Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | PSOE | Política | Pedro Sánchez
Factores externos condicionan la formación del gobierno

España en el medio de una intriga internacional (Segunda parte)

|

La retorcida vinculación de Rivera a Macron

El contexto de enfrentamiento general causa secuelas tanto en el arco partidario como en cada partido, y va avivando confrontaciones de difícil interpretación, que aún no superando el hiperliderismo, empiezan a fomentar la tímida emersión de posiciones ideológicas. Una de estas, con características que han de definirse, está representada por los nacionalistas o soberanistas, comúnmente definidos de manera ambigua y genérica como “populistas”i, la otra, con atributos inequívocos, se encarna en los globalistas, y en su dominio absoluto en las últimas tres décadas del auge del pensamiento único o unidimensional. La disyuntiva es que muchas agregaciones políticas, por una parte, han perdido o rechazado principios basilares de su herencia ideológica, particularmente las de las grandes familias marxista, socialista y democristiana, y por otra parte, han adquirido elementos típicos y tópicos del neoliberalismo.

La manera en que han ido combinando lo nuevo con lo viejo ha determinado su colocación en el frente progresista o conservador del centro moderado. De hecho, durante años se ha producido un “novedoso moderantismo”ii, en que todos los partidos, a parte algunas irrelevantes excepciones, han colgado, a veces con numerosos virajes ideológicosiii, la bandera de centroizquierda o centroderecha, hasta discutiendo si poner o no el guion, “centro-izquierda” o “centroizquierda”, para evidenciar una identidad ya comprometidaiv. Finalmente, se han aglutinado como un cabildeo indefinido en un centro cada vez más metafísico e ilusorio, donde la contraposición entre reformistas y tradicionalistas, se ha convertido esencialmente en personalismo y conflictividad entre grupos antagónicos de poder.

En este momento, las dos figuras que por razones diferentes dominan la escena política española, Pedro Sánchez y Albert Rivera, se encuentran en la necesidad de elegir su posicionamiento a nivel nacional e internacional. Por lo que concierne el presidente de Cs, el primer paso fue liberarse de Manuel Valls. Los argumentos que salieron de la boca de Inés Arrimadasv, para cerrar la complicada colaboración con el exprimer ministro francés, ocultan los verdaderos motivos de la ruptura. No fue el apoyo de Valls a la investidura de Ada Colau, sino la temida astucia del personaje, capaz de conquistar el liderazgo estando en una posición minoritaria. Precisamente, es lo que pasó durante las primarias socialistas de 2011, cuando obtenido un modesto 6% en la primera votación, decidió, en segunda vuelta, abjurar su línea derechista y respaldar el candidato de izquierda favoritovi, François Hollande. Como consecuencia de aquella decisión y de los fuertes vínculos con el mundo financiero – en particular, con los Rothschild, siendo un convencido sionista y su segunda exmujervii (tras superar el divorcio con Nathalie Soulié)viii, Anne Gravoin, judíaix – consiguió el cargo de asesor de la campaña electoral del futuro presidente. Con la victoria de Hollande, fue nombrado ministro del interior (16 de mayo de 2012 - 31 de marzo de 2014), y sucesivamente, jefe de gobierno (31 de marzo de 2014 - 6 de diciembre de 2016).

Jugada similar intentó contra Emmanuel Macron, después de ser derrotado por Benoît Hamon en la consulta socialista de 2016, para postularse a inquilino del Elíseo. Pues, el ex primer ministro, con extrema desenvoltura y sin previo acuerdo, anunció su incorporación a La République En Marche (LREM), para concurrir a las elecciones legislativas (el 11 y 18 de junio de 2017). La aversión del equipo presidencialx a su reclutamiento, fue extrañamente suavizada por el mismo Macron, que, si por un lado, rechazó su inclusión en las listas electorales del movimiento, por otro lado, al no presentar ningún candidato en su contra, le aseguró el triunfo en el colegio como independientexi, aunque con apenas el 50,3% de los votos. Fue condición preliminar para que Valls pudiera tener un hueco político, que se concretó con el ingreso en el grupo parlamentario de LREM como diputado afiliadoxii.

