He querido dejar para el final de mi serie de artículos sobre el nuevo PGOU de Castellón, que está fraguando el Partido Popular encabezado por el alcalde Alfonso Bataller, una parte del término municipal que desde hace varias décadas el ayuntamiento de nuestra capital siempre lo ha dejado de lado: la Marjalería.

Ya en el derogado PGOU de 2000 los populares decidieron (y la Generalitat les permitió) que dejaran un gran boquete en el PGOU en lo referente a la Marjalería, lo cual es una aberración urbanística de primer orden, porque es tratar a esta zona tan importante para Castellón como unos apestados a los que hay que tratar a parte.

Un error evidente, ya que la Ordenación del Territorio exigía la Ordenación de “todo” el territorio. Pero suplieron el error con la aprobación de un Plan Especial hace casi diez años que se dedicó a reclasificar terrenos a troche y moche para poner más presión edificatoria sobre esta zona de la huerta histórica de nuestra ciudad. Y creó 268 Has. de suelo urbanizable. En metros cuadrados son 2.680.000 m2 de la marjalería destinados a poner más viviendas, además de las ya existentes.

Somos muchos, y entre ellos Amparo Marco desde la oposición, los que les estamos diciendo desde hace tiempo que la época en que todo se solucionaba reclasificando terrenos ya ha pasado y no volverá. Que el Plan Especial hay que cambiarlo rápidamente y hacerlo operativo. Pero como si el PP de nuestra ciudad fuera el protagonista de aquella película de Paco Martinez Soria (nada que ver con el ex de la Diputación) “Don erre que erre”, ellos a “mantenella y no enmendalla”.

Y eso es lo que han hecho en la nueva propuesta de PGOU: dejarlo todo cómo estaba en el Plan Especial.

Recordemos que fue la Generalitat la que aprobó esta barbaridad urbanística que es el Plan Especial de la Marjalería y, por lo tanto, debemos entender que por aquella época les parecía bien. Y era el mismo partido el que gobernaba en ambas instituciones.

Pues bien, en el Documento de Referencia que ha emitido la Comisión de Evaluación Ambiental de la Conselleria de Infraestructuras, Medioambiente y Territorio para las propuestas de PGOU que hace Bataller, se muestran todas las cartas de forma bochornosa.

Este documento destapa que el Plan Especial supone colocar y urbanizar suelo para poder construir casi 2.700 viviendas más en la zona. En total, con las 2.300 ya existentes, supondrá que, en la marjalería, podrán haber más de 5000 viviendas.

La Conselleria, haciéndose la sorprendida y como si la cosa le viniera de nuevo, dice: “Se opta por dejar esté ámbito al margen de la elaboración de la Revisión del Plan General como si no incidiera su existencia en la planificación del resto del término municipal y esto no es correcto”. ¡Aleluya! ¡Han visto la luz!

Y ahora caen en la cuenta de que “la población que ocupe las 5.101 viviendas previstas se desplazarán a lo largo del término por lo que habrá que incluirlos en la Revisión del Plan de Movilidad que se elabore, requiriendo unos accesos adecuados, un transporte público y unos desplazamientos de bicicleta”. En este punto del informe, los actuales habitantes de la Marjalería deben estar que se les saltan las lágrimas de emoción. Pero sigamos con el informe.

Sigue diciendo: “Esta población requerirá igualmente un suministro de agua, una depuración de las aguas residuales que generen y la gestión de residuos.” Aquí las lágrimas de los marjaleros ya deben haberse transformado en un llanto incontenible después de tantos años con el cuento del Plan Especial.

Veremos pues cómo soluciona Bataller el rapapolvo de la Conselleria. Técnicamente lo tiene complicado. Políticamente imposible y sin margen de maniobra ni tiempo ni dinero para proceder al tradicional maquillaje con el que han engañado a la Marjalería.

Será entretenido ver qué solución le dan en el programa electoral de las próximas elecciones Municipales y Autonómicas de 2015.