MADRID, 04 (SERVIMEDIA)
Agentes de la Policía Nacional, con la colaboración de Europol, han desarticulado una organización criminal que, presuntamente, se dedicaba a facilitar la entrada de migrantes de manera irregular, mayoritariamente yemenís, en Reino Unido y Canadá utilizando para ello pasaportes falsos.
Durante la operación se han llevado a cabo tres registros simultáneos en Madrid y en las localidades cántabras de Santoña y Torrelavega, en los que se han intervenido 10 teléfonos móviles, un pasaporte falsificado y documentación relacionada con la reserva de viajes.
El entramado ha favorecido más de 40 episodios migratorios, llegando a obtener un beneficio de 3.000 euros por cada migrante, según informó la Policía Nacional en un comunicado.
La investigación ha permitido detener a 11 personas en Gijón (6), Cantabria (4) y Madrid (1) entre las que se encuentra el líder de la organización criminal.
Las pesquisas iniciales se realizaron en el mes de septiembre de 2024 cuando se tuvo conocimiento, a través de la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA), de la existencia de múltiples casos de ciudadanos yemenís, que trataban de alcanzar suelo canadiense desde aeropuertos españoles, haciendo uso de pasaportes falsos.
'MODUS OPERANDI'
La investigación se fue ampliando fruto de las gestiones de cooperación policial internacional que se llevaron a cabo con Suiza, Finlandia, Austria, Alemania, Irlanda y Reino Unido. "Durante las múltiples gestiones de investigación y el análisis de reservas de vuelos, envíos de dinero, pagos con tarjetas de crédito, cámaras de seguridad de diferentes aeropuertos europeos y de solicitudes electrónicas de viaje, se pudo determinar la existencia de una organización criminal que operaba en distintas provincias", informó este lunes Policía Nacional.
Los agentes pudieron detectar que ofrecían pasaportes falsificados y gestiones fraudulentas para que pudieran acceder irregularmente a países como Reino Unido o Canadá, llegando a cobrar hasta 3.000 euros por cada trámite.
Según las investigaciones de la Policía, los ciudadanos extranjeros a los que ofrecían los servicios ilícitos, debían de viajar hasta algún aeropuerto europeo, tras la obtención de tarjetas de refugiados en Grecia y, una vez que se encontraban en tránsito en la zona internacional del aeropuerto, un miembro de la organización les hacía entrega de una tarjeta de embarque, siendo este el verdadero titular del billete y el cual efectuaba la reserva del vuelo para el migrante. Finalmente les entregaban un pasaporte falso que presentaban al realizar el embarque.
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