Al parecer, el zorro pierde el pelo pero no las mañas, y el hombre de Estado hispanofrancés volvió con su capacidad de meter la pata, declarando públicamente el noviazgo con Olivia Grégoirexiii (19 de abril de 2018), prestigiosa delegada y portavoz de LREM en la Asamblea Nacional francesa, además de ser componente de la Comisión Parlamentaria de Finanzas. Seguramente, dentro de la agrupación la noticia causó agitación, y por lo tanto, el Elíseo optó por la formula promover para remover (procedente del latín “promoveatur ut amoveatur”). Solo un día después (20 de abril 2018) del anuncio de la relación sentimental (hoy en día Valls, ya tiene otro romance con Susana Gallardo)xiv, corrió el rumor de su candidatura a la alcaldía de Barcelona con el apoyo de Cs. En sustancia, se trató de una decisión táctica de Macron, que le permitió alejar un fastidioso adversario y, al mismo tiempo, intentar influenciar la acción diplomática de su vecino pirenaico, en una fase clave para el destino de la UE.

España entre dos fuegos

El proyecto del mandatario galo es alentar las corrientes filoeuropeas en el conjunto de los partidos españoles, en particular, construyendo un bloque del PSOE con Cs. No es un caso que, inicialmente, Valls manifestó el propósito de presentarse como destacado referente de estas dos formacionesxv, pero la hipótesis naufragó por la neta oposición de Albert Rivera, y a la vez, de los dirigentes del PSC. En particular, Jaume Collboni, que a pesar del fracaso en los precedentes comicios municipales y la ruptura de la coalición con BComù, renovó su aspiración de convertirse en regidor de la capital catalana. Si el ex primer ministro francés hubiera llegado a presentarse con una designación unitaria y conseguido la victoria, habría trepado rápidamente posiciones políticas, y en calidad de representante de la segunda más grande ciudad de España, dictado su estrategia.

Desgraciadamente para él, los resultados no fueron exitosos, y sucesivamente, la conducta de líder naranja para conseguir beneficios en los pactos de gobierno de las comunidades autonómicas, ha generado fricciones tanto con el Elíseo como con los aliados (PP y Vox). El círculo de Faubourg Saint-Honoré se ha mostrado fuertemente irritado por “cualquier trabajo de fondo con la ultraderecha”xvi, y su emisario en la tierra de Don Quijote, el hombre de las mil poltronas o profesional del poltronismo, mientras iba apalabrando un acuerdo para entrar en el nuevo ejecutivo de Sànchez como ministro de Asuntos Exteriores, sustituyendo a Josep Borrellxvii, ha descalificado de manera cabal las negociaciones de Rivera con una “formación reaccionaria y antieuropea”xviii. Se trata de una clara referencia a Vox, partido que goza del asesoramiento de Steve Bannon (“Vinieron a verme hace dos años, en el verano de 2017, yo todavía estaba en la Casa Blanca. Vino una persona que trabajaba para ellos, acompañado de dos miembros de su equipo”xix) y de fondos que proceden del bando norteamericano, como reveló la donación de 800.000 eurosxx, en 2014, por parte de simpatizantes del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán (CNRI). Este es un grupo asentado en Francia, que representa el paraguas de los Muyahidines del Pueblo de Irán (MEK), una estructura subversiva en oposición al ayatolá Jomeini y a la República Islámica, que, en 2012, durante la administración Obama, fue retirada de la lista de organizaciones terroristas por la entonces Secretaria de Estado Hillary Clinton. Es una práctica habitual de EE. UU. utilizar tapaderas para encauzar fondos hacia los actores que quiere respaldar, como evidencia, entre otras, la actuación de Vital Voicexxi a favor de Macri, en las elecciones presidenciales de Argentina en 2015xxii.

