Al menos 13 personas están siendo retenidas en una cafetería de
Sidney, donde se ha visto una bandera islámica a través de la ventana.
La Policía han confirmado que se trata de "un incidente armado" y que un
equipo de negociadores "está intentando mantener contacto" con las
personas que se encuentran en el interior del local.
Además, la ópera de Sidney ha sido evacuada al encontrarse un
paquete sospechoso y se ha dado orden de redirigir el espacio aéreo de la
ciudad, según la oficina del viceprimer ministro, a pesar de que las
operadoras han informado a Reuters de que, de momento, el aeropuerto de Sídney
funciona con normalidad.
"INCIDENTE ARMADO"
Las autoridades han instado a la población a evitar la zona de Martin Place, donde se
encuentra la cafetería, situada cerca de varios bancos y la sede del Banco de la Reserva
de Australia (RBA).
Varias personas han sido vistas a través de la cristalera del local con las manos en alto,
donde también se ha localizado una bandera negra con una frase en árabe. Por el
momento se desconoce si pertenece al Estado Islámico, según los medios locales.
El área ha sido acordonada y hay una amplia presencia policial.
Como respuesta al incidente, el primer ministro australiano, Tony Abbott, ha convocado
una reunión de urgencia del Comité de Seguridad Nacional y ha calificado de
"profundamente preocupante" la situación, aunque ha subrayado la profesionalidad de las
fuerzas de seguridad en su comunicado.
DETENCIONES DE LA LUCHA ANTITERRORISTA
Antes de que se tuviera constancia de este incidente, la Policía australiana arrestó este
lunes a un hombre, con domicilio en Sídney, en el marco de una operación para cortar la
red de tráfico de capital y combatientes por la que decenas de australianos han viajado a
Siria y a Irak para combatir a grupos milicianos islamistas.
Las autoridades no han confirmado si ambos sucesos están relacionados.
El detenido, un varón de 25 años de edad, era objetivo concretamente de una
investigación en torno a un presunto ataque terrorista que iba a tener lugar en suelo
australaiano, según ha informado a Reuters la Policía Federal Australiana en un
comunicado.