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​Participemos en todos los movimientos a favor de los trabajadores autónomos, porque nos estamos jugando el futuro no solo nuestro, sino del de nuestros hijos, nietos y futuras generaciones

Autónomos: ¿los nuevos esclavos?

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En unos días, en España, se va a producir un evento de gran relevancia: por primera vez, los trabajadores autónomos van a salir a las calles y plazas de España, a reclamar lo que les corresponde por justicia y dignidad y que se les niega reiteradamente. Al parecer, los actuales gobernantes, no saben lo que tienen delante: el autónomo, es el auténtico creador de riqueza, no como ellos que solo saben vivir del sueldo subvencionado. Se convierten en funcionarios, eso si después de unos estudios y un poco de “enchufe”, su vida cambia, siendo España, el país de la Unión Europea, con mayor numero de funcionarios. Es un mal endémico, heredado de las corrientes políticas del siglo XVIII, conocido como periodo ilustrado, dónde todo aquel que tenía unos estudios superiores, acababa perteneciendo al cuerpo funcionarial, lo que provocaría más de una bancarrota estatal.

Pero volvamos nuestros ojos sobre el autónomo. Es el creador de la riqueza nacional, ya que quien mueve la economía es el pequeño y mediano empresario, autónomo, que levanta la persiana de su negocio, haga frío o calor extremo; tenga algún padecimiento o enfermedad; deba resolver determinados papeles o simplemente su compromiso con el resto de la sociedad le hace abrir a diario. Eso si, su jornada laboral no es de 8 horas. Podemos contarlas en 14 o más. Cuando tiene que cerrar un negocio, por lo general pide un crédito, siendo sus avales los familiares y sus bienes personales, ya que la banca no confía en su trabajo, a pesar que sea lo que nos venden en la publicidad, engañosa, pero real. Los bancos, prestan, pero deben tener garantías, de lo contrario nunca va a tener la posibilidad de financiarse.

En la vida del autónomo, todo son apreturas: no sabe si el producto en el que ha puesto toda su ilusión tendrá el éxito que merece; los proveedores aprietan en los plazos de pago; las empresas de comunicación y publicidad, son las que sufren los rigores de la crisis actual, ya que son las últimas en cobrar; los carburantes están muy caros, los seguros ni te cuento, los plazos de la hipoteca siempre los tenemos ahí, el alquiler del local, la revisión de la furgoneta, la puesta a punto, y para coronar el pastel, el pago a la seguridad social y a haciendo del 21% de IVA. Encima, los recibos habituales: luz, teléfono, agua, gas, mantenimiento, los intereses de los bancos … todo se junta. Es la torre de Babel diaria del trabajador autónomo. Parece como si la esclavitud, no hubiera sido abolida, siendo el esclavo de su propio comercio o negocio. Al trabajador autónomo, no se le reconocen los mismos derechos que al resto de los asalariados.

No tiene horarios, ni fechas, ni momentos para compartir con sus familiares y allegados. Es quizás, la nueva forma de crear esclavos, ya que se le niega su derecho al trabajo digno.

¿Que podemos hacer? Lo primero, es no tener las cargas impositivas y fiscales que soportamos todos los españoles. Tengas o no negocio, la Administración no te va a perdonar ni una pizca. No recibes más que puyazos, porque a pesar de lo que te digan, una cosa es el discurso y otra la puesta en práctica. Lo hemos podido comprobar en éstos días de pandemia: el 92% de las solicitudes de ayudas a los trabajadores autónomos, han sido denegadas por el Ayuntamiento de Valencia. ¿Que podemos esperar de cualquiera de los políticos actuales? Unos vivieron de la corrupción y los pelotazos, de subvencionar medios de comunicación, de promover eventos, que solo en comisiones revertían en sus bolsillos particulares, en forma de relojes, trajes, bolsos, cuadros, etc. Ahora, viven de hacer proyectos inútiles: carriles-bici, crear lineas en le EMT, sin sentido; poner patas arriba las calles y plazas de la ciudad; llenarlas de maceteros -por cierto que las plantas se van a morir, ya que no se ha previsto ponerles agujeros para que desagüe el riego-, y sobre todo vivir solo de la administración pública, ya que según ellos es lo público y no lo privado, lo que se debe potenciar.