Cs que en su trayecto ha aprovechado siempre de plataformas variables, a tal punto que como dijo José Bergamín “la constancia de la veleta es cambiar”xxiii, ya no puede seguir – dado el contexto mundial – con la “política de los dos hornos”xxiv. La simultánea adhesión a la facción europeísta y españolista comienza a generar incompatibilidad, condicionando un posible connubio con el PSOE de Sánchez, el cual parece fuertemente anclado en una alianza con Francia y Alemania, complaciendo sus ambiciones de convertirse en portaestandarte de los socialistas europeos, una agrupación que pierde cada vez más atractivo y diputados (de 191xxv de 2014 a 153xxvi de 2019, el peor resultado conseguido a partir de las elecciones de 1989xxvii). Tampoco están produciendo efectos las reiteradas amenazas de Macronxxviii a Rivera, preocupado por el proceso de agregación de fuerzas que abogan por una Europa de las naciones. La indecisión de Cs es comprensible, porque renunciar a competir en el frente conservador, significa, a nivel nacional, dejar campo libre a Vox en una coyuntura en que el PP se encuentra en dificultad, y una gran cantidad de votantes de derecha y centroderecha, nada desdeñable, buscan un representante que cumpla con sus expectativas.

De momento, apostar por un ejecutivo con el PSOE tiene su riesgo. Su vida podría ser muy breve, debido a que ya está experimentando una cierta inquietud por la negativa de la administración Trump, que no dejará de amenazar su supervivencia política. No cabe duda de que tanto el desafió del mandatario mexicano (25 de marzo de 2019), Andrés Manuel López Obrador (AMLO), por los abusos de la conquistaxxix, como el misterioso ingreso en la embajada española en Venezuela de Leopoldo Lópezxxx (1 de mayo de 2019) – opositor del régimen Maduro bajo arresto domiciliario desde 2017 – son acciones inspiradas por EE. UU. para estorbar al gabinete de Pedro Sánchez. La confirma fue el desdén con que el jefe de gobierno estadounidense mando sentar al presidente español en la cumbre del G20xxxi, gesto que la Moncloa minimizó ofreciendo una interpretación kafkiana del acaecimientoxxxii.

Pero la tesis fue desmentida al mostrarse otro vídeo del encuentro, en que Sánchez fue tratado con indiferencia y humillado por parte de Trumpxxxiii. Las divergencias con la Casa Blanca por la retirada de la fragata Méndez Núñez (F-104) del Grupo de Combate del portaaviones norteamericano Abraham Lincoln (14 de mayo de 2019)xxxiv, y el retraso en el reconocimiento de Juan Guaidó como mandatario de Venezuelaxxxv (4 de febrero de 2019), ocultan el real motivo de la reprimenda, es decir, la férrea voluntad del secretario socialista de mantener vivo el pacto con Emmanuel Macron y Angela Merkel. Postura confirmada explícitamente por la ministra de Defensa, Margarita Robles, que durante su visita a la Base Aérea de Morón de la Frontera (8 de mayo de 2019)xxxvi, aclaró que las Fuerzas Armadas de España solo están vinculadas por los acuerdos de la UE y la OTAN, desmarcándose abiertamente de Estados Unidos. Por lo que parece, la aceptación, sin modificar el convenio, de un mayor despliegue militar norteamericano en la base de Rota en Cádiz (con un destacamento de helicópteros navales), tampoco ha servido para aplacar la contrariedad de Washington.


PSOE y Cs atrapados en la paradoja de Schrödinger
Según muchos analistas, intelectuales y padrinos políticos, que en estos días han reiteradamente expresado su afán por conservar la democracia con manifiestosxxxvii, artículos y entrevistasxxxviii, Sánchez y Rivera están destinados a acercarse, además es lo que solicitan para que se formen gobiernos constitucionalistas en todo el país, hasta incluyendo el PPxxxix.

En sustancia, “Desde la izquierda”xl, se reclama la creación de un cordón sanitario para que tanto Vox como Unidas Podemos, vean truncadas sus legitimas aspiraciones de participar a la gestión pública. El dictamen es confinar las así llamadas izquierda radical y extrema derecha del sistema partidario, para volver a la “Cosa” (“The Thing”)xli, o sea, una criatura que aunque en continua metamorfosis, se queda indefinida y deforme, perpetuando la supremacía de bandas oligárquicas, colocadas en un centro huérfano de ideas y valores. Desde la izquierda, cabe decir nuevamente, lo único que prevalece, como siempre en las ultimas décadas y como legado del felipismoxlii, es una arraigada pedantería, que juntándose a la incomprensión de fenómenos sociales inéditos, desemboca en un paternalismo progresista privo de propuesta y cargado de denuncias. No es casualidad que en el documento difundido (341 palabras contenida en dos páginas), se mencionen con disgusto cuatro veces las palabras “nacionalismos identitarios” y “populismos” y dos veces el vocablo “secesionistas”xliii, a la vez que se ensalce a la UE como espacio colectivo de libertad y paz.

Sin embargo, el llamado ha sido desatendido provocando el abandono de la formación naranja de Francisc Carreras (el 17 de julio de 2019)xliv, Toni Roldánxlv y Javier Nartxlvi (el 24 de junio de 2019), mientras que prevalece el rígido principio de incertidumbre, puesto que no solo no se sabe si se producirá el encuentro entre Sánchez y Rivera, sino también cuándo y dónde. Es razonable afirmar que el secretario socialista se está comportando como un fotón dando caza a una partícula con la que topar, para que surja un gobierno sólido, pero tanto la partícula Ciudadanos como el fotón PSOE, no tienen una trayectoria estable. Ambos están afectados por el campo gravitacional que les rodea, aquel tablero internacional que acaba perturbando sus posiciones en política doméstica. Por lo tanto, los dos partidos viven como gatos en la paradoja de Schrödinger, timoneando a izquierda y derecha, dentro de un orden de acontecimientos indefinidos, que a pesar de los resultados irreconciliables, permite la coexistencia sincrónica de realidades contradictoriasxlvii. 

España en el medio de una intriga internacional (Segunda parte)

Factores externos condicionan la formación del gobierno
Michel Fonte
viernes, 26 de julio de 2019, 12:45 h (CET)

La retorcida vinculación de Rivera a Macron

El contexto de enfrentamiento general causa secuelas tanto en el arco partidario como en cada partido, y va avivando confrontaciones de difícil interpretación, que aún no superando el hiperliderismo, empiezan a fomentar la tímida emersión de posiciones ideológicas. Una de estas, con características que han de definirse, está representada por los nacionalistas o soberanistas, comúnmente definidos de manera ambigua y genérica como “populistas”i, la otra, con atributos inequívocos, se encarna en los globalistas, y en su dominio absoluto en las últimas tres décadas del auge del pensamiento único o unidimensional. La disyuntiva es que muchas agregaciones políticas, por una parte, han perdido o rechazado principios basilares de su herencia ideológica, particularmente las de las grandes familias marxista, socialista y democristiana, y por otra parte, han adquirido elementos típicos y tópicos del neoliberalismo.

La manera en que han ido combinando lo nuevo con lo viejo ha determinado su colocación en el frente progresista o conservador del centro moderado. De hecho, durante años se ha producido un “novedoso moderantismo”ii, en que todos los partidos, a parte algunas irrelevantes excepciones, han colgado, a veces con numerosos virajes ideológicosiii, la bandera de centroizquierda o centroderecha, hasta discutiendo si poner o no el guion, “centro-izquierda” o “centroizquierda”, para evidenciar una identidad ya comprometidaiv. Finalmente, se han aglutinado como un cabildeo indefinido en un centro cada vez más metafísico e ilusorio, donde la contraposición entre reformistas y tradicionalistas, se ha convertido esencialmente en personalismo y conflictividad entre grupos antagónicos de poder.

En este momento, las dos figuras que por razones diferentes dominan la escena política española, Pedro Sánchez y Albert Rivera, se encuentran en la necesidad de elegir su posicionamiento a nivel nacional e internacional. Por lo que concierne el presidente de Cs, el primer paso fue liberarse de Manuel Valls. Los argumentos que salieron de la boca de Inés Arrimadasv, para cerrar la complicada colaboración con el exprimer ministro francés, ocultan los verdaderos motivos de la ruptura. No fue el apoyo de Valls a la investidura de Ada Colau, sino la temida astucia del personaje, capaz de conquistar el liderazgo estando en una posición minoritaria. Precisamente, es lo que pasó durante las primarias socialistas de 2011, cuando obtenido un modesto 6% en la primera votación, decidió, en segunda vuelta, abjurar su línea derechista y respaldar el candidato de izquierda favoritovi, François Hollande. Como consecuencia de aquella decisión y de los fuertes vínculos con el mundo financiero – en particular, con los Rothschild, siendo un convencido sionista y su segunda exmujervii (tras superar el divorcio con Nathalie Soulié)viii, Anne Gravoin, judíaix – consiguió el cargo de asesor de la campaña electoral del futuro presidente. Con la victoria de Hollande, fue nombrado ministro del interior (16 de mayo de 2012 - 31 de marzo de 2014), y sucesivamente, jefe de gobierno (31 de marzo de 2014 - 6 de diciembre de 2016).

