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Opinión
Etiquetas | Santiago Abascal | Pedro Sánchez | ERC
Tantas prisas, después de tantos retrasos, ¿implican que existe inseguridad respecto a la fragilidad, seriedad o capacidad de gobierno del contubernio de izquierdas que nos espera?

El Gobierno enfangado con ERC. Rectificación a J. Barberá, de TV3

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Se dijo que habría transparencia y luz y taquígrafos en estas reuniones, en una mesa de negociaciones que los nacionalistas han conseguido que se constituyera, situando en una posición de igual a igual a la representación del Estado y a los filibusteros separatistas que ya no ocultan, en ningún momento, que su objetivo no sea otro que el de celebrar un referéndum para conseguir que Cataluña logre su independencia de la nación española. Ni ha habido información sobre el discurrir de dicha negociación, ni se ha hablado de los puntos que se han discutido, ni se han mencionado las exigencias del nacionalismo catalán para apoyar la investidura del señor Pedro Sánchez, ni se ha hablado del porqué el PSOE está tan ansioso que no puede esperar unos días, unas semanas o unos meses, después del tiempo que ya han perdido en este escabroso tema de la toma de posesión o investidura que tan cuesta arriba se les va haciendo a los socialistas de Sánchez, pese a las ayudas que reciben del señor Iceta y su partido el PSC, los verdaderos beneficiarios de todo este maremágnum, que el gobierno en funciones de Sánchez ha permitido que se organice en torno a lo que debiera haber sido tan sencillo de decidir si, en lugar de que el PSOE , por interés de su líder, se inclinara hacia una mayor aproximación a las izquierdas más extremas, hubiera adoptado una actitud más constructiva y práctica, gobernando en solitario con el apoyo, en los grandes temas nacionales, de los partidos de centro y de derechas, tal como se ofrecieron a hacer si, el Gobierno en funciones socialista, se hubiera comprometido a no pactar con los independentistas y a no adoptar medidas contrarias a los intereses nacionales, que hubieran servido para enfrentarnos al resto de la UE.

Ante los titubeos del Ejecutivo, las palabras incomprensibles en una persona, como la señora Calvo, vicepresidenta en funciones y que se presenta como una jurista de prestigio, sobre los efectos de la sentencia del TJUE, incapaz de aclarar a los españoles que dicha resolución es la consecuencia de unas consultas que el mismo TS había formulado al Tribunal de Justicia Europeo y que, por tanto, no se trataba de ningún “mazazo” a la Justicia española, sino la contestación a una consulta, algo muy distinto y que, sin embargo, la propaganda separatista, para vergüenza suya, ha pretendido tergiversar para darle la apariencia de una severa corrección al tribunal español. Para más INRI, interesadamente, el Gobierno ha permitido que corra la voz de que la sentencia invalidaba la sentencia del TS, algo categóricamente inexacto o que también comportaba la automática puesta en libertad de Junqueras y la posibilidad de que Puigdemont regresara tan tranquilo a España, sin peligro de ser detenido, cuando ninguna de dichas afirmaciones tiene base alguna ya que no se ajusta al texto de la resolución del TJUE.

La sentencia del tribunal europeo se refiere a lo que fue detención provisional a la que consideraba como improcedente a partir de que se conocieron y legitimaron los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo, pero que nada tiene que ver con la sentencia firme a la que está condenado Junqueras lo que, en todo caso veremos la solución que se toma, podría afectar a la posibilidad de que, el político catalán, pudiera desplazarse a recoger su acreditación, como ha sucedido con el señor Puigdemont. Y llegados a este punto no queda más remedio que enmendarle la plana a uno de estos columnistas de La Vanguardia, un tal Jaume Barberá, que no ha tenido inconveniente de escribir una de estas boutades tan propias de la señora Rahola, que demuestran el grado de ignorancia, de incompetencia y, por encima de todo, de fanatismo y obcecación de estos soberanistas que piensan que, en el mundo, no existe más Justicia y leyes que las que ellos se inventan para la comunidad catalana. Dice el sujeto en cuestión: “Señores magistrados del Supremo, ¿por encima de la Justicia hay la unidad de España?

