Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Pandemia | Populismo | Marxismo
El engendro que trata de hacer aprobar la ministra confirma la idea de que todo puede empeorarse

​Una nueva Ley de Educación

|

Cuando comenzaba el siglo XX se creó el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes que subsistió hasta 1939 en que pasó a denominarse Ministerio de Educación Nacional hasta 1966. Después se ha titulado de diversas maneras: Educación y Ciencia, Educación y Universidad, Educación, Cultura y Deporte, etc.

Posiblemente los que lo pensaron por primera vez comprendieron que el Estado debía garantizar la Instrucción pero la Educación era cosa de los padres, la parroquia o el colegio religioso. Instruir es transmitir conocimientos útiles para la vida, desde leer y escribir a las cuatro reglas para sumar, restar, multiplicar y dividir. Con estos conocimientos podía irse adentrando en las matemáticas, la geografía y la historia, una preparación para hacer el ingreso y comenzar el viejo y venerable bachillerato cuya superación abría las puertas de la Universidad o la Formación Profesional.

Todo esto, a fuerza de leyes de escasa duración, nos ha llevado hasta el momento actual en el que una ministra “iluminada”, la Sra. Celaá, quiere hacer una nueva ley de educación y comienza por negar que los hijos sean de sus padres y que es al Estado a quien corresponde educar, más bien en adoctrinar a los niños y los jóvenes, dentro del más rancio neomarxismo.

Los valores de esta nueva educación tienden a la comodidad y no al esfuerzo, a la exigencia de derechos y relativización de los deberes, proclamando que nadie se quede atrás, se desprecia el talento. Se promueve el hedonismo, la búsqueda del placer desde las más tempranas edades y la abolición de todas las reglas, especialmente las religiosas. Tenemos más licenciados que nunca que han llegado con la nota de “progresa adecuadamente”,

La historia se retuerce hasta hacerla irreconocible. (Nadie ha reivindicado la labor de España en América). Se pueden hacer doctorados, tesis y másteres de encargo que no sirven para nada. Su pueden multiplicar las universidades hasta el infinito pero sin que ninguna destaque por su excelencia. Los cerebros más brillantes huyen de España y buscan acogida en Universidades europeas y americanas en las que puedan desarrollarse.

No nos gobiernan los mejores cerebros sino los mediocres que han sabido acogerse a la sombra de partidos (o partidas) donde disfrutar de las prebendas del presupuesto, mero populismo que habla de la ecología y el medio ambiente, pero que no ha sido capaz de contar los muertos de la reciente pandemia.

La Constitución vigente en el número 3 del artículo 27 establece que los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones. ¿Cómo casa esto con la afirmación de la Sra. Celaá de que los niños no son de los padres? ¿Sobra la Constitución del 78 o la ministra?

Para hacer posible los deseos populistas de esta ministra van derechos a la eliminación de la enseñanza concertada y hasta la educación especial para niños con discapacidad. Si no hay más escuelas que las estatales nadie podrá elegir.

Avanzamos a pasos agigantados hacia la imposición dictatorial de este gobierno social-comunista, que odia la libertad, ignora la historia, no defiende la lengua común de todos los españoles, inculca, desde los tiempos de ZP, la educación afectivo-sexual y persigue a quienes se opongan a la ideología de género y al feminismo feroz.

¡Menudo futuro nos espera!

​Una nueva Ley de Educación

El engendro que trata de hacer aprobar la ministra confirma la idea de que todo puede empeorarse
Francisco Rodríguez
martes, 23 de junio de 2020, 08:06 h (CET)

Cuando comenzaba el siglo XX se creó el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes que subsistió hasta 1939 en que pasó a denominarse Ministerio de Educación Nacional hasta 1966. Después se ha titulado de diversas maneras: Educación y Ciencia, Educación y Universidad, Educación, Cultura y Deporte, etc.

