MADRID, 11 (SERVIMEDIA)
El 82% de los menores de edad no puede jugar un mínimo de una hora diaria en espacios abiertos en España debido a la falta de espacios habilitados para el juego y que además sean lugares con naturaleza, saludables, seguros y sin contaminación.
Así lo puso de manifiesto este miércoles la Plataforma de Infancia con motivo del lanzamiento de la campaña 'Jugar a nuestro aire', coincidiendo con el día en el que se conmemora el Día Internacional del Juego de Naciones Unidas.
Esta iniciativa esta protagonizada por chavales que, a través del telefonillo, explican con entusiasmo a sus amigos cómo se ha transformado el mundo, de qué manera "la naturaleza ha tomado las calles, las calzadas se han reducido, la contaminación ha desaparecido, los espacios verdes han aumentado y ahora hay sitio para bajar a jugar a su aire".
Esta campaña surge como forma de denunciar que el 82% de los menores de edad no puede jugar un mínimo de una hora diaria en espacios abiertos en España debido a la falta de espacios habilitados para el juego y que además sean lugares con naturaleza, saludables, seguros y sin contaminación.
Ante esta situación, el director de la Plataforma de Infancia, Ricardo Ibarra, consideró "necesario poner en marcha políticas que garanticen el derecho al juego, al medio ambiente y a la salud de las niñas, niños y adolescentes".
Esta entidad expuso que "existe un amplio consenso científico sobre los beneficios y la importancia del derecho al juego, al ocio y al tiempo libre, reconocido en el artículo 31 de la Convención sobre los Derechos del Niño, para el desarrollo de las niñas, niños y adolescentes".
A lo anterior se añade, según Ricardo Ibarra, que "el juego desarrolla la creatividad, la imaginación y la confianza en uno mismo, así como aptitudes físicas, sociales, cognitivas y emocionales".
A pesar de ello, advirtió de que "las calles no están diseñadas para que las niñas, niños y adolescentes puedan jugar", como lo acredita que "en las ciudades, el 70% del espacio urbano está destinado al tráfico de coches, a los peatones sólo nos queda el 30%".
En lo concerniente a la contaminación, el 46% de los centros educativos de infantil y primaria superan los límites permitidos en Madrid y Barcelona, una situación que "está provocada por el tráfico que rodea a los centros educativos y tiene graves consecuencias para la salud de la infancia y la adolescencia".
La Plataforma de Infancia puso de manifiesto que la contaminación del aire aumenta la aparición de enfermedades, como asma, dolencias cardiovasculares o infecciones respiratorias; mientras que el aumento de las temperaturas tiene un mayor impacto en los menores de edad, que "no tienen una capacidad natural para adaptarse al aumento de temperaturas extremas o al aumento de emisiones de gases de efecto invernadero".
Añadió que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) señala que "España es especialmente vulnerable al cambio climático", puesto que el país "está expuesto a un proceso de desertificación y a eventos meteorológicos extremos".
Por todo ello, Ricardo Ibarra comentó que "necesitamos transformar las calles, reducir las calzadas de hormigón y aumentar los espacios verdes para que las niñas, niños y adolescentes puedan jugar a su aire cumpliendo con lo establecido en la Observación General 26 de Naciones Unidas sobre los derechos de la infancia y el medio ambiente, con especial atención al cambio climático".
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