Dicen que no hay nada mejor para poner la democracia en peligro que la continua y larga permanencia de un presidente en el poder. Esta es la razón por la cual la reelección es resistida en muchos países, entre ellos el Paraguay.
En el Paraguay sucedió cuando Alfredo Stroessner decidió hacerse reelegir indefinidamente, modificando para el efecto a la Constitución. Fue la última vez que ello sucedió, y la experiencia fue considerada tan traumatizante, que desde entonces la dirigencia política del país ha decidido cerrar todas las puertas a una reedición de dicho período.
La idea sobrevive, sin embargo, en la mente afiebrada de algunos adulones que desean perpetuar el propio goce, por lo que los intentos de reflotar la reelección nunca faltarán. Es lo que el diputado Oscar Tuma dio a entender en una columna de opinión que tituló “Tiempos Turbulentos”.
La turbulencia, empieza diciendo Tuma, fue definida por Philip Kotler como "aquellos cambios rápidos e impredecibles en el entorno externo o interno de una organización, y que afectan su desempeño".
Se ha dicho que nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra y después de la cacería. En Paraguay, falta agregar el momento en que la Corte debe interpretar la Constitución Nacional.
Tuma se hace eco de los trascendidos para aseverar que se vislumbran tiempos turbulentos, donde nuevamente la Corte Suprema de Justicia deberá interpretar la Constitución Nacional, debido a novedosas ideas de s ex presidentes paraguayos como Nicanor Duarte Frutos y Fernando Lugo. Es un secreto a voces que ambos desean volver a presentarse para ocupar de nuevo el cargo de Presidente de la República del Paraguay.
En opinión de ambos ex mandatarios, es innecesario llevar adelante una reforma constitucional para que puedan volver a postularse al cargo de Presidente de la República. La tesis sería: diferenciar el ser reelecto del ser electo tanto para Fernando Lugo como para Nicanor Duarte. Ellos serían electos y no reelectos, ya que para ser reelectos deberían presentarse para ocupar el cargo que ostentan u ocupan.
Bajo la tesis de que la reelección solo se da cuando uno ocupa un cargo y es nuevamente electo para continuar en el mismo, reelección consiste en volver a votar a un funcionario para que siga ocupando el mismo cargo o puesto.
La Constitución de Paraguay en su artículo 229 establece que el Presidente de la República y el Vicepresidente durarán cinco años improrrogables en el ejercicio de sus funciones, a contar desde el quince de agosto siguiente a las elecciones. No podrán ser reelectos en ningún caso.
El Vicepresidente sólo podrá ser electo Presidente para el período posterior, si hubiese cesado en su cargo seis meses antes de los comicios generales. Quien haya ejercido la presidencia por más de doce meses no podrá ser electo Vicepresidente de la República.
La norma antes citada, taxativamente establece que no podrán ser reelectos en ningún caso, pero es la Corte la que tendrá que interpretar el alcance de la reelección. Y, en este país donde todo se puede y todo es opinable, Tuma se pregunta: ¿qué hará la Corte?.
Sin necesidad de recurrir a la pitonisa del oráculo de Delfos puede anticiparse que la Corte resolverá conforme sople el viento.
Consultado por un medio local, Tuma también refirió que considera prematuro hablar de su propia postulación a la presidencia de la república para el año 2018, y que se encuentra abocado a definir una candidatura potable para la intendencia de Asunción el año que viene, junto a sus colegas Cynthia Tarragó y Dany Durand.
Sin embargo, la hoja de ruta aún está por escribirse pues como dijera el tantas veces citado Winston Churchill: El político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene; y de explicar después por qué fue que no ocurrió lo que predijo.