Posiblemente los que lo pensaron por primera vez comprendieron que el Estado debía garantizar la Instrucción pero la Educación era cosa de los padres, la parroquia o el colegio religioso. Instruir es transmitir conocimientos útiles para la vida, desde leer y escribir a las cuatro reglas para sumar, restar, multiplicar y dividir. Con estos conocimientos podía irse adentrando en las matemáticas, la geografía y la historia, una preparación para hacer el ingreso y comenzar el viejo y venerable bachillerato cuya superación abría las puertas de la Universidad o la Formación Profesional.

Todo esto, a fuerza de leyes de escasa duración, nos ha llevado hasta el momento actual en el que una ministra “iluminada”, la Sra. Celaá, quiere hacer una nueva ley de educación y comienza por negar que los hijos sean de sus padres y que es al Estado a quien corresponde educar, más bien en adoctrinar a los niños y los jóvenes, dentro del más rancio neomarxismo.

Los valores de esta nueva educación tienden a la comodidad y no al esfuerzo, a la exigencia de derechos y relativización de los deberes, proclamando que nadie se quede atrás, se desprecia el talento. Se promueve el hedonismo, la búsqueda del placer desde las más tempranas edades y la abolición de todas las reglas, especialmente las religiosas. Tenemos más licenciados que nunca que han llegado con la nota de “progresa adecuadamente”,

La historia se retuerce hasta hacerla irreconocible. (Nadie ha reivindicado la labor de España en América). Se pueden hacer doctorados, tesis y másteres de encargo que no sirven para nada. Su pueden multiplicar las universidades hasta el infinito pero sin que ninguna destaque por su excelencia. Los cerebros más brillantes huyen de España y buscan acogida en Universidades europeas y americanas en las que puedan desarrollarse.

No nos gobiernan los mejores cerebros sino los mediocres que han sabido acogerse a la sombra de partidos (o partidas) donde disfrutar de las prebendas del presupuesto, mero populismo que habla de la ecología y el medio ambiente, pero que no ha sido capaz de contar los muertos de la reciente pandemia.

La Constitución vigente en el número 3 del artículo 27 establece que los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones. ¿Cómo casa esto con la afirmación de la Sra. Celaá de que los niños no son de los padres? ¿Sobra la Constitución del 78 o la ministra?

Para hacer posible los deseos populistas de esta ministra van derechos a la eliminación de la enseñanza concertada y hasta la educación especial para niños con discapacidad. Si no hay más escuelas que las estatales nadie podrá elegir.

Avanzamos a pasos agigantados hacia la imposición dictatorial de este gobierno social-comunista, que odia la libertad, ignora la historia, no defiende la lengua común de todos los españoles, inculca, desde los tiempos de ZP, la educación afectivo-sexual y persigue a quienes se opongan a la ideología de género y al feminismo feroz.

¡Menudo futuro nos espera!

Noticias relacionadas

Un 23 de abril de 1934, según el diario El Mundo de Buenos Aires, la Sociedad de las Naciones había desmentido actos de canibalismo en las tropas bolivianas que combatían en el Chaco. El New York Times había publicado trascendidos que circulaban en La Paz, dando cuenta de que nativos del Chaco, sin ningún respeto,  habían matado y devorado a oficiales bolivianos, en protesta por el reclutamiento forzozo de los pueblos originarios.

Tenemos un país donde miles de personas votan a asesinos. Algo no está bien. Adoctrinados en el odio a España, desde pequeños, votan. El problema es que representan el 0,7% pero influyen en España al 100%. Poco que hacer. Puede ir a peor. Aficiones y aflicciones del personal de allí, allá o acullá; y el de aquí. Por lo que hay y pueda ocurrir, el resultado importa. En el País Vasco sobre todo, también en el resto de España y en la UE.

Las  conductas de riesgo son aquellos comportamientos que implican un efecto placentero inmediato pero carecen de una valoración de las consecuencias posteriores. Es preciso comprender que son los mecanismos cognitivos los que guían al adolescente y joven a la asunción de conductas de riesgo.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto