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El hambre, la desnutrición, la educación, las guerras, los abusos a menores, la pobreza, la educación infantil, son problemas a resolver para la infancia del siglo XXI

Niños y números

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El 1 es un soldado haciendo la instrucción, el 2 es un patito que está tomando el sol…, así empieza una canción infantil que tiene a los números como protagonistas. Canción muy cantada en escuelas infantiles, guarderías y colegios.

Pero es de otros números de los que quiero hablar, para empezar de la fecha emblemática del 20 de noviembre, fecha declarada por Naciones Unidas el Día Internacional del Niño. No es casualidad ya que desde hace decenas de años esta fecha coincide cada vez que los adultos gobernantes deciden redactar un documento relacionado con los derechos de los niños. Ya un 20 de noviembre de 1959 surge la Declaración de los Derechos del Niño, y en 1989 se declara la Convención de los Derechos del Niño. La primera con 10 artículos, y como este número era insuficiente a juzgar cómo la sociedad trata a sus infantes, fue necesario que hace 25 años se redactaran nada menos que 54 artículos para que la infancia en el mundo mejore.

Un cuarto de siglo trabajando con la Convención y 90 años trabajando con Declaraciones de protección como la Declaración de Ginebra de 1924, parecen también insuficientes a pesar de que la mayoría de los países firmaron, excepto EEUU y Somalia, pues no se cumplen todos los términos redactados. Porque si se cumplieran, no se darían estos números tan diferentes del 1 y el 2 que me daba pie al comenzar el artículo: 17.000 niños mueren diariamente en el mundo por no tener las suficientes vacunas, agua y alimentación; 20 millones de niños tienen desnutrición aguda grave; en los países ricos hay 2,6 millones de niños pobres; 1 de cada 4 niñas sufre violencia; cada 10 minutos muere una adolescente violentamente; aunque ha descendido la mortalidad infantil, un millón de niños al año mueren durante su primer día de vida; y sin querer arriesgarme a decir un número desgarrador sobre enfermedades, decir también que la neumonía mata a más niños que el sida, la malaria y el sarampión juntos.

El hambre, la desnutrición, la educación, las guerras, los abusos a menores, la pobreza, la educación infantil, son problemas a resolver para la infancia del siglo XXI. En España 2.721.561 niños viven bajo el umbral de la pobreza. Es el segundo país con los niños más pobres de Europa. Nos llega una semana para celebrar que la Convención no funciona, que hay derechos para el menor, sí, pero que los países no los cumplen. Ni siquiera tienen garantizados los alimentos. Ya en 1992 se hizo necesaria una I Conferencia Internacional sobre la Nutrición, este año se vuelve a convocar en Roma en la semana maravillosa de los derechos de la infancia a instancias de la FAO y de la OMS con 60 recomendaciones para combatir la malnutrición global del mundo, se quiere declarar un Decenio de Acción sobre Nutrición que vaya de 2016 a 2025 basándose en los recursos disponibles, garantizando dieta sana para los niños al menos durante sus primeros 1000 días, erradicar el hambre y que los alimentos no se utilicen como instrumentos de presión política o económica. El 20 de noviembre es un buen número y un buen mes para solucionar problemas infantiles. Ahora llegará Clan, los Lunnis y la televisión para informarnos de otros números. El nueve es un globito atado de un cordel y el diez es un tiovivo para pasarlo ¡bien! Buen final de canción y buena semana.

Niños y números

El hambre, la desnutrición, la educación, las guerras, los abusos a menores, la pobreza, la educación infantil, son problemas a resolver para la infancia del siglo XXI
Nieves Fernández
jueves, 20 de noviembre de 2014, 08:22 h (CET)
El 1 es un soldado haciendo la instrucción, el 2 es un patito que está tomando el sol…, así empieza una canción infantil que tiene a los números como protagonistas. Canción muy cantada en escuelas infantiles, guarderías y colegios.

Pero es de otros números de los que quiero hablar, para empezar de la fecha emblemática del 20 de noviembre, fecha declarada por Naciones Unidas el Día Internacional del Niño. No es casualidad ya que desde hace decenas de años esta fecha coincide cada vez que los adultos gobernantes deciden redactar un documento relacionado con los derechos de los niños. Ya un 20 de noviembre de 1959 surge la Declaración de los Derechos del Niño, y en 1989 se declara la Convención de los Derechos del Niño. La primera con 10 artículos, y como este número era insuficiente a juzgar cómo la sociedad trata a sus infantes, fue necesario que hace 25 años se redactaran nada menos que 54 artículos para que la infancia en el mundo mejore.

Un cuarto de siglo trabajando con la Convención y 90 años trabajando con Declaraciones de protección como la Declaración de Ginebra de 1924, parecen también insuficientes a pesar de que la mayoría de los países firmaron, excepto EEUU y Somalia, pues no se cumplen todos los términos redactados. Porque si se cumplieran, no se darían estos números tan diferentes del 1 y el 2 que me daba pie al comenzar el artículo: 17.000 niños mueren diariamente en el mundo por no tener las suficientes vacunas, agua y alimentación; 20 millones de niños tienen desnutrición aguda grave; en los países ricos hay 2,6 millones de niños pobres; 1 de cada 4 niñas sufre violencia; cada 10 minutos muere una adolescente violentamente; aunque ha descendido la mortalidad infantil, un millón de niños al año mueren durante su primer día de vida; y sin querer arriesgarme a decir un número desgarrador sobre enfermedades, decir también que la neumonía mata a más niños que el sida, la malaria y el sarampión juntos.

El hambre, la desnutrición, la educación, las guerras, los abusos a menores, la pobreza, la educación infantil, son problemas a resolver para la infancia del siglo XXI. En España 2.721.561 niños viven bajo el umbral de la pobreza. Es el segundo país con los niños más pobres de Europa. Nos llega una semana para celebrar que la Convención no funciona, que hay derechos para el menor, sí, pero que los países no los cumplen. Ni siquiera tienen garantizados los alimentos. Ya en 1992 se hizo necesaria una I Conferencia Internacional sobre la Nutrición, este año se vuelve a convocar en Roma en la semana maravillosa de los derechos de la infancia a instancias de la FAO y de la OMS con 60 recomendaciones para combatir la malnutrición global del mundo, se quiere declarar un Decenio de Acción sobre Nutrición que vaya de 2016 a 2025 basándose en los recursos disponibles, garantizando dieta sana para los niños al menos durante sus primeros 1000 días, erradicar el hambre y que los alimentos no se utilicen como instrumentos de presión política o económica. El 20 de noviembre es un buen número y un buen mes para solucionar problemas infantiles. Ahora llegará Clan, los Lunnis y la televisión para informarnos de otros números. El nueve es un globito atado de un cordel y el diez es un tiovivo para pasarlo ¡bien! Buen final de canción y buena semana.

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