| ||||||||||||||||||||||
| ||||||||||||||||||||||
|
|
En 2010 Artur Mas disponía de 62 escaños cuando ahora las encuestas apenas le dan la mitad. Entonces CiU era una sólida coalición y hoy en día puede decirse que ya ni siquiera existe. Mas ha emprendido un camino hacia la radicalización política, cuyo primer perjudicado está siendo él mismo. Porque es radical defender declaraciones ilegales y unilaterales de secesión cuando ningún partido político en la Europa democrática defiende algo parecido.
Mas puede vestir con corbata y americana pero parece comportarse como un radical antisistema, con propuestas contra el estado, inviables y populistas, que sólo llevan a un callejón sin salida. Los catalanes nos merecemos de quien nos gobierna algo más de sensatez y “seny”.
Hace muchos años leí el que fue uno de los más celebres libros de Jesús Urteaga, “Siempre alegres”. Era un recordatorio, entonces elemental y fácil de entender, de que lo lógico para un cristiano es estar alegre. ¿Es lo mismo estar alegre que ser feliz? Pues sin duda podríamos encontrarnos con infinidad de matices y podríamos darle muchas vueltas.
Han pasado dos mil años, apenas 60 o 70 generaciones, de la aparición de Jesús en el Cenáculo ocho días después de la resurrección. Si el mundo vive, en gran medida, de espaldas a esta referencia, se debe a que el entusiasmo inicial de los discípulos se ha vuelto tibio.
Viernes día 10, veo en TV que en toda Europa se han visto auroras boreales. Como la imaginación es “la loca de la casa” y dado la proximidad del aniversario de Fátima día 13, recuerdo que la Santísima Virgen en Fátima dijo que si el mundo no dejaba de ofender a Dios, sería castigado con una guerra peor, estaba terminando la primera guerra mundial.
|