MADRID, 10 (SERVIMEDIA)
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, presentó este martes el proyecto para ampliar y modernizar el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat, una actuación que requerirá una inversión de 3.200 millones de euros en unas obras que se iniciarán en 2030 y deberían concluir en 2033.
Así lo destacó Illa en una comparecencia tras el acuerdo entre el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible y el Ejecutivo catalán para llevar a cabo esta ampliación con el visto bueno de Aena. El proyecto original, que planteaba una inversión de 1.700 millones de euros, se vio truncado por las discrepancias con en el anterior ejecutivo catalán, el liderado por ERC.
Illa aseguró que el acuerdo es "equilibrado y por el bien de Barcelona, Cataluña y España" y añadió que es "una propuesta sólida y definitiva" para convertir a Barcelona en "un hub para vuelos intercontinentales" permitiendo la preservación de la laguna de La Ricarda.
Las acciones ya planificadas y las ahora acordadas formarán parte del proceso de consultas con las aerolíneas para arrancar en el próximo periodo de inversiones de Aena, el DORA 3 ( 2027- 2031).
Según Aena, la nueva solución supone prolongar la pista 24L- 06R ( pista mar), lo que permite alcanzar la capacidad necesaria para que el aeropuerto pueda albergar sin restricciones aeronaves que operan rutas intercontinentales, a la vez que minimiza el impacto acústico sobre las poblaciones vecinas. El incremento de capacidad del campo de vuelo implica la necesidad de construir una terminal satélite.
La propuesta técnica de ampliación del campo de vuelo consiste en un alargamiento de la longitud de la carrera de despegue en 500 metros para llegar a los 3.160 metros totales de pista.
Illa defendió que esto es compatible con disminuir la afectación sobre los espacios naturales gracias al uso parcial de las zonas que siguen a los extremos de pista.
De esta manera, la laguna de La Ricarda preservará la lámina de agua, ya que la pista termina antes del brazo principal que la conecta con el mar.
Las soluciones técnicas adoptadas, siempre de acuerdo con la normativa internacional comunitaria y estatal sobre seguridad aérea, permiten compaginar la superficie de pista necesaria y la preservación de la laguna con la reducción en 87 metros de la afectación al espacio natural de La Ricarda respecto de la propuesta inicial.
El proyecto implica también la remodelación de la Terminal 1 y de la Terminal 2, una nueva Terminal Satélite,, actuaciones en los aparcamientos de las dos terminales y un nuevo tren subterráneo para acceder a la nueva terminal.
El acuerdo incluye, además, actuaciones compensatorias destinadas a mejorar los espacios naturales del Delta del Llobregat, que se detallarán durante la tramitación del Plan Director, pero que irán destinadas, entre otras, a ganar más de 270 hectáreas de espacios naturales, lo que implica multiplicar por 10 la superficie afectada; crear un " anillo verde" en el entorno aeroportuario para compatibilizar los usos agrícolas con la protección ambiental; o crear un fondo ambiental para reforzar la protección del Delta del Llobregat.
"Es un proyecto de vanguardia", valoró Illa, quien se mostró convencido de que El Prat "será una referencia internacional a la hora de integrar infraestructuras con respeto al entorno" y de que permitirá a Cataluña "tener un aeropuerto líder del siglo XXI".
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