Jugada similar intentó contra Emmanuel Macron, después de ser derrotado por Benoît Hamon en la consulta socialista de 2016, para postularse a inquilino del Elíseo. Pues, el ex primer ministro, con extrema desenvoltura y sin previo acuerdo, anunció su incorporación a La République En Marche (LREM), para concurrir a las elecciones legislativas (el 11 y 18 de junio de 2017). La aversión del equipo presidencialx a su reclutamiento, fue extrañamente suavizada por el mismo Macron, que, si por un lado, rechazó su inclusión en las listas electorales del movimiento, por otro lado, al no presentar ningún candidato en su contra, le aseguró el triunfo en el colegio como independientexi, aunque con apenas el 50,3% de los votos. Fue condición preliminar para que Valls pudiera tener un hueco político, que se concretó con el ingreso en el grupo parlamentario de LREM como diputado afiliadoxii.

Al parecer, el zorro pierde el pelo pero no las mañas, y el hombre de Estado hispanofrancés volvió con su capacidad de meter la pata, declarando públicamente el noviazgo con Olivia Grégoirexiii (19 de abril de 2018), prestigiosa delegada y portavoz de LREM en la Asamblea Nacional francesa, además de ser componente de la Comisión Parlamentaria de Finanzas. Seguramente, dentro de la agrupación la noticia causó agitación, y por lo tanto, el Elíseo optó por la formula promover para remover (procedente del latín “promoveatur ut amoveatur”). Solo un día después (20 de abril 2018) del anuncio de la relación sentimental (hoy en día Valls, ya tiene otro romance con Susana Gallardo)xiv, corrió el rumor de su candidatura a la alcaldía de Barcelona con el apoyo de Cs. En sustancia, se trató de una decisión táctica de Macron, que le permitió alejar un fastidioso adversario y, al mismo tiempo, intentar influenciar la acción diplomática de su vecino pirenaico, en una fase clave para el destino de la UE.

España entre dos fuegos

El proyecto del mandatario galo es alentar las corrientes filoeuropeas en el conjunto de los partidos españoles, en particular, construyendo un bloque del PSOE con Cs. No es un caso que, inicialmente, Valls manifestó el propósito de presentarse como destacado referente de estas dos formacionesxv, pero la hipótesis naufragó por la neta oposición de Albert Rivera, y a la vez, de los dirigentes del PSC. En particular, Jaume Collboni, que a pesar del fracaso en los precedentes comicios municipales y la ruptura de la coalición con BComù, renovó su aspiración de convertirse en regidor de la capital catalana. Si el ex primer ministro francés hubiera llegado a presentarse con una designación unitaria y conseguido la victoria, habría trepado rápidamente posiciones políticas, y en calidad de representante de la segunda más grande ciudad de España, dictado su estrategia.

