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Llegan los exámenes, y con ellos la ansiedad | |||
Se estima que entre un 3% y un 5% de la población universitaria del país sufre este problema | |||
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Tras el período vacacional correspondiente a las Navidades, a los universitarios de todo el país les toca poner a prueba sus conocimientos y enfrentarse a los temidos exámenes, en los que han de demostrar el buen trabajo realizado durante los meses previos. “Durante la época de los exámenes muchos estudiantes experimentan inseguridades, bloqueos, miedos, angustia, e incluso algunas sensaciones fisiológicas como temblores, taquicardias y la más común de todas, dificultades para conciliar el sueño” comentan desde Carral Psicología. Todos estos síntomas convergen en lo que los expertos han denominado ansiedad ante los exámenes y que provoca dificultades en el acceso a los conocimientos adquiridos para poder emplearlos durante los exámenes. Se estima que entre un 3% y un 5% de la población universitaria del país sufre este problema. El problema de la ansiedad suelen sufrirlo, en mayor grado, aquellos que más han estudiado. Por el contrario, en aquellos que no han estudiado lo suficiente suele mostrarse ausente. Es por eso, que los expertos aseguran que cierto grado de ansiedad es necesario e incluso beneficioso. Desde Carral Psicología comentan que “la famosa Ley de Yerkes-Dobson dice que cuando uno está tenso, percibe, actúa y piensa con mayor claridad, hablamos entonces de una ansiedad saludable. Sin embargo, cuando el nivel de activación sobrepasa unos umbrales concretos, el rendimiento decae, lo que hace que esa ansiedad ya no sea tan saludable”. Por lo tanto, la solución para evitar este problema pasa por intentar relajarse al máximo, evitar los pensamientos negativos y ser conscientes de la situación real, es decir, si uno ha estudiado, lo lógico es que apruebe los exámenes. En cualquier caso, la ayuda de profesionales nunca está de más. |
Con motivo del Día Mundial de la Alergia (8 de julio), la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) alerta de que las enfermedades respiratorias de origen alérgico, como la rinitis y el asma alérgica, afectan ya a uno de cada cinco españoles y siguen en aumento, impulsadas por factores como la contaminación y el cambio climático.
El verano es una época de disfrute y relajación, con más tiempo para el ocio y la convivencia. Sin embargo, también es un periodo en el que debemos prestar especial atención a la manipulación y conservación de los alimentos, ya que el calor favorece la rápida multiplicación de microorganismos patógenos en los alimentos, especialmente si no se manipulan o conservan adecuadamente. Es crucial estar bien informado para prevenirlas y asegurar un disfrute pleno y seguro.
El verano trastoca nuestros horarios y los hábitos que mantenemos en otras épocas del año. Con la llegada del calor pasamos más tiempo al aire libre, viajamos y aumentamos las comidas fuera del domicilio. De hecho, las altas temperaturas debilitan nuestro sistema inmunológico y la humedad y el sudor aumentan el riesgo de infecciones cutáneas y fúngicas.
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