El pasado 13 de abril tuvo lugar en el colegio del Paseo Rosales de Molina de Segura (Murcia) un acto sectorial entre Eduardo Contreras Linares, alcalde de la ciudad, y empresarios y asociaciones de hosteleros y comerciantes.

Con un formato novedoso y fresco, el acto consistió en una breve intervención por parte del alcalde que dio paso a un interesante debate en el que los asistentes pudieron plantear sus inquietudes, en clara consonancia con la voluntad política del Partido Popular, con Eduardo a la cabeza, de alcanzar un Ayuntamiento cada vez más transparente y participativo puesta en marcha a lo largo de esta legislatura.

Eduardo Contreras Lineras, pasado, presente y futuro
Al inicio de su intervención, el actual alcalde y candidato explicó el motivo y objeto del acto, que no es otro que “identificar al sector dentro de una política local inclusiva para Molina, así como contar con los emprendedores para llevarla a cabo”, que hasta ahora había sido imposible de llevar a cabo debido a la necesidad de sanear las cuentas públicas, de mantener los servicios públicos, y de atender a quienes más ayudan necesitan como consecuencia de la crisis.

Aunque Eduardo no hizo balance de su legislatura como tal, sí ofreció algunas pinceladas de interés sobre algunos de los mayores logros de esta legislatura para el sector, tales como la creación de infraestructuras, o la peatonalización de áreas, por la que apuesta decididamente.

Acto seguido, el alcalde enumeró con acierto los que, desde el Ayuntamiento, se sienten como los principales problemas de los emprendedores, y que son: la alta presión fiscal, necesaria en momentos de crisis para sanear cuentas y mantener servicios necesarios; la burocracia, sobre la que ofreció ejemplos que muestran que el Ayuntamiento de Molina es ágil en sus gestiones con el ciudadano; y la necesidad de realizar más actividades municipales que atraigan turismo del que luego saque partido la iniciativa privada.

Con un discurso ilustrativo, el actual alcalde explicó a los asistentes el funcionamiento de las inversiones locales, que, afirmó, están obligadas a ser sostenibles por parte del Ministerio de Hacienda y que, por tanto, han quedado en el tintero muchas buenas propuestas. Asimismo, no dejó de hacer hincapié en la necesidad de la buena gestión que dé cómo resultado unas cuentas saneadas, al tiempo que recordó que, por ende, una mayor inversión requiere de mayores impuestos.

Finalmente, propuso la creación de una Concejalía de Emprendedores cuya cartera tendría que asumir personalmente el acalde, y apostó abiertamente por seguir trabajando en el proyecto Smart City (Ciudad Inteligente); asimismo, manifestó su deseo y voluntad de seguir trabajando mano a mano con los ciudadanos para conseguir unos presupuestos participativos en los que “[los ciudadanos] invadan los presupuestos” para dar voz a las exigencias sociales reales.

Debate, los comerciantes toman la palabra
En líneas generales, todas las intervenciones hicieron referencia a los problemas desglosados previamente por Eduardo Contreras Linares, que contestó a todas ellas con ejemplos y explicaciones, y que se mostró, en la mayoría de los casos, interesado por propuestas concretas.

Así, la mayoría de los interventores acusaron la falta de actividades culturales y de ocio, tales como ferias del comercio, del libro, concursos, etc.; la falta de publicidad y de oferta turística; y reclamaron mayor inversión económica al Ayuntamiento. Además, asociaciones como Compro hicieron ver la carencia de plazas de aparcamiento en la ciudad, la pérdida de competitividad, el mal estado de algunas fachadas, calles y aceras; y, para sorpresa de todos los asistentes, incluso la falta de urbanidad y las carencias en educación vial, a lo que Eduardo respondió, en primer lugar, con una defensa de Molina de Segura, apostando por una mayor peatonalización de la ciudad, y asegurando que gran parte de la educación de los individuos se recibe en casa por muchas campañas cívicas que realice el consistorio. Asimismo, recordó que una política vial más represiva supone más multas para los conductores.

Por otro lado, los participantes preguntaron al alcalde por asuntos más económicos. Concretamente, centraron sus comentarios en la fiscalidad y el precio del agua, y plantearon sus dudas acerca de cómo se realiza el callejero fiscal. Eduardo respondió a todas las preguntas y reaseguró que se pueden contemplar rebajas fiscales, hasta ahora necesariamente imposibles, siempre que no supongan dejar sin servicios a los ciudadanos, y que se comprometía a escuchar las necesidades reales de los comerciantes a este respecto.

Finalmente, frente a las quejas por no tener habilitado Molina un espacio para botellones y el conflicto de intereses entre ciudadanos y comerciantes por la celebración de festejos, el alcalde abrió la posibilidad de estudiar propuestas individuales y afirmó que, en una ciudad, todos debemos aprender a convivir. Hizo, asimismo, una defensa de la policía ante algunas críticas recibidas aunque aseguró que no se tolerarían abusos por parte de nadie si es que se diera el caso de haberlos. Su intervención terminó como empezó: siendo un llamamiento a todos los molinenses a participar activamente en las labores presupuestarias, políticas, sociales y culturales de Molina de Segura y su Ayuntamiento.