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Dicen haber triunfado esos bastardos por la sentencia del TC al considerar inconstitucionales los confinamientos durante el estado de alarma de la primera ola de la pandemia, considerándolos ilegales. A pesar de que la Ley que regula el estado de alarma cita textualmente que está prevista para «epidemias», según la Constitución de 1978, en su Capítulo II Artículo 166 y 4/1981.
Partidos corruptos fundados por franquistas que nunca condenaron a la Dictadura en estos últimos 43 años, con cientos de sus miembros encausados, y tuvieron la desfachatez de denunciar ante la justicia como actitud de una dictadura social-comunista del actual gobierno de coalición. Estos bastardos son más del ordeno y mando sin consultar, tal como el enano del Pardo actuaba.
Ahora ocultan que la medida para combatir la pandemia fue aprobada por el Congreso de los Diputados, tras consultar con expertos Sanitarios y de la OMS, y estos facinerosos malnacidos votaron a favor de establecerla, incluso estuvieron reclamando su imposición con anterioridad, que también lo celebraron como un triunfo de ellos sobre este Gobierno.
A quienes estamos convencidos de la iniquidad intrínseca de Sánchez, no nos va a confundir la supuesta “carta de amor” de este cateto personaje a su Begoña amada, redactada de su “puño y letra” (con sus tradicionales errores y faltas gramaticales) y exceso de egolatría.
Recuerdo con nostalgia la época en la que uno terminaba sus estudios universitarios y metía de lleno la cabeza en el mundo laboral. Ya no había marchas atrás. Se terminaron para siempre esos años de universitario, nunca más ya repetibles. Las conversaciones sobre cultura, sobre política, sobre música. Los exámenes, los espacios de relajamiento en la pradera de césped recién cortado que rodeaba la Facultad, los vinos en Argüelles, las copas en Malasaña...
Tras su inicial construcción provisional, el Muro de Berlín acabó por convertirse en una pared de hormigón de entre 3,5 y 4 metros de altura, reforzado en su interior por cables de acero para así acrecentar su firmeza. Se organizó, asimismo, la denominada "franja de la muerte", formada por un foso, una alambrada, una carretera, sistemas de alarma, armas automáticas, torres de vigilancia y patrullas acompañadas por perros las 24 horas del día.
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