Por si fuera poco, por culpa de la pandemia -guerra bacteriológica encubierta-, asistimos a la caída del turismo, nuestra primera industria nacional. No podemos celebrar eventos, conciertos, ferias, en definitiva todo lo que mueve al turismo. La promoción del ocio, la apertura de discotecas, salas de baile, terrazas, espacios donde poder distraernos, pasar las noches de verano, tomar el fresco viendo una buena película en la playa, reunirte con los familiares y amigos a disfrutar de los meses de buen tiempo: todo lo tenemos prohibido y limitado.

¿Que nos está sucediendo? Si el dinero no circula, la vida de la sociedad acaba hundiéndose, y entonces el Estado, quiebra. Si el trabajador autónomo, no tiene las garantías suficientes como para hacer mover el dinero circundante, el computo general, no va a poder seguir existiendo. Esto provoca incertidumbre, zozobra, depresiones y sobre todo sale dañada la imágen del conjunto del país que lo sufre. ¿Por que no se han cobrado los ERTES? Seguro que los diseñadores de lao maceteros ya han cobrado, pero para pagar lo que les corresponde a los trabajadores por derecho propio, para eso no hay dinero. ¡Que casualidad!

Participemos en todos los movimientos a favor de los trabajadores autónomos, porque nos estamos jugando el futuro no solo nuestro, sino del de nuestros hijos, nietos y futuras generaciones. Hagámoslo, pensando siempre que nadie nos ha regalado nada, que nuestra España, saldrá de la crisis, con el trabajo de los autónomos, el motor de la nueva sociedad.

Autónomos: ¿los nuevos esclavos?

​Participemos en todos los movimientos a favor de los trabajadores autónomos, porque nos estamos jugando el futuro no solo nuestro, sino del de nuestros hijos, nietos y futuras generaciones
Manuel Ibañez Ferriol
jueves, 25 de junio de 2020, 08:34 h (CET)

En unos días, en España, se va a producir un evento de gran relevancia: por primera vez, los trabajadores autónomos van a salir a las calles y plazas de España, a reclamar lo que les corresponde por justicia y dignidad y que se les niega reiteradamente. Al parecer, los actuales gobernantes, no saben lo que tienen delante: el autónomo, es el auténtico creador de riqueza, no como ellos que solo saben vivir del sueldo subvencionado. Se convierten en funcionarios, eso si después de unos estudios y un poco de “enchufe”, su vida cambia, siendo España, el país de la Unión Europea, con mayor numero de funcionarios. Es un mal endémico, heredado de las corrientes políticas del siglo XVIII, conocido como periodo ilustrado, dónde todo aquel que tenía unos estudios superiores, acababa perteneciendo al cuerpo funcionarial, lo que provocaría más de una bancarrota estatal.

Pero volvamos nuestros ojos sobre el autónomo. Es el creador de la riqueza nacional, ya que quien mueve la economía es el pequeño y mediano empresario, autónomo, que levanta la persiana de su negocio, haga frío o calor extremo; tenga algún padecimiento o enfermedad; deba resolver determinados papeles o simplemente su compromiso con el resto de la sociedad le hace abrir a diario. Eso si, su jornada laboral no es de 8 horas. Podemos contarlas en 14 o más. Cuando tiene que cerrar un negocio, por lo general pide un crédito, siendo sus avales los familiares y sus bienes personales, ya que la banca no confía en su trabajo, a pesar que sea lo que nos venden en la publicidad, engañosa, pero real. Los bancos, prestan, pero deben tener garantías, de lo contrario nunca va a tener la posibilidad de financiarse.

