MADRID, 14 (SERVIMEDIA)
Un estudio realizado por un equipo internacional, liderada por científicos de la Universidad de Oviedo, la Universidad de Alicante y el Instituto Geológico y Minero de España (IGME, CSIC), advirtió de que los "grandes terremotos históricos" se vinculan con fallas "actualmente activas" en República Dominicana.
Así lo indicó este jueves el IGME en un comunicado en el que también señaló que la investigación ha identificado en la Playa Tortuguero (Bahía de Ocoa) un afloramiento "excepcionalmente bien conservado" de estructuras de licuefacción en sedimentos del Holoceno. Estas estructuras de licuefacción son deformaciones, conocidas como "sismitas", que se conservaron en las rocas y que "fueron provocadas por la vibración que producen terremotos de magnitud superior a siete".
Este tipo de terremotos se estima que "sucedieron en el territorio entre hace 2.000 y 1.800 años"; con una recurrencia aproximada de 200 años. Desde el IGME señalaron que el hallazgo refuerza "la importancia de incorporar datos geológicos en la evaluación del riesgo sísmico" en la isla de La Española.
Históricamente, la región sur de La Española registró al menos 12 terremotos de magnitud superior a 6,5. Desde el punto de vista geológico, sin embargo, su vinculación con fallas específicas se vio dificultada por "la falta de rupturas superficiales del terreno que evidencien su actividad sísmica".
En este estudio, se utilizaron "ortoimágenes de dron, análisis sedimentológicos y estructurales, dataciones por radiocarbono y modelización probabilística de amenaza sísmica" (PSHA) para identificar con precisión las estructuras de licuefacción e "identificar sus causas". Los trabajos de campo se realizaron en Playa Tortuguero, donde se observaron "los depósitos recientes con sismitas", caracterizadas por "el desarrollo de estructuras en domos y cubetas de hasta 3 metros de diámetro", subsidencias o hundimientos de hasta 20 cm y expansión lateral del terreno. Las características observadas en las rocas son "compatibles con los efectos de paleo-terremotos de intensidad VIII–X en la escala ESI" (Escala de Intensidad Sísmica).
Los resultados apuntan a que las fallas de Beata y la fosa de Los Muertos, responsables del terremoto de Azua de 1751 (Mw 7.5, magnitud momento), podrían "generar nuevos eventos destructivos". El área de "mayor amenaza sísmica" incluye las provincias de Azua, Baní y Barahona, con una población de más de 650.000 personas.
El investigador del IGME, Javier Escuder Viruete, señaló que este estudio proporciona "una base científica sólida para actualizar los mapas de riesgo sísmico y planificar estrategias de ordenación territorial y protección civil en la región".
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