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Baloncesto
Etiquetas | Real Madrid | UNICS KAZÁN | Euroliga
El poderío interior de D’or Fisher (25 puntos) y el excelso acierto exterior de Jerrells (23 puntos) acaban con la racha de 20 meses invictos (21 partidos europeos) en casa del cuadro de Laso.

El Real Madrid encalla ante el Unics Kazán (75-85)

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Ficha técnica
75- Real Madrid: lull (8); Carroll (4), Nocioni (11), Ayón (10) y Boroussis (5) -quinteto titular- Sergio Rodríguez (12), Reyes (8), Maciulis (6), Rivers (3), Mejri (4) y Slaughter (4)..
85 – Unics Kazán Zisis (8), Langford (14), White (11), Fischer (25) y Kaimakoglu (2) -quinteto inicial- Jerrells (23), Bykov (2), Sanikidze(-), Antipov (-) y Gubanov (-).
Parciales: 22-23, 24-19, 15-26 y 14-17.
Árbitros: Viator (FRA), Chiari (ITA) y Vojinovic (SRB).
Incidencias: Séptima jornada correspondiente a la fase regular de Euroliga, disputado en el Palacio de los Deportes (Madrid) ante 8.249 espectadores.
Nada es eterno. El Real Madrid se reencontró con el amargo sabor del tropiezo en un encuentro de Euroliga disputado ante sus aficionados. Hacía 20 meses desde su última derrota en casa, a manos del Panathinaikos (73-74). Desde entonces, 21 victorias consecutivas. Intratable durante la pasada temporada y desde el aterrizaje de Pablo Laso en el banquillo: sólo tres derrotas caseras en la máxima competición. El Unics Kazán acabó con todos estos registros. El cuadro ruso descompuso a un Real Madrid bastante irreconocible. Se movió en registros irreconocibles, con más dudas que certezas e incapaz de encontrar un antídoto contra dos contrarios: el viejo conocido D’or Fisher y el francotirador Curtis Jerrells. Ambos acabaron con el Real Madrid, aplazando, consecuentemente, su pasaporte para la siguiente fase de Euroliga.

Las derrotas no suelen ser consecuencia de un giro inesperado de los acontecimientos. Hay factores que avisan del desenlace de un encuentro, ya sea fútbol o baloncesto. El Real Madrid hincó su rodilla ante el Unics Kazán nada más empezar el partido. La puesta en escena lo resume: 7-14. Pero más que el marcador el encontrarse con un equipo carente de intensidad defensiva y de cierta prisa en ataque. No fue un buen arranque. Otro dato más que interesante estaba en D’or Fisher, con 12 puntos consecutivos y dando más que dolores de cabeza a los hombres altos del Real Madrid. El futuro no pintaba de color de rosas. Laso movió el banquillo tratando de despertar a un dormido colectivo. Los tiradores se fueron al banquillo; entraron las fuerzas físicas.

La aparición de Rivers, Maciulis y Reyes (7 puntos y 4 rebotes de entrada) entonó al Real Madrid. Se apretaron las tuercas del engranaje defensivo y se empezó a correr en ataque y encontrar mejores posiciones de tiro, máxime tras la entrada de Sergio Rodríguez. El canario empezó a repartir magia con pases tan inverosímiles como preciosos. El Real Madrid carburaba coincidiendo con el descanso de D’or Fisher y de su escudero Langford. El parcial del Real Madrid fue abrumador: 15-3 que volteó el marcador hasta un 27-24. Encendido el motor y el baloncesto de brillantez sólo restaba confirmar el despeje y asegurarse el billete hacia la próxima fase de Euroliga. No fue posible. El Real Madrid desapareció del mapa en una horripilante segunda parte. Hubo un apagón generalizado. Una desconexión completa. Como hacía años que no se veía en el Palacio de los Deportes, en cuanto a Euroliga se refiere. Para más problemas, el Unics Kazán decidió desplegar todas sus artes de juego colectivo: unos contra uno, máxima intensidad en cada acción, rápido movimientos del balón y una efectividad difícilmente de detener. La sangría era clara en el Real Madrid.

Jerrells se une a la fiesta de D’or Fisher
D’or Fisher continuó martilleando el aro y zona del Real Madrid. Nadie detenía a un viejo conocido de la parroquia madridista. El estadounidense firmó un encuentro de matrícula de honor con 25 puntos, 8 rebotes, 2 asistencias, cinco tapones y 33 de valoración. Mejor es imposible. Su venganza fue de órdago. Como deben der ser este tipo de acciones, todo sea dicho. A lo grande. A lo grande también fue la segunda parte de Curtis Jerrells, con 23 puntos, 8 rebotes, 5 asistencias y 31 de valoración. Su efectividad desde el perímetro con 5 triples consecutivos no deja lugar a debate alguno. Estaba inspirado y tampoco se encontró solución a detener esa sangría. Ya era por dentro y por fuera. El Real Madrid estaba en un mar de dudas. Defensivamente era un descontrol y ofensivamente… ofensivamente surgieron las habituales prisas por anotar. Laso buscó la heroica con Slaughter, en su posición de defensor alto. Ese descubrimiento, obtenido ante un CSKA de Messina, tampoco tuvo su efecto reparador. No llegó la canasta salvadora de Llull como sucedió en el cruce disputado en Kazán. El Real Madrid estaba encallado ante el Unics Kazán. La derrota se consumó y se aplazó la clasificación matemática para la próxima ronda europea.