En la vida del autónomo, todo son apreturas: no sabe si el producto en el que ha puesto toda su ilusión tendrá el éxito que merece; los proveedores aprietan en los plazos de pago; las empresas de comunicación y publicidad, son las que sufren los rigores de la crisis actual, ya que son las últimas en cobrar; los carburantes están muy caros, los seguros ni te cuento, los plazos de la hipoteca siempre los tenemos ahí, el alquiler del local, la revisión de la furgoneta, la puesta a punto, y para coronar el pastel, el pago a la seguridad social y a haciendo del 21% de IVA. Encima, los recibos habituales: luz, teléfono, agua, gas, mantenimiento, los intereses de los bancos … todo se junta. Es la torre de Babel diaria del trabajador autónomo. Parece como si la esclavitud, no hubiera sido abolida, siendo el esclavo de su propio comercio o negocio. Al trabajador autónomo, no se le reconocen los mismos derechos que al resto de los asalariados.

No tiene horarios, ni fechas, ni momentos para compartir con sus familiares y allegados. Es quizás, la nueva forma de crear esclavos, ya que se le niega su derecho al trabajo digno.

¿Que podemos hacer? Lo primero, es no tener las cargas impositivas y fiscales que soportamos todos los españoles. Tengas o no negocio, la Administración no te va a perdonar ni una pizca. No recibes más que puyazos, porque a pesar de lo que te digan, una cosa es el discurso y otra la puesta en práctica. Lo hemos podido comprobar en éstos días de pandemia: el 92% de las solicitudes de ayudas a los trabajadores autónomos, han sido denegadas por el Ayuntamiento de Valencia. ¿Que podemos esperar de cualquiera de los políticos actuales? Unos vivieron de la corrupción y los pelotazos, de subvencionar medios de comunicación, de promover eventos, que solo en comisiones revertían en sus bolsillos particulares, en forma de relojes, trajes, bolsos, cuadros, etc. Ahora, viven de hacer proyectos inútiles: carriles-bici, crear lineas en le EMT, sin sentido; poner patas arriba las calles y plazas de la ciudad; llenarlas de maceteros -por cierto que las plantas se van a morir, ya que no se ha previsto ponerles agujeros para que desagüe el riego-, y sobre todo vivir solo de la administración pública, ya que según ellos es lo público y no lo privado, lo que se debe potenciar.

Por si fuera poco, por culpa de la pandemia -guerra bacteriológica encubierta-, asistimos a la caída del turismo, nuestra primera industria nacional. No podemos celebrar eventos, conciertos, ferias, en definitiva todo lo que mueve al turismo. La promoción del ocio, la apertura de discotecas, salas de baile, terrazas, espacios donde poder distraernos, pasar las noches de verano, tomar el fresco viendo una buena película en la playa, reunirte con los familiares y amigos a disfrutar de los meses de buen tiempo: todo lo tenemos prohibido y limitado.

¿Que nos está sucediendo? Si el dinero no circula, la vida de la sociedad acaba hundiéndose, y entonces el Estado, quiebra. Si el trabajador autónomo, no tiene las garantías suficientes como para hacer mover el dinero circundante, el computo general, no va a poder seguir existiendo. Esto provoca incertidumbre, zozobra, depresiones y sobre todo sale dañada la imágen del conjunto del país que lo sufre. ¿Por que no se han cobrado los ERTES? Seguro que los diseñadores de lao maceteros ya han cobrado, pero para pagar lo que les corresponde a los trabajadores por derecho propio, para eso no hay dinero. ¡Que casualidad!

Participemos en todos los movimientos a favor de los trabajadores autónomos, porque nos estamos jugando el futuro no solo nuestro, sino del de nuestros hijos, nietos y futuras generaciones. Hagámoslo, pensando siempre que nadie nos ha regalado nada, que nuestra España, saldrá de la crisis, con el trabajo de los autónomos, el motor de la nueva sociedad.

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