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El Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) se suma al Día Internacional del Paciente Ostomizado con el objetivo de concienciar a la población sobre esta práctica quirúrgica, sus características y las secuelas emocionales y físicas que puede dejar en el paciente.
En nuestro país aproximadamente hay 100.000 personas ostomizadas y cada año se suman unos 16.000 nuevos casos a la lista. Estos pacientes pueden experimentar miedo e inseguridad tras la intervención, por ello es necesario que la sociedad conozca esta práctica, empatice con el paciente, le apoye y le integre, tanto en el ámbito social como laboral, pues una persona con una ostomía puede hacer una vida completamente normal y si adopta una serie de rutinas para cuidar el estoma y usar los dispositivos sanitarios adecuados, la ostomía pasa desapercibida.
Diferentes patologías que afectan al aparato digestivo o al aparato urinario -cáncer colorrecta, cáncer de vejiga, enfermedad inflamatoria intestinal, obstrucción intestinal, enfermedad divertivular o una infección- requieren de una ostomía para modificar la anatomía de algunos órganos, como el intestino o los uréteres.
“Desde SAE queremos concienciar a la sociedad para que conozca esta práctica quirúrgica y sus características, y evitar así comportamientos que lleven al paciente a aislarse. Asimismo, es fundamental que los profesionales sanitarios cuenten con la formación y los recursos necesarios para resolver los problemas, tanto físicos como psicológicos que pueden sufrir los pacientes ostomizados. No debemos olvidar que cualquiera podemos tener que someterse a una ostomía para salvar nuestra vida”, explica Daniel Torres, secretario de Acción Social de SAE.
Los españoles pasan una media de 1.760 horas al año en el trabajo. Ir a trabajar forma parte de la rutina diaria de millones de personas, pero la productividad depende en gran medida del entorno profesional y del ambiente en el que se desenvuelven los trabajadores, que en ocasiones repercute en su bienestar y va más allá de la jornada laboral.
Cada vez más personas son conscientes del impacto positivo que tiene el deporte en sus vidas. Mantenerse activo y saludable es fundamental a cualquier edad. A partir de los 40 años, comenzamos a experimentar una pérdida de masa muscular, así como una disminución en la densidad ósea, lo que puede aumentar el riesgo de lesiones y enfermedades crónicas, al tiempo que disminuye nuestra calidad de vida.
La Fundación Josep Carreras contra la Leucemia, con la colaboración de la Fundación Grünenthal, ha publicado la Guía ‘El dolor en el paciente hemato-oncológico: antes, después y durante el tratamiento’. Este documento proporciona recomendaciones para manejar el dolor asociado a las enfermedades hematológicas en sus diferentes etapas del tratamiento, así como a nivel emocional por el impacto psicológico y funcional que tiene en los pacientes.
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