Para empezar, ya hay un defecto en la forma de exponer el tema. La unidad de España es un hecho indiscutible, avalada por la Carta Magna, máxima expresión del Estado de Derecho vigente en nuestra nación y, en consecuencia principal referencia de todas las leyes que hoy están vigentes en España. Usted contrapone su concepto particular de lo que, para usted, significa justicia como hacen sus correligionarios cuando hablan de la minoría independentistas, no llega al 50% de los catalanes y, para más información, en las últimas encuestas celebradas en Cataluña por personal de la Generalitat resulta que cada vez son más lo que no aceptan la independencia respecto a los que siguen empeñados en pedirla. Las leyes son la expresión de la Justicia, de la única manera que hay para que exista un Estado de Derecho porque si la convivencia entre los españoles dependiera de lo que, cada uno de los ciudadanos decidiera que es o no justo, seguramente nos encontraríamos ante un tipo de gobierno ácrata que, por su misma definición, se podría considerar como un oxímoron del respeto por la ley y la justicia.

Para este periodista, señor Barberá: “lo que pasa en España es otra cosa, los que (sic) okupan el Estado, como ya en su día denunció Azaña (menuda referencia), debaten ahora envalentonados por palmeros patrios qué hacer con tamaño varapalo”. Sin duda pretende ser ingenioso al identificar a los gobernantes españoles como okupas del poder, En primer lugar es difícil identificar a los actuales socialistas que ocupan el poder, legalmente por supuesto, con los que define como “envalentonados palmeros patrios”, que no puedo identificar más que como españoles que respetan la Constitución, creen en la unidad de España, como única nación española, y que juzgan a personajes, como el señor Barberá, como fanáticos que se creen que enfrentarse a la Constitución de un país, organizando propagandas internacionales para desacreditarlo, no respetar las leyes comunes ni las sentencias de los tribunales es lo procedente, cuando apenas representan a menos del 50% de su comunidad, una cantidad insignificante si la comparamos con la población total de la nación y que, excediéndose en sus competencias como funcionarios públicos, no temen prevaricar, sublevarse o pretender que se les conceda la independencia de Cataluña porque, ellos en su egolatría se consideran poseedores de la verdad y que, el resto, todavía siguen con el abecedario.

El señor Barberá, ¿qué se podría esperar de un periodista de la TV3, la emisora de TV catalana con un acreditado curriculum de mafia política catalana, donde la verdad brilla por su ausencia gracias a un ominoso ambiente de fanatismo radical en sus tertulias, que se autoalimenta de las sandeces que cada uno de sus asistentes (la señora Rahola, otra que se las trae, acude frecuentemente para animar el ambiente gracias a las perogrulladas e invenciones propias de una mente recalentada por el virus separatista). No busquen en estas tertulias de la TV3 más que a resentidos; “valientes aizkolaris” de la causa catalana; viejas glorias del periodismo egocentrista; mucha ignorancia de lo que son las leyes, las constituciones, las raíces de una nación, la verdadera historia de Cataluña que, a costa de irla inventando, ya no saben si Rafael Casanova luchaba por la sucesión en favor del Austria (lo mismo que hacía Madrid) o si quería ser un separatista catalán, algo que no parece que fuera. Por cierto, era abogado y el rey Felipe V le permitió seguir en libertad ejerciendo su profesión. Nada de fusilamientos ni muerte violenta o, todavía menos, ninguna guerra de “secesión” sino de sucesión, entendámonos.

