MADRID, 29 (SERVIMEDIA)
El periodista Ernest Riveras narra en el libro 'La historia oculta de los Juegos Olímpicos', de la editorial Almuzara, historias poco conocidas de la máxima competición deportiva del mundo.
Riveras trabaja desde 1986 como periodista deportivo y ha cubierto 'in situ' seis Juegos Olímpicos (desde Barcelona 1992 hasta Londres 2012), y fue uno de los presentadores de continuidad de La 1 para los de París 2024.
Más allá de las victorias y el espectáculo, el libro revela lo que París 2024 no mostró en televisión: abusos, exclusión y desigualdades aún presentes en el mayor evento deportivo del mundo.
"Los depredadores terminan colándose por las rendijas de las redes" escribe el autor, que dedica el libro a deportistas como la ugandesa Rebecca Cheptegei, maratoniana en París que fue asesinada por su propia pareja al volver a casa.
Además, Riveras recupera los nombres y las trayectorias de quienes formaron el equipo olímpico de refugiados en los Juegos del año pasado, donde la boxeadora camerunesa Cindy Ngamba, refugiada en Gran Bretaña, obtuvo la primera medalla en la historia del equipo, concretamente un bronce. "Seguramente será la primera de muchas en Los Ángeles'28", apunta el autor.
El libro también denuncia las consecuencias de la norma del Comité Olímpico Internacional (COI) que prohíbe gestos políticos en competición. La afgana Manizha Talash fue descalificada por competir con una capa en la que podía leerse 'Free Afghan Woman' ('Mujeres afganas libres') en París 2024.
"Los Juegos reflejan lo bueno y lo malo de nuestra sociedad", apunta Riveras, quien subraya que la escasa presencia del colectivo Lgtbiq+ en los podios, el sexismo institucionalizado o la impunidad ante casos de abuso muestran un escenario desigual, más allá de las cifras de participación.
Además, el libro indica que desde Berlín 1936 hasta Moscú 1980 y Los Ángeles 1984, los Juegos Olímpicos han sido escenario de conflictos ideológicos, propagandísticos y diplomáticos.
Por ejemplo, Hitler utilizó los de Berlín como escaparate del nazismo, mientras que el boicot occidental a la URSS en Moscú y la respuesta soviética en Los Ángeles marcaron un punto álgido de la Guerra Fría. "La política ha estado siempre muy presente en los Juegos Olímpicos", sentencia Riveras.
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