Desgraciadamente para él, los resultados no fueron exitosos, y sucesivamente, la conducta de líder naranja para conseguir beneficios en los pactos de gobierno de las comunidades autonómicas, ha generado fricciones tanto con el Elíseo como con los aliados (PP y Vox). El círculo de Faubourg Saint-Honoré se ha mostrado fuertemente irritado por “cualquier trabajo de fondo con la ultraderecha”xvi, y su emisario en la tierra de Don Quijote, el hombre de las mil poltronas o profesional del poltronismo, mientras iba apalabrando un acuerdo para entrar en el nuevo ejecutivo de Sànchez como ministro de Asuntos Exteriores, sustituyendo a Josep Borrellxvii, ha descalificado de manera cabal las negociaciones de Rivera con una “formación reaccionaria y antieuropea”xviii. Se trata de una clara referencia a Vox, partido que goza del asesoramiento de Steve Bannon (“Vinieron a verme hace dos años, en el verano de 2017, yo todavía estaba en la Casa Blanca. Vino una persona que trabajaba para ellos, acompañado de dos miembros de su equipo”xix) y de fondos que proceden del bando norteamericano, como reveló la donación de 800.000 eurosxx, en 2014, por parte de simpatizantes del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán (CNRI). Este es un grupo asentado en Francia, que representa el paraguas de los Muyahidines del Pueblo de Irán (MEK), una estructura subversiva en oposición al ayatolá Jomeini y a la República Islámica, que, en 2012, durante la administración Obama, fue retirada de la lista de organizaciones terroristas por la entonces Secretaria de Estado Hillary Clinton. Es una práctica habitual de EE. UU. utilizar tapaderas para encauzar fondos hacia los actores que quiere respaldar, como evidencia, entre otras, la actuación de Vital Voicexxi a favor de Macri, en las elecciones presidenciales de Argentina en 2015xxii.

Cs que en su trayecto ha aprovechado siempre de plataformas variables, a tal punto que como dijo José Bergamín “la constancia de la veleta es cambiar”xxiii, ya no puede seguir – dado el contexto mundial – con la “política de los dos hornos”xxiv. La simultánea adhesión a la facción europeísta y españolista comienza a generar incompatibilidad, condicionando un posible connubio con el PSOE de Sánchez, el cual parece fuertemente anclado en una alianza con Francia y Alemania, complaciendo sus ambiciones de convertirse en portaestandarte de los socialistas europeos, una agrupación que pierde cada vez más atractivo y diputados (de 191xxv de 2014 a 153xxvi de 2019, el peor resultado conseguido a partir de las elecciones de 1989xxvii). Tampoco están produciendo efectos las reiteradas amenazas de Macronxxviii a Rivera, preocupado por el proceso de agregación de fuerzas que abogan por una Europa de las naciones. La indecisión de Cs es comprensible, porque renunciar a competir en el frente conservador, significa, a nivel nacional, dejar campo libre a Vox en una coyuntura en que el PP se encuentra en dificultad, y una gran cantidad de votantes de derecha y centroderecha, nada desdeñable, buscan un representante que cumpla con sus expectativas.

De momento, apostar por un ejecutivo con el PSOE tiene su riesgo. Su vida podría ser muy breve, debido a que ya está experimentando una cierta inquietud por la negativa de la administración Trump, que no dejará de amenazar su supervivencia política. No cabe duda de que tanto el desafió del mandatario mexicano (25 de marzo de 2019), Andrés Manuel López Obrador (AMLO), por los abusos de la conquistaxxix, como el misterioso ingreso en la embajada española en Venezuela de Leopoldo Lópezxxx (1 de mayo de 2019) – opositor del régimen Maduro bajo arresto domiciliario desde 2017 – son acciones inspiradas por EE. UU. para estorbar al gabinete de Pedro Sánchez. La confirma fue el desdén con que el jefe de gobierno estadounidense mando sentar al presidente español en la cumbre del G20xxxi, gesto que la Moncloa minimizó ofreciendo una interpretación kafkiana del acaecimientoxxxii.

Pero la tesis fue desmentida al mostrarse otro vídeo del encuentro, en que Sánchez fue tratado con indiferencia y humillado por parte de Trumpxxxiii. Las divergencias con la Casa Blanca por la retirada de la fragata Méndez Núñez (F-104) del Grupo de Combate del portaaviones norteamericano Abraham Lincoln (14 de mayo de 2019)xxxiv, y el retraso en el reconocimiento de Juan Guaidó como mandatario de Venezuelaxxxv (4 de febrero de 2019), ocultan el real motivo de la reprimenda, es decir, la férrea voluntad del secretario socialista de mantener vivo el pacto con Emmanuel Macron y Angela Merkel. Postura confirmada explícitamente por la ministra de Defensa, Margarita Robles, que durante su visita a la Base Aérea de Morón de la Frontera (8 de mayo de 2019)xxxvi, aclaró que las Fuerzas Armadas de España solo están vinculadas por los acuerdos de la UE y la OTAN, desmarcándose abiertamente de Estados Unidos. Por lo que parece, la aceptación, sin modificar el convenio, de un mayor despliegue militar norteamericano en la base de Rota en Cádiz (con un destacamento de helicópteros navales), tampoco ha servido para aplacar la contrariedad de Washington.


