Hoy voy a ser sincero y me van a llover los palos. Pero soy un profesional que opina y no se limita a adular al que llegue. No me gusta el estilo de Alejandro Sanz, pero tengo que admitir que es un auténtico “encantador” de públicos. Sus letras son excelente y dicen mucho. Con eso gana bastante, especialmente en el sector femenino. Eso le hace llevar ganada buena parte de sus espectáculos, al margen de los muchos años de carrera. Anoche jugaba con ventaja en casa y en el Starlite Festival de Marbella salió cortando las orejas, el rabo y lo que fuera. Llenó la instalación y desde el primer momento el público lo tenia ya el bolsillo. Mayoritaria presencia de féminas en la Cantera y los hombres ¿qué?. “Acompañando a nuestras mujeres…” nos decían a la salida unos cuantos preguntados de forma aleatoria.
Su gira llamada “Sirope” comenzó muy fuerte y potente con “Desde cuando” en el escenario marbellí. Y con un pedazo de banda enorme. 9 miembros( 5 hombres y 4 mujeres) de auténtica calidad. Vaya voz la de Sara Devine. Esto y el sensacional montaje de luz y sonido ya aventuraba aún más éxito para la noche. Y entre tema y tema Sanz dialogando con la gente. “Soy el enemigo número uno de los peluqueros españoles” llegó a decir en tono jocoso. No faltaron los temas nuevos con los clásicos de su discografía como “Quisiera ser”, “No me compares”, “La música no se toca o “Y si fuera ella” eran acompañadas por el público letra a letra. No faltó “Corazón partío” donde dio unos pases de baile en el escenario.
En su charla con el público no faltó un “palo” al excesivo uso de los teléfonos móviles y la dedicatoria de una canción a su hija Manuela. Y fue pasando el tiempo hasta que con el ritmo de “Vale” presentó a su grupo con el primer amago de despedida. Pero no. Llegaron cinco bises pàra completar estos números: 19 canciones( 14 + 5) y casi 2 horas 10 mns de concierto. Alejandro Sanz estaba cómodo y triunfó en Marbella. Como antes lo hizo en Algeciras y dentro de unas semanas seguramente lo hará en Málaga capital. “Alejandro, Alejandro” le gritaba la multitud que hubiera querido más y más en una noche eterna y dulce para todos.
