MADRID, 10 (SERVIMEDIA)
El Congreso de los Diputados ha ampliado por cuarta vez el plazo de enmiendas del proyecto de ley de reducción de jornada laboral, lo que retrasa nuevamente el momento de la votación del texto y da más tiempo a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y al resto del Gobierno, para tratar de buscar apoyos parlamentarios suficientes, de los que ahora adolece ante la negativa expresa de Vox, PP y Junts.
El texto fue registrado en el Congreso en mayo y el plazo de enmiendas concluía el 26 de mayo, pero después se alargó hasta el 28 de ese mes, para posteriormente extenderlo a los días 4 y 11 de junio. Con esta nueva prórroga, ahora el plazo llega al 18 de junio.
Esto es fundamental, dado que es con el plazo de enmiendas abierto como el Gobierno y las fuerzas del Ejecutivo (PSOE y Sumar) pueden aceptar cambios propuestos por los distintos partidos, lo que constituye la esperanza de Yolanda Díaz para sacar el texto adelante.
De momento, Junts sigue en el 'no' y no ha retirado su amenaza de presentar una enmienda a la totalidad del texto que, de prosperar, impediría incluso que se tramitara en el Congreso y sería devuelto al Gobierno.
La pasada semana, en una entrevista en laSexta recogida por Servimedia, Díaz no quiso pronunciarse sobre si Junts cambiará de opinión sobre la reducción de jornada, alegando que ella lleva a cabo las negociaciones con "sigilo" y "discreción", igual que con el resto de negociaciones políticas, pero defendió que hay "margen" para el diálogo y para que todos los partidos puedan apoyar el texto de la reducción de jornada.
En cualquier caso, dirigió sus críticas hacia el PP, reprochándole que se oponga a un texto que es positivo para la ciudadanía y avisándole de que tendrá que "rectificar" su posición, como ya sucedió con la reforma laboral de 2021 pactada con sindicatos y patronal y con la subida de pensiones, cuando tumbó el primer decreto 'ómnibus' junto a Vox y Junts.
En todo caso, la líder de Sumar en el Gobierno de coalición se plantea aprobar, como pieza separada y vía real decreto, el refuerzo del control horario si el texto de la reducción de la jornada laboral se demora en su tramitación parlamentaria por falta de apoyos políticos. Esa es una de las tres patas del proyecto de ley sobre reducción de jornada, junto al recorte de 40 a 37,5 horas semanales y la regulación del derecho a la desconexión digital de los trabajadores.
El objetivo del registro de jornada es que sea digital, no manipulable e interoperable por parte de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social (ITSS) en tiempo real. Díaz explicó que se necesitan estos cambios, y no solo por su criterio, sino porque así lo mandata el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).
Además, deploró el fraude fiscal que supone el hecho de que se realicen en España unas 2,5 millones de horas extra sin remunerar cada semana y denunció que el registro horario actual "no funciona" pues, en ocasiones, se hace al empleado firmar "en blanco". Por ello, sentenció que "la clave no solo es la reducción de la jornada laboral, sino que se cumpla".
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