MADRID, 10 (SERVIMEDIA)
España sigue siendo líder en misioneros, con 9.648, de los que 5.624 en activo y 4.024 en España, colaborando con la animación misionera a la espera de nuevo destino. El 53% son mujeres y provienen de 377 instituciones eclesiales. La mayoría (65,29%) está en América, pero OMP tiene presencia los cinco continentes.
El país con más misioneros españoles es Perú (524), seguido por Venezuela (397). Entre ellos hay religiosos, consagrados y 553 sacerdotes -incluidos 75 obispos y 6 cardenales- así como 658 laicos. Así lo recoge la memoria de actividades 2024 de Obras Misionales Pontificas España (OMP), presentada este martes en Madrid.
España fue una vez más el país que más misioneros tiene en 2024, y el segundo en recaudación total, sólo superado por Estados Unidos. En España esta institución envió en 2024 (con lo recaudado en 2023 en las Jornadas del Domund, Infancia Misionera y Vocaciones Nativas y lo ahorrado en gastos de gestión) 14,4 millones de euros, un millón más que en 2023, destinados a 1.008 proyectos.
"No somos una ONG que sale al paso de las necesidades, somos la parte de la Iglesia que ayuda a que el Santo Padre cumpla su obligación misionera", afirmó el director de OMP, José María Calderón. Las aportaciones de OMP son coordinadas por la Santa Sede, y procuran que la misión evangelizadora de la Iglesia sea una realidad en el mundo.
En su intervención, Calderón subrayó el incremento en los fondos aportados, debido por una parte al aumento en la recaudación y por otra a la reducción de los gastos de gestión y administración. El director explicó que el principal objetivo no es sólo enviar dinero, sino enviar misioneros.
Según Obras Misionales, para que el número de misioneros crezca es fundamental trabajar en acciones de animación misionera aquí en España. En este sentido, la memoria de OMP muestra un incremento significativo en el número de acciones como jornadas, mesas redondas, actividades con jóvenes y visitas a colegios que llevan la experiencia de la misión a todos los entornos.
En la presentación de la memoria también participó Heliodoro Picazo que contó su experiencia de más de 40 años como misionero en Guatemala. "Si yo hubiera tenido las pruebas, las dificultades, las injusticias, los sufrimientos, las pobrezas, la realidad del pobre, la violencia - 36 años de guerra civil - yo no sé si hubiera tenido la fe, la esperanza y la alegría que la gente tiene. (...) La gente me dice '¿Qué necesidad tienes de ir allí a sufrir Helio?' ¡Si no voy a sufrir, voy a disfrutar! El lema de mi vida, el sentido de lo que haga yo o cualquier persona creyente, el destino es el mismo para todos. Es la santidad. Yo lo explico diciendo que es crecer uno mismo para servir. Y hacerlo disfrutando. Y entregar el tiempo. A mí me preguntan '¿Cómo estás Helio?' Y yo digo que estoy bien. El cuerpo está fastidiado, pero yo estoy bien. Cuando te identifiques con el cuerpo estás perdido", explicó.
"Es fundamental la oración por la misión. Pero hay que rezar bien. Muchas veces nos quedamos en la repetición, en sólo pedir y no dar. Yo en mi oración ya no le pido. Sé que Él trabaja por mí, por el mundo, por la historia y a pesar de nuestras barbaridades nos lleva hacia el bien. Mi oración es 'Señor, ¿en qué te puedo ayudar? O por lo menos, que no estorbe mucho a tu obra'", añadió.
"El seminario me formó como sacerdote. Empezaron mis padres, los curas del pueblo hicieron lo que pudieron con aquel niño patoso y un poquito revoltoso que hacía de monaguillo. El seminario me centró un poquito, y Guatemala me ha hecho más maduro, más, y mejor sacerdote", zanjó.
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