Ficha técnica 85 - Real Madrid: Maciulis (5), Reyes (10), Rodríguez (17), Ayón (2) y Llull (7) -equipo inicial- Carroll (19), Hernangómez (15), Taylor (3), Doncic, Rivers (1) y Nocioni (6). 80 - Unicaja Málaga Hendrix (6), Thomas (8), Smith (10), Kuzminskas (3) y Nelson (5) -equipo inicial-, Jackson (9), Díaz (5), Díez (9), Suárez, Nedovic (8), Vázquez (10) y Cooley (7). Parciales: 27-26, 16-20, 24-19 y 18-15. Árbitros: Juan C. García, Fernando Calatrava y Jordi Aliaga. Sin eliminados. Incidencias: Partido correspondiente a la décima séptima jornada de la Liga Endesa disputado en el Barclaycard Center ante 9.979 espectadores.

Idénticas tendencias con diferentes motivaciones. Sus cuentas de resultados fluctúan entre actuaciones al alza con otras comparecencias con cierto aroma de frustración. Y mientras el Real Madrid busca reencontrarse con su baloncesto vistoso después de dos derrotas consecutivas; el conjunto de Málaga había orientado su foco en clasificarse para la Copa del Rey. Finalmente, ni el Real Madrid ofreció su mejor versión, a pesar de apuntarse el encuentro, ni el Unicaja obtuvo su ansiado pasaporte al torneo copero, que se marchó con dirección a Bilbao y Fuenlabrada. Ambos conjuntos trazaron un duelo bastante gris, aunque repleto de dosis de suspense. Porque todo se resolvió en cuestión de segundos: un robo de balón de Rivers y una canasta de Llull decantaron en favor del Real Madrid. Esa acción se desarrolló a menos de 44 segundos para el toque de campana.

Hasta alcanzar este apasionante desenlace se vivió un encuentro tosco, extenso, con alternancias constantes de canastas y marcado por las dudas y tensiones. Y eso que el comienzo fue bastante prometedor. Quizá excesivo. El respetable se entusiasmó con un baloncesto sin esquemas defensivos y caracterizado por un carrusel de canastas desde el perímetro: 5 de 8 para el Real Madrid y 5 de 9 para el Unicaja. El marcador era un festival de puntos: 27-26. Y en estos escenarios, siempre se mueve como pez en el agua un jugador: Jaycee Carroll: anotó 15 puntos sin despeinarse. El francotirador blanco no mantuvo -a consecuencia de la evolución del juego- sus porcentajes y sólo acabó con 19 puntos. Otro jugador que se mueve con soltura en ambientes de baloncesto amable es Sergio Rodríguez. El base repartió juego y anotó hasta convertirse en pieza importante en el triunfo de su equipo: 17 puntos, 8 asistencias, 4 rebotes y 25 de valoración. Está en estado de dulce. No hay duda.

Pero ni uno ni otro consiguieron impulsar al Real Madrid de forma definitiva sobre Unicaja Málaga. El conjunto de Joan Plaza -siempre bien recibido en su regreso a casa- se movió como un conjunto en bloque. Nadie destacó por encima de nadie. Todos aportaron a la causa: Dani Díez, Thomas, Smith, Jackson, Nedovic… aunque se echó de menos una aportación más determinante de Kuzminskas y Hendrix. Quizá el desenlace hubiera sido otro… No se sabrá. Lo que sí se sabrá, a pesar de quedar fuera de la próxima edición de la Copa del Rey, es el mérito de Joan Plaza de mantener a todos sus jugadores inmersos en el encuentro y no depender de unos más que de otros. Otro de sus aciertos, aunque sin el premio del triunfo, fue el saber frenar al Real Madrid. Algo que empieza a ser costumbre. Si el Real Madrid no corre… hay problemas. Y si persisten sus problemas defensivos, son otro equipo más de esta Liga Endesa. Se equilibran las fuerzas.

Hernangómez, decisivo
Retomando el desarrollo de puntos, y visto el primer cuarto, los tres siguientes actos fueron monótonos de baloncesto. Nada de espectáculo y sin de muchas defensas, fuertes bloqueos, asfixiantes defensas y decisiones controvertidas de los colegiados. Había tensión. Y conseguir una canasta era una proeza. Punto a punto se alcanzó un discreto 70 a 70 a falta de 7 minutos. Ningún equipo había conseguido despegarse más allá de dos, tres, cuatro puntos durante algunos segundos. Siempre había una réplica. El encuentro estaba abocado a un final de infarto, a decantarse por una acción aislada. Así sucedió. Pero este momento decisivo tuvo un prólogo en la figura de Hernangómez. El canterano se reivindicó y firmó uno de sus mejores encuentros: 15 puntos, 4 rebotes y 19 de valoración. Hizo minutos de calidad y con calidad. Se hizo fuerte en la zona. En defensa hizo sudar a sus adversarios y en ataque, con sus mates, abrió una primera brecha en el marcador: 78-73. Justo en ese instante, Sergio Rodríguez anotó un triple y Felipe Reyes (jugó su encuentro número 655 en la Liga Endesa, superando a Alberto Herreros. Reyes se sitúa como el cuarto jugador con más partidos en la historia de la Liga) dos tiros libres. Parecía abrirse el cielo para el Real Madrid. No fue así.

Hubo réplica del Unicaja. El cuadro malagueño tomó aire y recuperó puntos hasta situarse en un 80-77. Quedaba minuto y medio para la conclusión. Era momentos de fantasmas. La canasta de Doellman para el Real Madrid; la Copa del Rey para el Unicaja. Más aún cuando a falta de 44 minutos, un triple de Nedovic situó el marcador en un ajustado 82-80. Entonces, sucedió esa acción defensiva de Rivers (robó el balón precisamente a Nedovic) y ese balón suelto que acabó en manos de Llull. Anotó y recibió falta. 85-80 y el Real Madrid respiró y el Unicaja lloró su adiós a la Copa del Rey.