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Cómo guardar los abrigos de piel en verano. Consejos de Javier Hernández, Maestro Artesano Peletero | |||
Son prendas de gran calidad, pero muy delicadas | |||
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Un abrigo de piel es una inmejorable opción durante el invierno. Además de proporcionar una gran calidez y preservarnos de los rigores del frío, es siempre un fondo de armario que nos sirve para destacar en numerosas situaciones. Sin embargo, con la llegada del calor, los abrigos de piel pasan a un segundo plano y quedan en letargo hasta un nuevo cambio de temporada. Visón, astracán, zorro…, estamos ante prendas de gran calidad, pero muy delicadas. Un abrigo de piel, además, es una inversión que ha de cuidarse con un trato especial para garantizar su correcta conservación. Por otra parte, se trata de prendas que pueden acusar especialmente el paso del tiempo, aunque aplicando cuidados específicos se consigue alargar su vida considerablemente. Cómo guardar y proteger nuestros abrigos de piel durante los meses cálidos Las mejores condiciones para conseguir un buen mantenimiento de un abrigo de piel pasan por escoger un lugar fresco y alejado de la luz directa. La forma ideal de conservación es mantener en una cámara frigorífica con una temperatura que oscile entre los 2º y 4º grados centígrados, además de ofrecerle un buen nivel de humedad que no exceda del 55%. Pero no es la única opción para asegurar un óptimo cuidado de nuestras prendas de piel. También podemos optar por guardarlo en nuestro hogar. En ese caso, hemos de ser muy cuidadosos en la elección del lugar destinado a su almacenaje. Si escogemos un armario, éste ha de encontrarse alejado de tuberías o conductos de calefacción. Un exceso de calor o una humedad inadecuada pueden resultar perjudiciales. De igual forma, un trastero, debido a la baja temperatura que concentra, podría parecernos el espacio más adecuado. Sin embargo, suelen ser lugares muy húmedos y, en consecuencia, no son recomendables para conseguir nuestro objetivo. La piel tiene tendencia a absorber la humedad, quedando acartonada, pesada y adquiriendo un desagradable olor a húmedo. Instalar un deshumidificador en la zona en la que se guarda la prenda de piel y mantener cerca un foco de aire acondicionado es siempre una buena idea. Por otra parte, el abrigo ha de permanecer preferentemente colgado, con el fin de evitar dobleces y marcas innecesarias que puedan perjudicarle. La elección de una percha consistente, fuerte y de unas dimensiones adecuadas es fundamental para que la pieza descanse verticalmente de forma correcta. También es oportuno cubrir el abrigo con una funda, sin embargo, se han de evitar las de plástico y acudir a las de tela, ya que las prendas de piel necesitan respirar. Confiar nuestras prendas de piel a profesionales Si decidimos guardar una prenda de piel en nuestro hogar, además de las consideraciones anteriores, es importante tener en cuenta el tipo de clima que se disfruta en el lugar en el que residimos. Si es excesivamente caluroso y húmedo, podríamos encontrarnos con un disgusto en el momento de desembalar la pieza para volver a utilizarla. Si eso llegara a pasar, resulta prudente y recomendable confiar nuestras prendas de piel a un taller de peletería. En manos expertas, una pieza deteriorada puede conseguir una segunda vida gracias a los tratamientos adecuados y a una limpieza correcta. |
El color rosa chicle regresa a nuestras uñas esta temporada primavera-verano como ya lo hiciera la pasada. Se trata de un tono divertido, alegre, creativo y muy versátil, ideal para combinar con blancos nude y azules cielo (muy de moda) o bebé.
Aunque muchas veces queda relegado a un segundo plano, el acondicionador cumple una función esencial en el cuidado del cabello. No se trata solo de una opción extra: su uso consigue que tu melena pase de apagada a brillante y suave. Entre sus beneficios, el acondicionador ayuda a desenredar sin tirones, aporta hidratación, mejora la elasticidad y refuerza el cabello gracias a ingredientes como la queratina, aceites o proteínas.
Los tatuajes y piercings son modificaciones corporales tendencia y una práctica cada vez más habitual entre la población, sobre todo entre las personas más jóvenes. En general, la realización de cualquiera de estas dos prácticas es segura, siempre y cuando se sigan las recomendaciones generales y de cuidado.
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