Espejo que miras
este rostro añejado el cual lleva en su semblante las heridas y miles de caminos enredados. Que tienes idas y vueltas. Paredes, muros, cuentas. Prisión, amor, dolor. Cárcel de sentimientos acosados por la rutina. Enjambre de argumentos. Lamentos a escondidas.
Espejo... Dime si sabes: ¿Qué pasa por mi piel arrugada, más fría y desolada que hace tiempo atrás?. ¡Ya sé!... Tú me responderás: ¡La vida!. Y yo te diré: ¡Es verdad!
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