Me lo he encontrado en una residencia de mayores. En el Buen Samaritano; una residencia asistida que se encuentra en Churriana y es regentada por Caritas. En ella hay más de medio centenar de plazas, de ellas, una docena esta ocupada por sacerdotes mayores que lo necesitan.
Algunos miércoles acudo a compartir la Eucaristía con ellos. Es precioso, pero doloroso, el ver a personas de una gran categoría intelectual, humana y religiosa, sometidos a la esclavitud de un bastón, un carrito o el bracete de alguna auxiliar que los traslada con mimo.
Cuando uno acude a uno de estos centros, espera encontrarse con un grupo de ancianos achacosos que se encuentran en las últimas. No es cierto. Cantan con brío y celebran la Eucaristía con fervor e intensidad. El que tuvo… retuvo. En un lado del altar me he encontrado con un cartel que recoge la cita de San Lucas en su capítulo 21, 36-37 “Estad despiertos… ante las cosas que van a suceder”.
Queridos lectores. Muchos mayores están más despiertos de lo que parece aunque simulen estar soñolientos. Viven en otra dimensión. En las de sus recuerdos.
Por eso les haré caso. Permaneceré despierto. Haciendo poco caso a los telediarios y a las promesas interesadas. Más pendiente de mí y de los que me rodean. Despiertos en pleno Adviento. Esperando su Venida.
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