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El Etosa tuvo al Menorca contra las cuerdas pero falló demasiado (74-61) | ||||||||||
| El Vive Menorca gana pero no convence | ||||||||||
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El Vive Menorca era consciente de que el partido de hoy supondría, en cualquier caso, un punto de inflexión en su trayectoria en la liga. Si perdía, los nervios podían acabar con el proyecto de Curro Segura. Si ganaba, podía entrar en una dinámica positiva que estabilizara al equipo.
La entrada del entrenador Curro Segura en la cancha fue saludada con pitos. Ganó, pero las sensaciones en el Pabellón Menorca siguen sin ser las esperadas. El primer cuarto fue penoso para ambos equipos. Sundov consiguió las dos primeras canastas fáciles en la pintura, y Curro Segura, tras tres minutos de juego sin anotar ni una canasta pidió su primer tiempo muerto. Con Moss, que sufría una indigestión, en el banquillo, el Menorca era un juguete en manos del Etosa, que no supo aprovecharse del desconcierto local. En los últimos minutos del cuarto, con la entrada de Moss, os locales lograron un inexplicable 13-12, con un gran triple final de Stojic. En el segundo, el Menorca logró una ventaja de diez puntos que al final sería decisiva. El Etosa, dormido, sigue fallando canastas fáciles y permite que casi todos los rebotes sean para los locales. La salida a pista de Bazdaric es aplaudida por el público, y éste corresponde con un canastón de crack a aro pasado. Sin embargo, después se diluyó completamente, fallando sus tres lanzamientos desde la línea de 6,25, aunque hay que decir que no tuvo el protagonismo que necesita, ya que le llegan muy pocos balones. Tras el descanso, el Etosa tuvo su oportunidad, tras triple de Quincy y varios fallos del Menorca, pero siguió fallando y el Menorca se rehizo, aunque se mostró falto de ideas en ataque, sin aprovechar su juego exterior y abusando de las entradas a canasta de sus bases Rodríguez y Brown. Vasic mantuvo a su equipo en el partido, pero sin inquietar verdaderamente al Menorca. Una serie de triples de Vasic, Weigand y Sonko fueron el último cartucho de los de Trifón Poch, pero fueron respondidos por Ivanov, Brown y Stojic. En esta ocasión, las rotaciones de Segura funcionaron, con un correcto Alzamora y un gran Llorens que suplieron el castigo de Clancy, quien pagó el pato del desconcierto inicial quedándose en el banquillo el resto del partido. Al final una antideportiva de Angulo y un Stojic luchador, secundado por Moss, Brown y Llorens, acabaron con un partido cuyo único aliciente fue la emoción.
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