En realidad una columna en la que se destila tanto odio, incomprensión, fanatismo y escasos conocimientos sobre el tema de la Justicia, que si no fuera porque lo publica en un periódico como La Vanguardia, conocido por sus evidentes connotaciones con el independentismo y el catalanismo, deberíamos concluir que no se podría considerar más que como un panfleto, una basura política y la muestra de lo baja y politizada que está esta parte de la prensa catalana, prácticamente la totalidad, siempre al servicio de millonarios como el señor Roura, dispuestos a dilapidar su dinero promocionando, financiando y colaborando con todos aquellos que están dispuestos, como el mismo señor Pedro Sánchez, a acabar con España lo que supone, como consecuencia inmediata, dejar a Cataluña a las puertas de su propia autodestrucción; algo en lo que ya hace años que parecen dedicarse los catalanes.

O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, nos gustaría hacer un pronóstico que, evidentemente, será muy difícil de que se cumpla, porque todavía creemos que pese a todo se impondrá la sensatez que acabará impidiendo que, las cesiones que les hagan al señor Junqueras y a ERC estos socialistas que, pese a sus negativas con la boca pequeña, parecen dispuestos a que, en aras de alcanzar el poder, sean capaces de haberles ofrecido en secreto, sin que se enteren el resto de partidos políticos, excepto Podemos e IU, la posibilidad de que, en un futuro no muy lejano, cuando ellos consideren que los independentistas catalanes superan a los que, todavía ahora, son mayoría, los que se consideran españoles y catalanes; pudieran llegar a alcanzar algún tipo de independencia o, incluso, llegaran a constituirse en una nación dentro de un estado federal. Evidentemente deberían cambiar la Constitución para conseguirlo, algo que, de momento no parece que sea fácil, pero es por eso que ERC no tiene inconveniente en apoyar la investidura de Sánchez, porque prefiere asegurarse que gobierne un señor que se muestra propicio a ceder y al que tiene agarrado por sus vergüenzas, a tener que enfrentarse a un señor Casado y, ya no digamos, a un señor Santiago Abascal, a los que sabe que no conseguiría que cediesen un milímetro en cuanto al tema de la unidad de España..                                                                                                 

El Gobierno enfangado con ERC. Rectificación a J. Barberá, de TV3

Tantas prisas, después de tantos retrasos, ¿implican que existe inseguridad respecto a la fragilidad, seriedad o capacidad de gobierno del contubernio de izquierdas que nos espera?
Miguel Massanet
martes, 24 de diciembre de 2019, 08:49 h (CET)

Se dijo que habría transparencia y luz y taquígrafos en estas reuniones, en una mesa de negociaciones que los nacionalistas han conseguido que se constituyera, situando en una posición de igual a igual a la representación del Estado y a los filibusteros separatistas que ya no ocultan, en ningún momento, que su objetivo no sea otro que el de celebrar un referéndum para conseguir que Cataluña logre su independencia de la nación española. Ni ha habido información sobre el discurrir de dicha negociación, ni se ha hablado de los puntos que se han discutido, ni se han mencionado las exigencias del nacionalismo catalán para apoyar la investidura del señor Pedro Sánchez, ni se ha hablado del porqué el PSOE está tan ansioso que no puede esperar unos días, unas semanas o unos meses, después del tiempo que ya han perdido en este escabroso tema de la toma de posesión o investidura que tan cuesta arriba se les va haciendo a los socialistas de Sánchez, pese a las ayudas que reciben del señor Iceta y su partido el PSC, los verdaderos beneficiarios de todo este maremágnum, que el gobierno en funciones de Sánchez ha permitido que se organice en torno a lo que debiera haber sido tan sencillo de decidir si, en lugar de que el PSOE , por interés de su líder, se inclinara hacia una mayor aproximación a las izquierdas más extremas, hubiera adoptado una actitud más constructiva y práctica, gobernando en solitario con el apoyo, en los grandes temas nacionales, de los partidos de centro y de derechas, tal como se ofrecieron a hacer si, el Gobierno en funciones socialista, se hubiera comprometido a no pactar con los independentistas y a no adoptar medidas contrarias a los intereses nacionales, que hubieran servido para enfrentarnos al resto de la UE.

Ante los titubeos del Ejecutivo, las palabras incomprensibles en una persona, como la señora Calvo, vicepresidenta en funciones y que se presenta como una jurista de prestigio, sobre los efectos de la sentencia del TJUE, incapaz de aclarar a los españoles que dicha resolución es la consecuencia de unas consultas que el mismo TS había formulado al Tribunal de Justicia Europeo y que, por tanto, no se trataba de ningún “mazazo” a la Justicia española, sino la contestación a una consulta, algo muy distinto y que, sin embargo, la propaganda separatista, para vergüenza suya, ha pretendido tergiversar para darle la apariencia de una severa corrección al tribunal español. Para más INRI, interesadamente, el Gobierno ha permitido que corra la voz de que la sentencia invalidaba la sentencia del TS, algo categóricamente inexacto o que también comportaba la automática puesta en libertad de Junqueras y la posibilidad de que Puigdemont regresara tan tranquilo a España, sin peligro de ser detenido, cuando ninguna de dichas afirmaciones tiene base alguna ya que no se ajusta al texto de la resolución del TJUE.

La sentencia del tribunal europeo se refiere a lo que fue detención provisional a la que consideraba como improcedente a partir de que se conocieron y legitimaron los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo, pero que nada tiene que ver con la sentencia firme a la que está condenado Junqueras lo que, en todo caso veremos la solución que se toma, podría afectar a la posibilidad de que, el político catalán, pudiera desplazarse a recoger su acreditación, como ha sucedido con el señor Puigdemont. Y llegados a este punto no queda más remedio que enmendarle la plana a uno de estos columnistas de La Vanguardia, un tal Jaume Barberá, que no ha tenido inconveniente de escribir una de estas boutades tan propias de la señora Rahola, que demuestran el grado de ignorancia, de incompetencia y, por encima de todo, de fanatismo y obcecación de estos soberanistas que piensan que, en el mundo, no existe más Justicia y leyes que las que ellos se inventan para la comunidad catalana. Dice el sujeto en cuestión: “Señores magistrados del Supremo, ¿por encima de la Justicia hay la unidad de España?

Para empezar, ya hay un defecto en la forma de exponer el tema. La unidad de España es un hecho indiscutible, avalada por la Carta Magna, máxima expresión del Estado de Derecho vigente en nuestra nación y, en consecuencia principal referencia de todas las leyes que hoy están vigentes en España. Usted contrapone su concepto particular de lo que, para usted, significa justicia como hacen sus correligionarios cuando hablan de la minoría independentistas, no llega al 50% de los catalanes y, para más información, en las últimas encuestas celebradas en Cataluña por personal de la Generalitat resulta que cada vez son más lo que no aceptan la independencia respecto a los que siguen empeñados en pedirla. Las leyes son la expresión de la Justicia, de la única manera que hay para que exista un Estado de Derecho porque si la convivencia entre los españoles dependiera de lo que, cada uno de los ciudadanos decidiera que es o no justo, seguramente nos encontraríamos ante un tipo de gobierno ácrata que, por su misma definición, se podría considerar como un oxímoron del respeto por la ley y la justicia.

Para este periodista, señor Barberá: “lo que pasa en España es otra cosa, los que (sic) okupan el Estado, como ya en su día denunció Azaña (menuda referencia), debaten ahora envalentonados por palmeros patrios qué hacer con tamaño varapalo”. Sin duda pretende ser ingenioso al identificar a los gobernantes españoles como okupas del poder, En primer lugar es difícil identificar a los actuales socialistas que ocupan el poder, legalmente por supuesto, con los que define como “envalentonados palmeros patrios”, que no puedo identificar más que como españoles que respetan la Constitución, creen en la unidad de España, como única nación española, y que juzgan a personajes, como el señor Barberá, como fanáticos que se creen que enfrentarse a la Constitución de un país, organizando propagandas internacionales para desacreditarlo, no respetar las leyes comunes ni las sentencias de los tribunales es lo procedente, cuando apenas representan a menos del 50% de su comunidad, una cantidad insignificante si la comparamos con la población total de la nación y que, excediéndose en sus competencias como funcionarios públicos, no temen prevaricar, sublevarse o pretender que se les conceda la independencia de Cataluña porque, ellos en su egolatría se consideran poseedores de la verdad y que, el resto, todavía siguen con el abecedario.

El señor Barberá, ¿qué se podría esperar de un periodista de la TV3, la emisora de TV catalana con un acreditado curriculum de mafia política catalana, donde la verdad brilla por su ausencia gracias a un ominoso ambiente de fanatismo radical en sus tertulias, que se autoalimenta de las sandeces que cada uno de sus asistentes (la señora Rahola, otra que se las trae, acude frecuentemente para animar el ambiente gracias a las perogrulladas e invenciones propias de una mente recalentada por el virus separatista). No busquen en estas tertulias de la TV3 más que a resentidos; “valientes aizkolaris” de la causa catalana; viejas glorias del periodismo egocentrista; mucha ignorancia de lo que son las leyes, las constituciones, las raíces de una nación, la verdadera historia de Cataluña que, a costa de irla inventando, ya no saben si Rafael Casanova luchaba por la sucesión en favor del Austria (lo mismo que hacía Madrid) o si quería ser un separatista catalán, algo que no parece que fuera. Por cierto, era abogado y el rey Felipe V le permitió seguir en libertad ejerciendo su profesión. Nada de fusilamientos ni muerte violenta o, todavía menos, ninguna guerra de “secesión” sino de sucesión, entendámonos.

En realidad una columna en la que se destila tanto odio, incomprensión, fanatismo y escasos conocimientos sobre el tema de la Justicia, que si no fuera porque lo publica en un periódico como La Vanguardia, conocido por sus evidentes connotaciones con el independentismo y el catalanismo, deberíamos concluir que no se podría considerar más que como un panfleto, una basura política y la muestra de lo baja y politizada que está esta parte de la prensa catalana, prácticamente la totalidad, siempre al servicio de millonarios como el señor Roura, dispuestos a dilapidar su dinero promocionando, financiando y colaborando con todos aquellos que están dispuestos, como el mismo señor Pedro Sánchez, a acabar con España lo que supone, como consecuencia inmediata, dejar a Cataluña a las puertas de su propia autodestrucción; algo en lo que ya hace años que parecen dedicarse los catalanes.

O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, nos gustaría hacer un pronóstico que, evidentemente, será muy difícil de que se cumpla, porque todavía creemos que pese a todo se impondrá la sensatez que acabará impidiendo que, las cesiones que les hagan al señor Junqueras y a ERC estos socialistas que, pese a sus negativas con la boca pequeña, parecen dispuestos a que, en aras de alcanzar el poder, sean capaces de haberles ofrecido en secreto, sin que se enteren el resto de partidos políticos, excepto Podemos e IU, la posibilidad de que, en un futuro no muy lejano, cuando ellos consideren que los independentistas catalanes superan a los que, todavía ahora, son mayoría, los que se consideran españoles y catalanes; pudieran llegar a alcanzar algún tipo de independencia o, incluso, llegaran a constituirse en una nación dentro de un estado federal. Evidentemente deberían cambiar la Constitución para conseguirlo, algo que, de momento no parece que sea fácil, pero es por eso que ERC no tiene inconveniente en apoyar la investidura de Sánchez, porque prefiere asegurarse que gobierne un señor que se muestra propicio a ceder y al que tiene agarrado por sus vergüenzas, a tener que enfrentarse a un señor Casado y, ya no digamos, a un señor Santiago Abascal, a los que sabe que no conseguiría que cediesen un milímetro en cuanto al tema de la unidad de España..                                                                                                 

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