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Humanismo

El santuario interior

Necesitamos reanimarnos y restablecernos, llenar el santuario íntimo de nuestro espíritu con vocablos comprensivos, más positivos que negativos, clementes y placenteros. Por desgracia, la atmósfera actual no suele acompañarnos en ninguna parte del planeta. Proliferan los conflictos, las catástrofes diversas, los actos violentos, los abusos de todo tipo, así como una fuerte carga de sensación de aislamiento y abandono, que pueden generar conductas suicidas.

Responsabilidades esquivas

En los tiempos actuales abundan los recursos y conocimientos en sectores impensables. Ni siquiera esos ventajosos adelantos son bien aprovechados, ni paramos mientes en otras consideraciones importantes; inmersos en una rutina hiperactiva caemos en una indeterminación alarmante.

Hacia el imperfecto equilibrio

Me encuentro frente a un símbolo antiguo de origen celta, la piedra a la que va adherida toda su carga simbólica se encuentra dividida y uno de los espirales se halla casi olvidado debido a la erosión propia de la naturaleza; recordé al rozar con mis dedos el círculo infinito que leí por primera vez acerca del trisquel en la leyenda irlandesa de Bride, diosa de la primavera, la fertilidad y el amanecer.

Saber vivir en la placidez

El secreto de nuestros andares por aquí abajo reside en la honestidad y en el juego limpio, si en verdad queremos aflorar hacia otros horizontes menos tortuosos, con sendas más tranquilizadoras y sin tantas revueltas. Hoy más que nunca, necesitamos un rayo de esperanza en mitad de estos tiempos oscuros.

De lo imposible a lo posible

Nada es imposible a los ojos existenciales, es nuestro deber ser operantes para liberarnos del mal, practicar la justicia y enmendar situaciones verdaderamente atroces. Tampoco es cuestión de combatir, sino de resistir y de extender el espíritu del bien para que reine la verdad en la vida; y, por ende, la armonía.

Dinosaurios tenaces

Ya pasaron los siglos y agentes minúsculos generan enormes tribulaciones, en el plano corto de las actuaciones directas y en los efectos a distancia no siempre visibles.

Posiciones de sustento y valentía

En medio de un progresivo temporal de despropósitos humanos, con un creciente huracán de incertidumbres, un aluvión de crisis diversas, un tremendo desconcierto atmosférico y una honda injusticia global; reivindico otros posicionamientos más lícitos y equitativos, que sirvan de apoyo a esas gentes desfavorecidas y abandonadas.

Decencia y compasión

A poco que rastreemos por los caminos terrestres, percibiremos que la decencia y la compasión humana acostumbran a brillar por su ausencia, sobre todo entre los desfavorecidos, que suelen ser los más vulnerables y marginados. Debemos evitar que esto suceda o que se prolongue en el tiempo.

Bucles viciosos

Los entuertos son naturales, no estamos ubicados en parajes idílicos; en el curso de las actividades de cada momento abundan las contradicciones. Aunque los humanos somos gente engreída, no damos abasto en cuanto a las disposiciones resolutivas. Con la sin par introducción de novedades tecnológicas, no conseguimos neutralizar las severas complicaciones que tantos sufrimientos nos provocan.

Corazones bucólicos

Los pasajes vivenciales no son más que un manto silvestre de aromas que nos resucitan cada día, lo que requiere de nosotros unos hábitos saludables y un deseo de vivir, desvividos por preservar los hábitats naturales, para poner a nuestro planeta en el camino de la curación.

Desazones cotidianas

En los espacios naturales, el estado de alerta es la regla; el dinamismo vital pone a prueba los diferentes mecanismos de subsistencia. Las cualidades requeridas por cada ser vivo introducen matices relevantes en dicha controversia; en especial, la participación del intelecto humano, aporta mayores posibilidades de adaptación.

Desfachatez

Es impresionante a lo que puede llegar el ser humano. Nacimos para ser felices; para amar, cuidar, relacionarnos, vivir… y a esto hemos llegado: a tener envidia de la felicidad ajena. Esta es la sociedad de hoy en día, desde los más jóvenes hasta los más mayores. La educación se ha perdido y creernos más que los demás se ha acrecentado. El egoísmo nos carcome, nos convierte en seres superiores.

¿Es posible vivir en un mundo lleno de hipocresía?

La hipocresía es una realidad que afecta a nuestro mundo cada vez más. Estamos rodeados por personas que hablan una cosa y hacen otra, se comportan de una forma en un contexto y de otra en otro. Esta doble moral nos afecta directamente, ya que muchas veces somos los primeros en ser juzgados sin conocer la totalidad de los hechos.

Distintos sí, pero no distantes

Toda la creación es una recreación armoniosa, de singularidades manifiestas entre humanos, pero que forman una sola familia, en la que las relaciones no pueden estar distantes, puesto que hemos de ser guardianes los unos de los otros. Esto nos exige ser responsables, desterrar todos los frentes y también las fronteras que nos separan.

La semana de los barbudos y la mente del universo

La Semana de los Barbudos es la que hace más frío de todo el año. Se nombra así porque se celebra estos días la festividad de tres santos que son representados por la iconografía tradicional con grandes barbas: san Pablo Ermitaño (15 de enero); San Antonio Abad (el 17), y San Maur (el 18).

​Estados sin ley; conflictos devastadores

Cada día encontramos más itinerarios sombríos, sin orden ni concierto entre sus moradores; muchos de ellos dominados por la pereza, para hacer frente a un panorama mundial verdaderamente desolador, que sufre contiendas absurdas y trances horrorosos. Por eso, creo que urge la acción ciudadana, con esa aportación ética y diligente en la actividad, la laboriosidad en las instituciones, cuya tarea ha de ser ejemplarizante siempre.

Balances de uno mismo y propósitos en alianza

Es hora de hacer recuentos de nuestros andares por la vida, para retomar el intento de hacer familia y reencontrarse en ese camino irrepetible, que es común para todos. Cuando se han destrozado los vínculos, el hogar deja de existir y se crea en la persona una carencia preocupante y dolorosa, que pesará como mil tormentos, pasándonos factura.

Momento para elevar el alma

Todo ser humano sueña con un mundo más equitativo y solidario, con unas condiciones de vida dignas y una armónica convivencia que active las relaciones entre las personas. Sin embargo, con demasiada frecuencia no sucede así. Por eso, el buen talante y la disponibilidad hacia las compasivas acciones, acrecienta el entusiasmo y nos llena de vida.

El germen de lo neurálgico

A poco que salgamos de nuestra zona de confort y extendamos la mirada por cualquier rincón del planeta, observaremos un panorama muy inquietante, con multitud de sufrimientos verdaderamente neurálgicos; en parte, debido a esa necesidad de amor que todos necesitamos, para no caer en el desánimo.

Reorientar políticas y recuperar derechos

Los humanos tenemos que reactivar el espíritu creativo, sobre todo para reorientar las políticas sobre la humanidad y así poder reavivar una ciudadanía que cuide de nuestra propia casa común, recobrando la universalidad de los derechos humanos, que es lo que verdaderamente suscita un sosiego en el arte de vivir juntos.

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