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Y dos huevos duros | |||
| José Carlos Navarro (Mérida) | |||
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Ganar las elecciones con una cartera repleta de conflictos es una cosa. Otra bien distinta es capear el temporal durante cuatro años con los ciudadanos golpeando los nudillos en la puerta del Gobierno. Las inmobiliarias que se apuntan, día sí día también, a lo que antes se llamaba la suspensión de pagos es conclusión directa del engrosamiento de las listas del paro. Conflictos economícos y territoriales a los que se le suman la puesta en evidencia de un sistema como el judicial. Maria Luz Cortés no quería saber nada de ministros, políticos y funcionarios, quería solo vivir y crecer como una niña. La huelga de funcionarios que sigue ante el desdén y la altanería de Bermejo, supone ya más de 60.000 sentencias penales pendientes de ejecución en las cuatro principales capitales, de las que casi 8.000 son de cárcel. Un Grapo con condena de 30 años se ha librado en la Audiencia Nacional. ¿Estarán entre los libertos por el sistema, el futuro asesino de la próxima víctima?. No se ha formado gobierno y la legislatura empieza a cocerse a fuego lento. Como el huevo que nos recuerda a la época de Felipe González, y su frase que grabó en las hemerotecas: ¡y también, dos huevos duros! |
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