PSOE y Cs atrapados en la paradoja de Schrödinger
Según muchos analistas, intelectuales y padrinos políticos, que en estos días han reiteradamente expresado su afán por conservar la democracia con manifiestosxxxvii, artículos y entrevistasxxxviii, Sánchez y Rivera están destinados a acercarse, además es lo que solicitan para que se formen gobiernos constitucionalistas en todo el país, hasta incluyendo el PPxxxix.

En sustancia, “Desde la izquierda”xl, se reclama la creación de un cordón sanitario para que tanto Vox como Unidas Podemos, vean truncadas sus legitimas aspiraciones de participar a la gestión pública. El dictamen es confinar las así llamadas izquierda radical y extrema derecha del sistema partidario, para volver a la “Cosa” (“The Thing”)xli, o sea, una criatura que aunque en continua metamorfosis, se queda indefinida y deforme, perpetuando la supremacía de bandas oligárquicas, colocadas en un centro huérfano de ideas y valores. Desde la izquierda, cabe decir nuevamente, lo único que prevalece, como siempre en las ultimas décadas y como legado del felipismoxlii, es una arraigada pedantería, que juntándose a la incomprensión de fenómenos sociales inéditos, desemboca en un paternalismo progresista privo de propuesta y cargado de denuncias. No es casualidad que en el documento difundido (341 palabras contenida en dos páginas), se mencionen con disgusto cuatro veces las palabras “nacionalismos identitarios” y “populismos” y dos veces el vocablo “secesionistas”xliii, a la vez que se ensalce a la UE como espacio colectivo de libertad y paz.

Sin embargo, el llamado ha sido desatendido provocando el abandono de la formación naranja de Francisc Carreras (el 17 de julio de 2019)xliv, Toni Roldánxlv y Javier Nartxlvi (el 24 de junio de 2019), mientras que prevalece el rígido principio de incertidumbre, puesto que no solo no se sabe si se producirá el encuentro entre Sánchez y Rivera, sino también cuándo y dónde. Es razonable afirmar que el secretario socialista se está comportando como un fotón dando caza a una partícula con la que topar, para que surja un gobierno sólido, pero tanto la partícula Ciudadanos como el fotón PSOE, no tienen una trayectoria estable. Ambos están afectados por el campo gravitacional que les rodea, aquel tablero internacional que acaba perturbando sus posiciones en política doméstica. Por lo tanto, los dos partidos viven como gatos en la paradoja de Schrödinger, timoneando a izquierda y derecha, dentro de un orden de acontecimientos indefinidos, que a pesar de los resultados irreconciliables, permite la coexistencia sincrónica de realidades contradictoriasxlvii. 

Noticias relacionadas

Me he criado en una familia religiosa, sin llegar a ser beata, que ha vivido muy de cerca la festividad del Jueves Santo desde siempre. Mis padres se casaron en Santo Domingo, hemos vivido en el pasillo del mismo nombre, pusimos nuestro matrimonio a los pies de la Virgen de la Esperanza, de la que soy hermano, y he llevado su trono durante 25 años.

Gladio (espada en latín), fue el nombre que se le dio a la "red de agentes durmientes desplegados por la OTAN en Italia y preparados para entrar en acción en caso de que los soviéticos invadieran Europa Occidental", y serían la fuerza aliada que permanecería detrás de las líneas soviéticas para facilitar el contraataque.

El diccionario es permisivo, incluye la rigidez en la delimitación de las entradas y salidas; al tiempo que acoge la pérdida de los formatos cerebrales a la hora de regular las ideas entrantes o las emitidas tras elucubraciones varias. A veces no está tan claro si apreciamos más los desajustes o seguimos fieles a ciertos límites establecidos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto