Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Libros
Etiquetas | Crítica | Comics
El trabajo de Alan Moore y Eddie Campbell resucita un caso todavía sin resolver

‘From Hell’, algo más que la historia de Jack el Destripador

|

Recientemente, la Editorial PlanetaDeAgostini Cmics acaba de reeditar un clásico del noveno arte, ‘From Hell’, cuyo guión es de Alan Moore (Inglaterra, 1953) y los dibujos de Eddie Campbell (Glasgow, Escocia, 1955). En su día ‘From Hell fue publicada en cinco volúmenes de tapa blanda, entre los que se repartían los dieciséis capítulos de que consta la obra completa, que fue concebida durante diez años (1988-1998) de absorbente trabajo. Ahora, continuando la tendencia de componer cómics de grueso calado y bajo el formato de una novela gráfica, sale a la venta en un solo tomo, con tapa dura y dibujos en blanco y negro.

En este trabajo presenta como tema central el escabroso asunto de los crímenes perpetrados en el año 1888 en el distrito de Whitechapel de la ciudad de Londres por un asesino al que nadie logró ver y que fue bautizado como Jack el Destripador (Jack the Ripper). Las víctimas siempre fueron mujeres, prostitutas, asesinadas durante la noche y a las que su verdugo extraía con inusual pericia determinadas vísceras de sus cuerpos, circunstancia que no pasó desapercibida para Scotland Yard, pero que no tuvo mayores consecuencias que la sospecha de que el autor de la matanza era alguien relacionado con la medicina.


PORTADAFROMHELL
Si por algo sobresale ‘From hell’ es por el magnífico guión desarrollado por Moore, sin olvidar el complicado, por extenso, trabajo de documentación que, sin duda, tuvo que llevar a cabo en su momento el guionista inglés para orquestar una historia coherente. El tema de Jack The Ripper ha sido abordado por numerosos autores, tanto por historiadores como por escritores de ficción, sin olvidar el cine y la televisión. Llama la atención que una de las mejores versiones televisivas, ‘Jack the Ripper’ protagonizada por el actor Michael Caine, que además sostiene la misma tesis que ‘From Hell’ sobre la posible autoría de los crímenes, fue exhibida en la pequeña pantalla el mismo año en que Moore y Campbell comenzaron a publicar el cómic. En ambas, cómic y serie, se apunta la posibilidad de que detrás de los asesinatos se encontrase la casa real británica, quizá no como autora material de los asesinatos pero sí como impulsora. En este sentido, ‘From Hell’ apunta la posibilidad de que el asunto se escapase de sus manos y alcanzase dimensiones no imaginadas ni deseadas en un principio.

Alan Moore realiza una impecable reconstrucción de las muertes de las prostitutas, siguiendo el necesario orden cronológico, que incluye anotaciones y comentarios sobre la capital londinense. En este aspecto, el capítulo dedicado a los campanarios con forma de obelisco de las iglesias de Londres, explicando su historia y su simbología marcadamente masónica – algo parecido a lo que ocurre con Washington, la capital estadounidense – es verdaderamente magnífico. Lo esotérico siempre aporta un toque especial a los relatos, sea literatura, sea cómic, un halo brumoso y ancestral que envuelve la acción y los escenarios en los que se desarrolla. Estas argumentaciones, además, revelan que Moore ha profundizado en un territorio particularmente misterioso, reservado al conocimiento de no demasiada gente.

No podemos decir lo mismo del dibujo de Eddie Campbell, al que me atrevería de calificar de irregular, conjugando imágenes excelentes con otras que no lo son tanto. Especialmente en los primeros capítulos, el lector puede caer en la confusión ya que los trazos de algunos rostros y bustos invitan a la equivocación y no permiten identificar con claridad a los personajes. Este problema parece subsanarse a medida que avanza la historia. En contraste, otras viñetas, sobre todo las que retratan territorios urbanos amplios, barrios londinenses, casas, coches de caballos, paseantes masculinos y femeninos, las domina Campbell con enorme habilidad, ofreciendo un auténtico muestrario de estampas de época muy bien documentadas. Tal vez algunas de ellas correspondan a reproducciones de grabados, postales o acuarelas de finales del siglo XIX. Las viñetas son todas en blanco y negro, con ausencia mayoritaria de grises, suplido este matiz con infinidad de rayas negras paralelas que consiguen un efecto similar. En este sentido, el trabajo de documentación del dibujante escocés, para no ser inferior al del guionista, debió de ser prolijo y arduo, especialmente si tenemos en cuenta que cuando comenzaron con la serie, Internet no existía y más adelante no había alcanzado todavía el desarrollo actual como inagotable fuente de información.

