SOLIDARIDAD
Del desánimo al ánimo inherente
Ha llegado el momento de activar los acuerdos para una mayor quietud en el planeta. La tierra no puede ser un campo de batalla entre sus moradores. Tampoco podemos caer en el desánimo. Estamos llamados a propiciar un estado de ánimo positivo, que es lo que nos embellece como individuos.
Me sorprende nuestro mundo
Cada día me sorprende más el mundo en el que vivo. La ola de generosidad y altruismo que ha mostrado el triste suceso del niño de Totalán me ha conmovido y alegrado el alma.
Hay que dejarse hermanar
Estamos predestinados a tener que abrazarnos, si en verdad queremos confluir en los valores que construyen el proceder en común, con la única fuerza química que todos llevamos consigo, y que no es otra que la del amor.
Desconfianzas y absurdos
Hemos de reconocerlo. Somos una ciudadanía desmoralizada y perdida, sin apenas criterio, pues los grandes dominadores, son los que ciertamente manipulan nuestros sueños.
Espíritus ensangrentados
El mundo arde en lágrimas y sollozos. Los moradores de un lado y los del otro, en lugar de entenderse, se enfrentan, utilizan lenguajes que hieren los corazones y acaban matando ilusiones.
Vivir unidos para convivir hermanados
Nuestra historia de seres pensantes, con corazón y cuerpo, con raciocinio y voluntad, lo que pone en evidencia es que estamos llamados a vivir unidos, preocupándonos los unos de los otros, haciendo familia y renaciendo cada día.
Necesito liberarme
Hoy he salido a interrogarme, a verme en el azul del cielo, y a preguntar por mi estrella. Estoy harto de caminar sin rumbo, de que me desorienten y deslumbren aquellos que buscan los honores aquí abajo, de vivir atrapado por la idiotez de la sinrazón, y por el calvario de la mundanidad.
Tiempo de balances y esperanzas
Es tiempo de balances y de propósitos rectos, de robustecer los sentimientos nobles y de consolidar lenguajes cercanos, que nos unan y nos acrecienten a vivir armónicamente, en una pacífica convivencia.
Ofrecer calor humano
Nos hemos globalizado, pero aún no fuimos capaces de que el linaje retorne a esa comunión de amor que todos hemos de cultivar, para que el mundo sea una gran familia, donde se respire la generosidad.
Los vicios humanos
Es tiempo de entenderse, de cultivar lenguajes que nos hermanen, si en verdad deseamos ser una generación pacificadora, dispuesta siempre al diálogo, a través de actitudes abiertas que nos aglutinen y converjan en la creación de un cosmos, en el que el respeto de sus moradores, sea abecedario constante en los labios de sus gentes.
Siembra de buenos deseos
Es tiempo de apertura, de abrazar los anhelos y de reavivarnos unos a otros, lo que nos exige comprensión y compasión, en un momento de balances y propósitos, en el que la asistencia y la hospitalidad deben de formar parte de nuestras vidas.
Bienvenidas las iniciativas globales
A veces reclamo lo que no doy, pido paz y siembro hostilidad, requiero derechos y ninguna obligación, apelo al compromiso y yo mismo me desentiendo de auxiliar al que me interpela en el camino.
Estad despiertos
Me lo he encontrado en una residencia de mayores. En el Buen Samaritano; una residencia asistida que se encuentra en Churriana y es regentada por Caritas. En ella hay más de medio centenar de plazas, de ellas, una docena esta ocupada por sacerdotes mayores que lo necesitan.
Adherirse al bien
Los moradores de este mundo actual han cerrado todos los horizontes, inclusive también los trascendentes del sentimiento poético del alma, para vivir un presente egoísta y alocado, con el olvido o la censura al pasado, y sin importarles la construcción de un futuro más hermanado.
Hay que ser revolucionario
Me rebelo contra esta cultura mezquina, que adoctrina y aborrega, incapaz de asumir irresponsabilidades, que bebe del abecedario de la necedad continuamente y del disfrute del momento.
De combate en combate
No hemos salido de un combate, nos metemos en otro, ¡cuántas inútiles contiendas!, en este mundo crecido por lenguajes que nos enfrentan unos contra otros, por prácticas racistas y xenófobas, que lo único que hacen es dividirnos y alimentar envidias y celos.
El lenguaje positivo de la verdad
Muchas personas son las que hoy día viven en precario, en un mundo más selva que corazón, desbordado en demasiadas ocasiones por una escalada de incidentes y el incremento de tensiones, que nos impiden tomar la vida con alegría.
Una economía plenamente solidaria
No vemos por otros ojos que la economía, y no estaría mal que fuese así, en el caso de que nos sirviera para hacer un uso más eficiente de los recursos, para corregir desviaciones y referencias egoístas, poniendo de relieve la importancia de una decente distribución social.