MADRID, 08 (SERVIMEDIA)
El presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, alertó este viernes de que la controversia generada en Jumilla (Murcia) por la regulación del uso de las instalaciones deportivas municipales "está alimentando un clima de intolerancia" y reclamó "sensatez, prudencia y tolerancia" para evitar que la situación derive en enfrentamientos sociales.
En declaraciones a Servimedia, Ibarra explicó que el origen de la polémica se encuentra en una moción presentada por Vox que, en su opinión, "tenía un planteamiento claramente discriminatorio por motivos islamófobos". Sin embargo, puntualizó que esa propuesta no salió adelante, sino que fue sustituida por una modificación del reglamento aprobada a instancias del Partido Popular y que contó con la abstención de Vox.
Según Ibarra, la nueva normativa establece que las instalaciones deportivas del municipio se utilicen exclusivamente para actividades deportivas organizadas por el propio Ayuntamiento, lo que "no supone en sí mismo una discriminación" y responde a un planteamiento "de base laico". "A priori, no es discriminatoria ni islamófoba, y no vulnera la Constitución". El problema vendría si, llegado el momento, se negara un espacio público a un colectivo religioso sin ofrecer una alternativa, porque entonces "sí estaríamos ante una discriminación indirecta", explicó.
Para el presidente del Movimiento contra la Intolerancia, "se está produciendo una confusión alentada por declaraciones y titulares que polarizan a la población". En ese sentido, pidió "no estigmatizar ni al Ayuntamiento ni al Islam", porque "quien lo hace está alimentando la confrontación y reforzando las posiciones extremistas".
Ibarra recordó que el racismo y la xenofobia son diferentes de la intolerancia religiosa, aunque todos estos comportamientos "están prohibidos por la Constitución y sancionados por el Código Penal". En este caso, "no estamos ante un acto de racismo, sino ante un debate que se enmarca en la libertad religiosa y en los límites de la utilización de espacios públicos", recalcó.
El activista denunció que en España "no existe ninguna política de prevención de la intolerancia religiosa" y que esta carencia afecta tanto al islam como a otras confesiones, como el cristianismo, el judaísmo y religiones minoritarias. "Tolerancia no es permisividad. Tolerancia es respetar, aceptar y apreciar la diversidad humana", subrayó.
Por ello, reclamó un plan integral contra la intolerancia que incluya la educación en derechos humanos, la formación en libertad religiosa y campañas de sensibilización. Dicho plan, dijo, debería implicar a las escuelas, los medios de comunicación y las instituciones, y también contemplar la lucha contra otras formas de discriminación como el antisemitismo, la cristianofobia y la hostilidad hacia minorías religiosas poco conocidas.
Ibarra defendió que "España tiene leyes suficientes para abordar cualquier acto discriminatorio" gracias a la Constitución, al Código Penal, a la Ley de Igualdad de Trato y No Discriminación, y a instrumentos como las Fiscalías de Delitos de Odio y la Oficina de Delitos de Odio del Ministerio del Interior. "La clave está en aplicar la ley desde el primer indicio. Si se actúa de forma preventiva y se sanciona cuando corresponde, se frena la intolerancia", aseguró.
Finalmente, alertó también del efecto amplificador de las redes sociales, que considera un factor de riesgo para la convivencia. "Lo que antes tenía un impacto pequeño ahora es mayúsculo. Las redes disparan la polémica y cada persona que interviene dice una barbaridad mayor. Esto crea un clima que enfrenta a colectivos humanos y a individuos, y de ahí no sale nada bueno", concluyó.
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