Al final del volumen, Moore y Campbell incluyen un documentado epílogo en el que razonan por qué realizaron cada viñeta del modo en que lo hicieron, especialmente cuando se trata de momentos cruciales para el desarrollo y comprensión del cómic. En muchas ocasiones a causa de la abundante documentación y controversias que existen al respecto, escogieron la interpretación que consideraban más afín al planteamiento de su argumentación. El epílogo es un apartado fundamentalmente consultivo y resulta de utilidad tanto para los lectores minuciosos y avezados en las andanzas de The Ripper como para los aficionados meramente curiosos.

‘From Hell’ no es solo una recopilación de hechos ni un relato policiaco al uso. Es mucho más. Es un retrato de época, un catálogo de miserias tanto de las clases bajas londinenses como de las altas, un recorrido, mental y visual, verdaderamente notable del Londres de finales del siglo XIX. No se puede olvidar que estos asesinatos todavía perduran en el imaginario colectivo, hasta tal punto que en la actualidad se explotan comercialmente mediante rutas guiadas a través de los escenarios en los que se encontraron los cadáveres mutilados.

A pesar del tiempo transcurrido desde su primera publicación, es un cómic que ha conseguido mantenerse fresco y el interés por su contenido sigue siendo de absoluta actualidad. El tema, porque nunca terminó, ni termina, de resolverse, resulta lo suficientemente atractivo para atornillar al lector a su silla, sillón o hamaca de playa durante unas cuantas horas, que son las que deberá invertir en devorarlo hasta sus últimos rincones. Lectura muy recomendable. Ya lo creo, mis improbables.

‘From Hell’, algo más que la historia de Jack el Destripador

El trabajo de Alan Moore y Eddie Campbell resucita un caso todavía sin resolver
Herme Cerezo
lunes, 24 de junio de 2013, 07:14 h (CET)
Recientemente, la Editorial PlanetaDeAgostini Cmics acaba de reeditar un clásico del noveno arte, ‘From Hell’, cuyo guión es de Alan Moore (Inglaterra, 1953) y los dibujos de Eddie Campbell (Glasgow, Escocia, 1955). En su día ‘From Hell fue publicada en cinco volúmenes de tapa blanda, entre los que se repartían los dieciséis capítulos de que consta la obra completa, que fue concebida durante diez años (1988-1998) de absorbente trabajo. Ahora, continuando la tendencia de componer cómics de grueso calado y bajo el formato de una novela gráfica, sale a la venta en un solo tomo, con tapa dura y dibujos en blanco y negro.

En este trabajo presenta como tema central el escabroso asunto de los crímenes perpetrados en el año 1888 en el distrito de Whitechapel de la ciudad de Londres por un asesino al que nadie logró ver y que fue bautizado como Jack el Destripador (Jack the Ripper). Las víctimas siempre fueron mujeres, prostitutas, asesinadas durante la noche y a las que su verdugo extraía con inusual pericia determinadas vísceras de sus cuerpos, circunstancia que no pasó desapercibida para Scotland Yard, pero que no tuvo mayores consecuencias que la sospecha de que el autor de la matanza era alguien relacionado con la medicina.


PORTADAFROMHELL
Si por algo sobresale ‘From hell’ es por el magnífico guión desarrollado por Moore, sin olvidar el complicado, por extenso, trabajo de documentación que, sin duda, tuvo que llevar a cabo en su momento el guionista inglés para orquestar una historia coherente. El tema de Jack The Ripper ha sido abordado por numerosos autores, tanto por historiadores como por escritores de ficción, sin olvidar el cine y la televisión. Llama la atención que una de las mejores versiones televisivas, ‘Jack the Ripper’ protagonizada por el actor Michael Caine, que además sostiene la misma tesis que ‘From Hell’ sobre la posible autoría de los crímenes, fue exhibida en la pequeña pantalla el mismo año en que Moore y Campbell comenzaron a publicar el cómic. En ambas, cómic y serie, se apunta la posibilidad de que detrás de los asesinatos se encontrase la casa real británica, quizá no como autora material de los asesinatos pero sí como impulsora. En este sentido, ‘From Hell’ apunta la posibilidad de que el asunto se escapase de sus manos y alcanzase dimensiones no imaginadas ni deseadas en un principio.

