosidad averiguar cómo pueden terminar sus personajes. Pero en principio no la escribí con esa intención.


Habitualmente, utiliza la tercera persona y, a veces, intercala determinados pasajes en primera, ¿no le tentó la posibilidad de narrar desde la propia mente de Harry?

Bien, sí y en otras obras, que no son de Harry Hole, he utilizado la primera persona. De hecho, para el humor resulta mucho más fácil trabajar en primera persona porque el personaje comparte sus reflexiones con el lector. En ocasiones, con Hole permito una voz, que se queda entre la primera y la tercera, precisamente para que el narrador pueda introducirse en su mente.


Como escritor ya sé que no puede Vd pensar en los lectores. Escribir para cada uno de ellos resulta imposible, pero ¿le interesan sus opiniones? ¿De alguna manera le influyen en la creación de sus novelas?

Si tu personalidad es la de ser una buena persona, que intenta complacer siempre a los demás, pienso que el contacto con los lectores puede constituir un problema. Yo intento alejarme todo lo posible de ellos. No me interesan sus comentarios, ni lo que les gusta, ni lo que les deja de gustar, porque corres el peligro de corromperte, ya que, de manera inconsciente, les vas a dar lo que ellos buscan. Charles Dickens, por ejemplo, esperaba conocer los comentarios de sus lectores antes de publicar el siguiente capítulo, es decir, adaptaba sus obras al feedback que iba recibiendo. Pero esa no es mi manera de trabajar. Yo no les doy lo que creo que quieren, sino lo que ellos no saben que les va a gustar.


Portadajonesbo


Hablemos un poco de ‘Eclipse’, su última novela. A lo largo de toda la serie, Harry Hole es un personaje que ha evolucionado, pero en esta entrega se le ve como más solo en sus pensamientos, más autodestructivo, como si no le importara mucho vivir.

Sí, de hecho al comienzo vive un intento de suicidio. Él trata de salvar a Lucille, pero en realidad es él mismo quien necesita ayuda, el que carece de un propósito para vivir y, finalmente, es ella quien lo salva a él.


¿Le queda poca vida a Harry Hole?

Tengo un plan para Harry, pero no te lo puedo contar porque si lo hiciera haría un spoiler y después debería dispararte [mirada baja, sonrisa apacible, silenciosa, noruega].


Si acaba con Harry, deberá tener cuidado para evitar que se repita lo que le sucedió a Sir Arthur Conan Doyle con Sherlock Holmes, cuando ante la presión de sus lectores hubo de «resucitarlo».

Mira, la única promesa que puedo hacer en este sentido es que, si Harry Hole muere, desde luego que no va a resucitar.


Hole no ha superado la muerte de Rakel, una mochila muy pesada que le acompaña, ¿en algún momento alejará este fantasma del pasado?

De nuevo no te lo puedo contar para no incurrir en otro spoiler, aunque en este caso la respuesta quizá sea que todavía no sé lo que pasará.


A pesar de que algunas novelas tienen un cierto desarrollo en el extranjero, en casi todas − en ‘Eclipse’ también −, sus historias transcurren en Oslo. ¿Se ha convertido la capital noruega en un personaje más de la serie?

Sí, al final es un personaje más. Desde la tercera entrega es el centro de la historia y también de la vida de Harry. Algunos lectores afirman que las novelas tercera, cuarta y quinta constituyen lo que ellos no yo han bautizado como la llamada ‘Trilogía de Oslo’. Este hecho revela la importancia que tiene la ciudad para Hole y sus seguidores.


Según la novela, el Museo Munch de Oslo, se parece a un «paciente psiquiátrico enfundado en una camisa de fuerza». ¿No le gusta a Vd el Museo Munch?

Es que es feo, un lugar con poca gracia. Si, al menos fuera pequeño y lo pudieras pasar por alto… Pero es algo que te encuentras en medio de un festín y entonces resulta horrible. Cuando digo feo no me refiero a falto de encanto, sino a aburrido. Además, tampoco es funcional como museo. La gente puede pensar que es bonito por dentro y feo por fuera, pero no es así.


‘Eclipse’ es la decimotercera novela de Harry Hole. Para algunos este es un mal número, ¿trabaja ya en una nueva entrega?

No, no, estoy trabajando en otra cosa. Pero estoy seguro de que le llegará su momento.


No puedo acabar sin preguntarle su opinión sobre la adaptación cinematográfica de su novela ‘El muñeco de nieve’, protagonizada por Hole.

Bueno, para todos aquellos cuyas obras son llevadas al cine, solo tengo un consejo que darles y es que la obra que han escrito únicamente contribuye a su traslación al medio cinematográfico. Nada más. Yo respeto la forma de utilizar mi material por parte del director de la película, porque hay que hacerse a la idea de que formas parte de otra cosa, de una versión diferente de tu novela. Algo que me ha producido asombro es que en Estados Unidos, durante el último mes, ‘El muñeco de nieve’ ha sido número uno en películas vistas en NETFLIX, algo que no termino de entender porque ya hace seis años desde que se rodó. 

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El hombre ocupa el área ocre de la pista. La mujer, el área aceituna. El hombre, debajo de una mesa liviana. Cerca y silencioso, un enanito disfrazado de enanito de jardín. El haz del “buscador”, quieto, lo ilumina. Se enloquece. Se pasea por el área ocre. Se detiene en el hombre: Romeo, el italiano. Habrán de imaginárselo: candor.

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En el finísimo camino del hilo casi invisible / la araña desafíala terca gravedad y la engañosa distancia, / el hierro se desgastacon el frotar de la ventana, / casi una imperceptible sinfonía endulza el ambiente / cuando el viento transitaentre las grietas de la madera, / al mismo tiempo, / dos enamorados entregan su saliva el uno al otro / como si fueran enfermos recibiendo una transfusión.



 
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