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Cuando las cosas no funcionan conseguir ayuda no es debilidad, es inteligencia | |||
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La mayor parte de las parejas esperan y esperan... para buscar ayuda. Pasa demasiado
tiempo hasta que piden apoyo. A veces por vergüenza y de manera innecesaria sufren aislados y en secreto. Para la pareja el momento de pedir ayuda es cuando uno de vosotros, no los dos, la necesita. Antes de que las cosas empeoren llegar a un acuerdo favorece la intervención temprana del Terapéuta de Pareja, que va a impedir las discusiones dolorosas que se presenten más tarde.
En Africa una conocida sanadora y ritualista a la que oí: Malidona Salomé explicaba una costumbre de su país, en la tribu dagara de Burkina Faso, en el occidente de Africa. En la comunidad todos entienden que el bienestar de la tribu depende de la felicidad de cada una de las parejas. La totalidad de la tribu está a favor de la unión de las parejas. Y si ella intenta comunicar a su marido algo importante pero el marido no le presta atención, ella habla con sus amigas y sus amigas la aconsejan, y si él no responde directamente hablan con él. Llegado ese momento él suele estar motivado a actuar, y si no se resuelven las cosas, su esposa tendrá otro recurso acudir a los hombres de la tribu. Lo más común es que antes de enfrentarse con sus iguales el hombre se lo piense. ¿Qué ocurre? Que esto funciona en los dos sentidos. Y si es al revés, el marido utiliza el mismo apoyo que tiene a su disposición si la esposa se cierra a algo que él considera importante. Primero pide consejo a los hombres y luego éstos se econtrarán cara a acara con la esposa, y si no acudirá a las mujeres de la tribu como último recurso. Claro en Occidente esta práctica parece una gran invasión de la intimidad. A mi me parece un ejercicio de sabiduría este gran apoyo comunitario. Recuerdo a una mujer que en consulta me contó cómo deseaba con todas sus fuerzas llegar a su marido, y sentía frustración porque no podía hacerlo. Y me dijo: entramos en tal atasco que no se habría dado con la solución. Sólo como hicimos, incorporando la influencia de nuestros amigos y de la familia. Puede que sus consejos no sean útiles. Sabemos que necesitamos el amor de la familia y la compañía de los amigos, aunque las cosas funcionen. En las dificultades y tensiones de la vida necesitamos su apoyo de manera especial. En nuestra cultura algunos dicen que la pareja empieza situada en la cima de la montaña y luego va hacia abajo. Malidona nos habla de que en su tribu la pareja comienza en el pie de la montaña y todos los de la comunidad la empujan hacia la cima. La pareja sabia de hoy solicita la ayuda de los amigos, de los familiares y de los profesionales. En la vida hay puntos ciegos que todos tenemos y hay veces que la contribución objetiva de otras personas puede beneficiarnos. Y es que si la vida nos trata mal las personas queridas nos pueden ayudar a ponernos nuevamente en pie. Todos hemos oído hablar de un mito popular respecto del matrimonio, en el que si tu pareja te ama plenamente de manera incondicional no necesitas amor de nadie más. Es una idea errónea que ha sido fruto de muchos sufrimientos, desilusiones y grandes decepciones para muchas personas. Es cierto que el matrimonio puede ser una delicia que nos sane y nos estimule, pero ya es fantasía pensar que sólo eso nos llene la vida. Además necesitamos un buen trabajo, amigos, y que si hay soledad sea saludable. Necesitamos jugar y tener más experiencias para satisfacer nuestra alma. Con expectativas que se alejen de lo real podemos sufrir una decepción. En la consulta recibo a Gloria y a Paco están casados y con dos hijos pequeños. Gloria está muy enamorada de Paco pero después de un tiempo de no corresponder a sus demostraciones de cariño, empezó a preocuparse y lo comentó con Paco, pero él no reconoció haber perdido el interés por ella. Gloria estaba convencida de que no era así. Hizo todo lo que pudo para mostrarse más atractiva pero no funcionaron sus intentos. Por fin Paco le habló de que había tenido varias relaciones homosexuales desde que eran matrimonio. Gloria estaba destrozada, nunca había imaginado que su pareja fuera gay. Los dos sabían que su matrimonio no podía salvarse, que no debían continuar. Tomaron la decisión de seguir caminos separados. Paco se sinceró con sus familia y amigos más próximos. Gloria y Paco tuvieron que hablar para poder reparar esa relación tan dañada y compartir una relación armónica con los dos niños. Ella aceptó que Paco estaba libre de culpa por ser gay, porque no podía elegir su orientación sexual. Además antes de haberse casado él no se permitió reconocer sus deseos homosexuales. Gloria después de múltiples conversaciones llegó a entender el terror a decir la verdad que él sentía, en esta sociedad llena de prejuicios. Pasaron por un periodo de recuperación emocional que les dió la capacidad de ser amigos y de seguir cultivando una amistad que no ha cesado. Ana de Calle. Sexóloga y Terapéuta de Pareja www.elsexoesvida.com +34 639 555 994 Autora de 'El sexo magia para tu cuerpo' |
En las últimas décadas, la depilación de la zona genital ha pasado de ser una práctica ocasional a convertirse en un hábito extendido en gran parte de la población, especialmente entre mujeres jóvenes y, cada vez más, entre hombres. El ideal estético promovido por la moda, la industria pornográfica y las redes sociales ha normalizado la eliminación total o parcial del vello púbico, asociándolo a limpieza, atractivo o modernidad.
Con la llegada del verano, las vacaciones y el aumento de las relaciones sexuales esporádicas, las infecciones de transmisión sexual (ITS) experimentan cada año un repunte significativo, habiéndose incrementado en un 1.073% entre 2012 y 20191. En este contexto, aunque los hombres registraron más casos, el aumento fue mayor en mujeres.
La aceptación es el primer paso hacia la curación. La psicoterapia es una herramienta fundamental y transformadora. La medicación o la fisioterapia pueden aliviar síntomas durante un tiempo, pero solo el trabajo psicológico aborda las raíces del malestar. Salir de un episodio de ansiedad o depresión no es el final del camino, sino el inicio de una nueva etapa: la del cuidado consciente para prevenir recaídas.
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