MADRID, 06 (SERVIMEDIA)
Agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil en una operación conjunta desarticularon una organización criminal dedicada, presuntamente, a la trata de seres humanos para su explotación sexual en pisos prostíbulos ubicados en Gandía (Valencia), y han detenido a siete personas, además de identificar a un total de 38 mujeres explotadas.
Según informó el Ministerio del Interior, la investigación se inició en 2024 a raíz de la desarticulación de una red criminal dedicada a la explotación sexual en Málaga, la cual intercambiaba dichas víctimas con otras organizaciones de similar finalidad, siendo una de estas localizada en Gandía (Valencia).
De manera paralela se obtuvo la declaración de una mujer que manifestó ser víctima de esta última red criminal en Gandía.
La organización criminal estaba compuesta por personas de origen búlgaro y colombiano, y se dedicaba a la captación y tráfico ilegal de mujeres, principalmente colombianas muy jóvenes, con edades comprendidas entre los 18 y los 25 años, para explotarlas sexualmente en un piso prostíbulo en Gandía.
Las mujeres, en situación de vulnerabilidad y en condiciones de precariedad económica, eran captadas en su país de origen por parte de colaboradores de la red criminal, mediante falsas promesas de ganar mucho dinero ejerciendo la prostitución en unas condiciones que diferían mucho de la realidad.
Una vez que las víctimas aceptaban la oferta, el grupo criminal compraba los billetes de avión para viajar desde Colombia hasta España, así como el resto de los gastos necesarios para el cruce de frontera.
ACCESO COMO TURISTAS
Antes de viajar a España, eran aleccionadas sobre cómo simular su entrada como turistas sin ser detectadas en los controles fronterizos del aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas. A su llegada a España, las víctimas eran recibidas por miembros de la organización, y eran trasladadas hasta el piso prostíbulo de Gandía donde comenzarían a ejercer la prostitución hasta saldar las deudas contraídas.
En los casos en los que las víctimas ejercían la prostitución sin la imposición de una deuda, la organización les imponía un reparto de beneficios del 50%.
Las víctimas eran obligadas a trabajar ejerciendo la prostitución las 24 horas del día, los siete días de la semana, sin descansos, sin la posibilidad de negarse a atender a los clientes o a la práctica de ciertos servicios sexuales.
Además, no podían abandonar la vivienda sin la compañía de miembros de la organización, debiendo regresar al piso de inmediato en caso de que apareciese un cliente.
El entramado les obligaba a fotografiarse para publicar anuncios en internet, y si acudía un cliente al piso prostíbulo, debían presentarse en ropa interior para que éste pudiera elegir con cuál de ellas mantener relaciones sexuales.
La organización no solo controlaba los servicios prestados por las mujeres y la recaudación de los beneficios obtenidos, sino también cualquier desplazamiento que ellas realizaran fuera del piso prostíbulo.
DROGAS Y BLANQUEO
Asimismo, las víctimas eran obligadas a consumir sustancias estupefacientes (como cocaína o tusi) cuando los clientes así lo requerían, incluso si muchas de ellas no lo habían consumido anteriormente.
Los investigadores constataron que el entramado también se dedicaba al blanqueo de capitales y realizaba transacciones financieras de dudosa procedencia, haciendo uso de monederos virtuales, derivando los fondos obtenidos de su actividad ilícita hacia otros países, como Bulgaria, donde eran empleados para adquirir bienes muebles e inmuebles.
Además, varios miembros de la organización figuraban de alta como trabajadores autónomos en distintas actividades laborales, en apariencia legales, como talleres mecánicos, cuyo propósito era también el blanqueo de capitales procedentes de la prostitución.
La operación policial concluyó con la detención de siete personas y la liberación de seis víctimas en la localidad de Gandía (Valencia). Asimismo, se realizaron siete entrada y registros, que derivaron en la clausura de un piso prostíbulo. Durante los registros se incautaron más de 15.870 euros en efectivo, 11 vehículos, 14 teléfonos móviles y diversas sustancias estupefacientes, además de 250 dosis de potenciadores sexuales y otras sustancias.
Además, se han bloqueado 10 cuentas bancarias utilizadas por la organización criminal para canalizar los beneficios obtenidos de sus actividades ilícitas.
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