MADRID, 07 (SERVIMEDIA)
Una colonia de cría de murciélago de Cabrera se instaló ya en las cajas-refugio para murciélagos que el Real Jardín Botánico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (RJB-CSIC) puso en 2024 en varias zonas del jardín para facilitar la eliminación de plagas de insectos dañinas para las personas, como el mosquito del Nilo.
Según explicó el RJB-CSIC, otro de los objetivos de la instalación de estas cajas-refugio es permitir el asentamiento de poblaciones de distintas especies de este animal en la zona verde del centro de Madrid.
La investigadora especialista en quirópteros y responsable del proyecto de conservación de murciélagos en el RJB-CSIC, Elena Tena, calificó de "importante" este primer asentamiento detectado, ya que unas 12 cajas-refugio se instalaron hace poco más de un año y el tiempo en el que los murciélagos acceden a este tipo de instalaciones en zonas urbanas suele ser bastante superior. Su asentamiento es una "gran noticia para la biodiversidad del jardín", señaló.
La colonia asentada es la especie murciélago de Cabrera y el hallazgo incluye un total de 20 murciélagos, nueve hembras reproductoras y 11 crías. Tena recordó que las hembras de murciélago suelen reproducirse una vez al año, con una o dos crías por parto, lo que hace "más importante la conservación de estas especies".
Asimismo, añadió que, para un seguimiento adecuado de la población, todos los ejemplares adultos y las crías desarrolladas fueron "anillados". La próxima revisión está prevista para este otoño, coincidiendo con su época de celo.
Los murciélagos son especies protegidas por ley y desempeñan un papel "crucial" en el ecosistema como controladores biológicos de plagas. Una hembra de murciélago de Cabrera, por ejemplo, puede consumir hasta dos tercios de su peso corporal en insectos, lo que representa un beneficio inmenso para el entorno.
El RJB-CSIC apuntó a la escasez de refugios, asegurando que es una de las "principales amenazas" para estos animales. Por ello, la instalación y el uso de estas cajas-refugio son una "medida de conservación vital" y ayudan a regular los insectos plaga de la zona.
Algunas especies del género Cabrera pueden ingerir hasta 3.000 insectos en una sola noche. En términos de biomasa estos murciélagos pueden comer cada noche un tercio de su peso en insectos y llegar a dos tercios en épocas de máxima actividad como la crianza.
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