Según el filósofo judío Avishai Margalit, “una nación es una sociedad que alimenta un embuste sobre los ancestros y comparte un odio común por los vecinos”. En esta dura definición destacan dos palabras: Mentira y odio.
Este filósofo ha reflexionado mucho sobre los fundamentos morales de nuestro tiempo. Y sobre la moralidad de determinados conflictos. Y sobre la nación: (..). A muchos de los que vivimos en Cataluña, el nacionalismo nos marea. Cuando se decía y se repetía, eso de “Cataluña un solo pueblo”, el nacionalismo nos mareaba más.
La nacionalista Clara Ponsatí ha acusado al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, de frenar el independentismo. “El gobierno no nos acerca a la independencia ni la tiene como objetivo". (..). A esta señora no le parece bien que entre los objetivos del partido del presidente de Cataluña, figure en primer lugar la convivencia. Le parece mejor seguir con la simulación y la confrontación. (…).
Esto nos lleva a reflexionar sobre cuatro puntos: 1.El concepto de nación, o pueblo, y su base: La falsedad. 2.La existencia en Cataluña de dos “naciones”. Dos “naciones” que el proceso ha separado claramente. 3.En Ucrania también hay dos naciones: La Rusa y la Ucraniana. 4.Todas las guerras no son iguales.
|