Alan Moore realiza una impecable reconstrucción de las muertes de las prostitutas, siguiendo el necesario orden cronológico, que incluye anotaciones y comentarios sobre la capital londinense. En este aspecto, el capítulo dedicado a los campanarios con forma de obelisco de las iglesias de Londres, explicando su historia y su simbología marcadamente masónica – algo parecido a lo que ocurre con Washington, la capital estadounidense – es verdaderamente magnífico. Lo esotérico siempre aporta un toque especial a los relatos, sea literatura, sea cómic, un halo brumoso y ancestral que envuelve la acción y los escenarios en los que se desarrolla. Estas argumentaciones, además, revelan que Moore ha profundizado en un territorio particularmente misterioso, reservado al conocimiento de no demasiada gente.

No podemos decir lo mismo del dibujo de Eddie Campbell, al que me atrevería de calificar de irregular, conjugando imágenes excelentes con otras que no lo son tanto. Especialmente en los primeros capítulos, el lector puede caer en la confusión ya que los trazos de algunos rostros y bustos invitan a la equivocación y no permiten identificar con claridad a los personajes. Este problema parece subsanarse a medida que avanza la historia. En contraste, otras viñetas, sobre todo las que retratan territorios urbanos amplios, barrios londinenses, casas, coches de caballos, paseantes masculinos y femeninos, las domina Campbell con enorme habilidad, ofreciendo un auténtico muestrario de estampas de época muy bien documentadas. Tal vez algunas de ellas correspondan a reproducciones de grabados, postales o acuarelas de finales del siglo XIX. Las viñetas son todas en blanco y negro, con ausencia mayoritaria de grises, suplido este matiz con infinidad de rayas negras paralelas que consiguen un efecto similar. En este sentido, el trabajo de documentación del dibujante escocés, para no ser inferior al del guionista, debió de ser prolijo y arduo, especialmente si tenemos en cuenta que cuando comenzaron con la serie, Internet no existía y más adelante no había alcanzado todavía el desarrollo actual como inagotable fuente de información.

Al final del volumen, Moore y Campbell incluyen un documentado epílogo en el que razonan por qué realizaron cada viñeta del modo en que lo hicieron, especialmente cuando se trata de momentos cruciales para el desarrollo y comprensión del cómic. En muchas ocasiones a causa de la abundante documentación y controversias que existen al respecto, escogieron la interpretación que consideraban más afín al planteamiento de su argumentación. El epílogo es un apartado fundamentalmente consultivo y resulta de utilidad tanto para los lectores minuciosos y avezados en las andanzas de The Ripper como para los aficionados meramente curiosos.

‘From Hell’ no es solo una recopilación de hechos ni un relato policiaco al uso. Es mucho más. Es un retrato de época, un catálogo de miserias tanto de las clases bajas londinenses como de las altas, un recorrido, mental y visual, verdaderamente notable del Londres de finales del siglo XIX. No se puede olvidar que estos asesinatos todavía perduran en el imaginario colectivo, hasta tal punto que en la actualidad se explotan comercialmente mediante rutas guiadas a través de los escenarios en los que se encontraron los cadáveres mutilados.

A pesar del tiempo transcurrido desde su primera publicación, es un cómic que ha conseguido mantenerse fresco y el interés por su contenido sigue siendo de absoluta actualidad. El tema, porque nunca terminó, ni termina, de resolverse, resulta lo suficientemente atractivo para atornillar al lector a su silla, sillón o hamaca de playa durante unas cuantas horas, que son las que deberá invertir en devorarlo hasta sus últimos rincones. Lectura muy recomendable. Ya lo creo, mis improbables.

Noticias relacionadas

No me casaré con la mentira, el error, la cara bonita que me dijo "amor", pero para nada lo he encontrado en él. No me casaré con los ojos claros de ese corazón que decía: ¿amarme?

Amor puro es delicada figura, gato bendito.

Dentro del marco de “Voces del Tenerife”, el poeta valenciano Ángel Padilla asistió como ponente invitado -Padilla con su literatura antiespecista- en un acto homónimo a una de sus más ambiciosas obras poéticas, “La Bella Revolución”. Más de 60 poetas se dieron cita en ese macroencuentro de poesía de la conciencia crítica. Los actos comenzaron desde el miércoles 20 de marzo hasta el domingo 24, en la ermita de San Miguel Arcángel, La Laguna, Tenerife.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto