Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Cartas al director

San Urbez o El Apotegma

Venancio Rodríguez, Zaragoza
Lectores
martes, 11 de agosto de 2020, 08:55 h (CET)

Cuenta una antigua leyenda que, frente a Bara, un depravado gigante llamado Tozal de Guara, tenía estremecidos a los aldeanos del contorno. Pues, el licencioso titan, exigía el sacrificio anual de una doncella... Por este motivo, la zona se estaba despoblando. Reunieronse los habitantes de Bara, Miz, Bibán y Binueste, para poner coto a los desmanes del engendro. Y, después de darle muchas vueltas, decidieron contratar los servicios de un paladín para que les librara de aquella maldición. Con este propósito contrataron a un escuálido ermitaño llamado Urbez, que tenía fama de librar grandes proezas Al día siguiente de firmar el contrato, el anacoreta pidió cita para hablar con la bestia: quería convencerla por las buenas de que entrara en razón. Y, tan poderosos fueron los argumentos que Urbez esgrimió, que no le quedó otra al cíclope que rendirse. Dijo de este modo: "No puedo más, no sigas con este suplicio, ¡por el amor de Dios! Prefiero que hagas croquetas conmigo”. Mas, blandiendo sus razonamientos cual espada de doble filo; Urbez, dijo: "Está bien, no te martirizaré por más tiempo, pero, me has de jurar que no te pasarás un ápice con la gente”. En ese momento, el endriago cayó de rodillas suplicando compasión de esta guisa:" Té lo juro por la gloria de mi madre!” A partir de aquel día, a Urbez lo hicieron santo. No obstante, debido a la revolución industrial, la poca juventud que quedaba en aquellas aldeas emigró a las grandes urbes. Quedando así la Sierra de Guara deshabitada. Cumpliéndose así el famoso apotegma; que dice:" No hay más monstruo que lo inevitable".

Noticias relacionadas

“El poder y el dinero todo lo corrompe”. Esta afirmación, que podría parecer una sentencia amarga o una exageración pesimista, se revela cada vez más como una radiografía certera del tiempo que habitamos. Nunca antes habíamos tenido tantos recursos tecnológicos, tanto conocimiento científico, tantas herramientas para construir un mundo justo y sostenible. Y, sin embargo, el presente se parece más a una distopía en cámara lenta que a un avance hacia la equidad y la paz.

Cada mañana, a primera hora, puedo observar cómo un tractor se ocupa de limpiar las playas de mi paraíso particular a fin de dejarlas tersas e impolutas. Coincide su paso por mis “dominios” con la caminata matutina que aprovecho para pensar. Su presencia y actividad, me da ideas que me invitan a imitarle. Me inspiran para intentar realizar en mi mente una labor similar a la que el tractor efectúa cada jornada.

En la vida siempre he sido pragmático, es decir, he procurado ser práctico, y ser práctico te conduce a ser útil. Cuando eres joven y estás estudiando, puedes tener toques idealistas, es normal, pero siempre había algún profesor que “te advertía” que uno siempre acaba siendo práctico y “amas” ser práctico.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto