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La fuente de los deseos

Un poema de Esther Videgain
Esther Videgain
jueves, 30 de octubre de 2014, 07:57 h (CET)
Un céntimo por tus pensamientos,
con una moneda acude la gente con los deseos más fraudulentos,
aquellos con un cumplir tardío, alguien los engañó y sus sueños se los robó.

Un céntimo por tus pensamientos,
en la fuente de los deseos debes depositar esta moneda de oro oxidado,
para los sueños imposibles, aquellos que no se poseen con el dinero de la vanidad.

Un céntimo por tus pensamientos,
la fuente de los deseos, es de un marfil crudo tan elegante y con olor a esa antigüedad tan añorada,
no te devolverá la moneda, a cambio te recompensará con tu vida más deseada y anhelada.

Un céntimo por tus pensamientos,
ven despacio, deposita la moneda de tu última esperanza tardía,
en este agua, tan rica en la más millonaria de los deseos existentes en el limbo del subconsciente y la conciencia.

Piensa bien tu deseo, no lo malgastes,
no lo podrás mal cambiar, la fuente te lo concederá, pero debes recordar...
un céntimo por tus pensamientos.

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