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Un poema de Esther Videgain

La compra de esa paz tan necesaria para el buen sosiego de la vida

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Esta paz comprada,
aquel viejo pasado alquilable por los saldos baratos de tu pasajero querer,
este falso sosiego del relajo de mi yo anterior dormido en mi frío ser.

Esta paz comprada,
reposa cuando mi tenue alma encuentra en mi otro yo más interno esa paz interior,
al fin estoy en ese limbo tan soñado y eternamente evadido del envoltorio de mi cansado corazón rojo.

Esta paz comprada,
no me deja esta helada noche dormir tranquilo por el estallido del disparo de aquel soldado,
aquél que murió ayer al caer el alba en la más defensa de su patria más fiel y noble.

Esta paz comprada,
me ha costado los ahorros de toda mi agitada existencia agotada por el penúltimo suspiro,
el último toque de queda ha sido esta dura noche tras la discusión entre los poderes de esta desidia sin tregua alguna, se masca la tragedia sin fin...

Esta paz comprada,
se firmó la negociación más trucada y trapera entre los habitantes falsamente felices por el falso amor verdadero,
se ha roto hoy este contrato de las buenas filosofías de vida...

Esta paz comprada,
ha sido siempre la odisea más dura de mi cruel destino,
el sino de mi extraña alquilada ventanita en la luna perdida en mi mirada, esa fortuna que me abandonó hace ya más de un largo lustro.

Al final de mis días me voy muy tranquilo...
he conseguido al final estar en paz conmigo mismo, una batalla muy peligrosa al caer al vació del abismo sin fin cada noche,
un saldo excesivamente caro por el odio y ese rencor tan avaro y mezquinamente negro.

La compra de esa paz tan necesaria para el buen sosiego de la vida

Un poema de Esther Videgain
Esther Videgain
miércoles, 17 de junio de 2015, 22:25 h (CET)
Esta paz comprada,
aquel viejo pasado alquilable por los saldos baratos de tu pasajero querer,
este falso sosiego del relajo de mi yo anterior dormido en mi frío ser.

Esta paz comprada,
reposa cuando mi tenue alma encuentra en mi otro yo más interno esa paz interior,
al fin estoy en ese limbo tan soñado y eternamente evadido del envoltorio de mi cansado corazón rojo.

Esta paz comprada,
no me deja esta helada noche dormir tranquilo por el estallido del disparo de aquel soldado,
aquél que murió ayer al caer el alba en la más defensa de su patria más fiel y noble.

Esta paz comprada,
me ha costado los ahorros de toda mi agitada existencia agotada por el penúltimo suspiro,
el último toque de queda ha sido esta dura noche tras la discusión entre los poderes de esta desidia sin tregua alguna, se masca la tragedia sin fin...

Esta paz comprada,
se firmó la negociación más trucada y trapera entre los habitantes falsamente felices por el falso amor verdadero,
se ha roto hoy este contrato de las buenas filosofías de vida...

Esta paz comprada,
ha sido siempre la odisea más dura de mi cruel destino,
el sino de mi extraña alquilada ventanita en la luna perdida en mi mirada, esa fortuna que me abandonó hace ya más de un largo lustro.

Al final de mis días me voy muy tranquilo...
he conseguido al final estar en paz conmigo mismo, una batalla muy peligrosa al caer al vació del abismo sin fin cada noche,
un saldo excesivamente caro por el odio y ese rencor tan avaro y mezquinamente negro.

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