El Real Madrid encalla ante el Unics Kazán (75-85)

El poderío interior de D’or Fisher (25 puntos) y el excelso acierto exterior de Jerrells (23 puntos) acaban con la racha de 20 meses invictos (21 partidos europeos) en casa del cuadro de Laso.
Rafael Merino
jueves, 27 de noviembre de 2014, 21:40 h (CET)
Ficha técnica
75- Real Madrid: lull (8); Carroll (4), Nocioni (11), Ayón (10) y Boroussis (5) -quinteto titular- Sergio Rodríguez (12), Reyes (8), Maciulis (6), Rivers (3), Mejri (4) y Slaughter (4)..
85 – Unics Kazán Zisis (8), Langford (14), White (11), Fischer (25) y Kaimakoglu (2) -quinteto inicial- Jerrells (23), Bykov (2), Sanikidze(-), Antipov (-) y Gubanov (-).
Parciales: 22-23, 24-19, 15-26 y 14-17.
Árbitros: Viator (FRA), Chiari (ITA) y Vojinovic (SRB).
Incidencias: Séptima jornada correspondiente a la fase regular de Euroliga, disputado en el Palacio de los Deportes (Madrid) ante 8.249 espectadores.
Nada es eterno. El Real Madrid se reencontró con el amargo sabor del tropiezo en un encuentro de Euroliga disputado ante sus aficionados. Hacía 20 meses desde su última derrota en casa, a manos del Panathinaikos (73-74). Desde entonces, 21 victorias consecutivas. Intratable durante la pasada temporada y desde el aterrizaje de Pablo Laso en el banquillo: sólo tres derrotas caseras en la máxima competición. El Unics Kazán acabó con todos estos registros. El cuadro ruso descompuso a un Real Madrid bastante irreconocible. Se movió en registros irreconocibles, con más dudas que certezas e incapaz de encontrar un antídoto contra dos contrarios: el viejo conocido D’or Fisher y el francotirador Curtis Jerrells. Ambos acabaron con el Real Madrid, aplazando, consecuentemente, su pasaporte para la siguiente fase de Euroliga.

Las derrotas no suelen ser consecuencia de un giro inesperado de los acontecimientos. Hay factores que avisan del desenlace de un encuentro, ya sea fútbol o baloncesto. El Real Madrid hincó su rodilla ante el Unics Kazán nada más empezar el partido. La puesta en escena lo resume: 7-14. Pero más que el marcador el encontrarse con un equipo carente de intensidad defensiva y de cierta prisa en ataque. No fue un buen arranque. Otro dato más que interesante estaba en D’or Fisher, con 12 puntos consecutivos y dando más que dolores de cabeza a los hombres altos del Real Madrid. El futuro no pintaba de color de rosas. Laso movió el banquillo tratando de despertar a un dormido colectivo. Los tiradores se fueron al banquillo; entraron las fuerzas físicas.

La aparición de Rivers, Maciulis y Reyes (7 puntos y 4 rebotes de entrada) entonó al Real Madrid. Se apretaron las tuercas del engranaje defensivo y se empezó a correr en ataque y encontrar mejores posiciones de tiro, máxime tras la entrada de Sergio Rodríguez. El canario empezó a repartir magia con pases tan inverosímiles como preciosos. El Real Madrid carburaba coincidiendo con el descanso de D’or Fisher y de su escudero Langford. El parcial del Real Madrid fue abrumador: 15-3 que volteó el marcador hasta un 27-24. Encendido el motor y el baloncesto de brillantez sólo restaba confirmar el despeje y asegurarse el billete hacia la próxima fase de Euroliga. No fue posible. El Real Madrid desapareció del mapa en una horripilante segunda parte. Hubo un apagón generalizado. Una desconexión completa. Como hacía años que no se veía en el Palacio de los Deportes, en cuanto a Euroliga se refiere. Para más problemas, el Unics Kazán decidió desplegar todas sus artes de juego colectivo: unos contra uno, máxima intensidad en cada acción, rápido movimientos del balón y una efectividad difícilmente de detener. La sangría era clara en el Real Madrid.

Jerrells se une a la fiesta de D’or Fisher
D’or Fisher continuó martilleando el aro y zona del Real Madrid. Nadie detenía a un viejo conocido de la parroquia madridista. El estadounidense firmó un encuentro de matrícula de honor con 25 puntos, 8 rebotes, 2 asistencias, cinco tapones y 33 de valoración. Mejor es imposible. Su venganza fue de órdago. Como deben der ser este tipo de acciones, todo sea dicho. A lo grande. A lo grande también fue la segunda parte de Curtis Jerrells, con 23 puntos, 8 rebotes, 5 asistencias y 31 de valoración. Su efectividad desde el perímetro con 5 triples consecutivos no deja lugar a debate alguno. Estaba inspirado y tampoco se encontró solución a detener esa sangría. Ya era por dentro y por fuera. El Real Madrid estaba en un mar de dudas. Defensivamente era un descontrol y ofensivamente… ofensivamente surgieron las habituales prisas por anotar. Laso buscó la heroica con Slaughter, en su posición de defensor alto. Ese descubrimiento, obtenido ante un CSKA de Messina, tampoco tuvo su efecto reparador. No llegó la canasta salvadora de Llull como sucedió en el cruce disputado en Kazán. El Real Madrid estaba encallado ante el Unics Kazán. La derrota se consumó y se aplazó la clasificación matemática para la próxima ronda europea.

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