Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Vacaciones | Problemas | invierno | escasez | Gobernantes

Se acaban las vacaciones, pero continúan los problemas

¿Seremos capaces de obtener del amor de Dios y de la intercesión de la Virgen que dejen de oírse los tambores de guerra?
Francisco Rodríguez
miércoles, 31 de agosto de 2022, 10:53 h (CET)

Cada lunes me pongo a la tarea de escribir un pequeño artículo que no rebase las quinientas palabras. El problema es encontrar un tema del que yo sepa algo y pueda gustar a mis lectores y a quienes generosamente me publican. Por desgracia las cuestiones que repiten día y noche las cadenas de televisión, nuestros grandes medios de información, se refieren siempre a las mismas cosas: el cambio climático, la sequía, los incendios forestales, el vaciamiento de los pantanos al mismo tiempo que se producen grandes riadas a causa de las tormentas. Y por supuesto la guerra de Ucrania que se prolonga sin atisbos de acabarse sino más bien de ampliarse a otros escenarios al mismo tiempo que provoca la carestía de determinados productos esenciales y hace crecer la inflación.


Habrá mucha gente que creerá que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero para los que ya somos viejos y recordamos los años del hambre y las cartillas de racionamiento vivimos convencidos de que cualquier situación es susceptible de empeorar.


Por mi parte rezo al Señor para que nos ilumine y no nos deje de su mano pues todo lo malo que ocurre, Dios lo permite para que volvamos a Él nuestra mirada y lo invoquemos de todo corazón.

Las vacaciones, las fiestas de cada pueblo con sus romerías parecen estar patrocinadas por el gobierno para que no nos pongamos seriamente a analizar nuestra situación y exijamos a nuestros gobernantes una conducta más apropiada como reducir gastos inútiles de una gobernanza gigantesca.


El frío y la escasez que nos anuncian para el invierno, de la que nuestros gobernantes se creen exentos, puede que no ocurra como ellos piensan y se comiencen a exigir responsabilidades por aquello de que no hay bien ni mal que cien años dure.


La situación se ha deteriorado en Europa, pero también en América y en la gigantesca China. No se divisan gobernantes de talla internacional y hasta los barbudos musulmanes se aprestan a la revancha. El mundo está en manos de un viejo como Biden, un agresivo Putin, etc. y todos parecen más dedicados a sacar tajada de la situación para su industria de armamento que en promover acuerdos estables entre los pueblos.


Seguramente la masonería a las ordenes de Satanás, el príncipe de las tinieblas, no estarán lejanos de la situación que padecemos, aquelarres de personas de sexo ambiguo, empeñados en “regalarnos” derechos engañosos y multicolores y drogas enajenantes.


Quizás no necesiten aplicarme la eutanasia pues pienso que me quedan pocos años de vida, afortunadamente y espero gozar de la dicha del Señor en el país de la Vida. Pero hay que salvar a los jóvenes para dejarles un mundo en paz. Recemos por ello. Que el azote de la guerra se aleje. Que la Virgen actúe de intercesora de nuestras necesidades.

Noticias relacionadas

Ronda la Red una frase lapidaria de Mark Twain: “una mentira puede viajar al otro lado del mundo mientras la verdad se pone los zapatos”. Tal vez sea cierto porque, siguiendo a Oscar Wilde, “la verdad rara vez es pura y nunca simple”. Vamos, que tiene matices y dudas que la hacen onerosa; esos matices y dudas no incomodan, en cambio, a la mentira.

El caldo de cultivo de las realidades actuales nace de las actuaciones previas, azares y descuidos; a través de unas andanzas complejas, en una mezcolanza difícil de asimilar. Atareados en los agobios cotidianos, la mayoría de los individuos no son propensos a los análisis de la situación; como es natural, con frecuencia han de lamentar los efectos contraproducentes de los planteamientos sociales.

Según Garamendi, “el sistema empresarial no es corrupto, el que corrompe es el que tiene el poder”. La Real Academia Española define corromper como sobornar a alguien con dinero. Es decir, corruptor es quien tiene suficiente poder monopolista económico para poder tener corruptos en los distintos gobiernos e instituciones estatales.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto