MADRID, 08 (SERVIMEDIA)
Alrededor del 60% del dióxido de carbono (CO2) que liberan las superficies de los ríos a la atmósfera es antiguo y puede tener miles de años.
Así se recoge en un estudio dirigido por científicos de la Universidad de Bristol (Reino Unido) con la colaboración de investigadores de la Universidad de Oxford y el Centro de Ecología e Hidrología del Reino Unido. Aparece publicado en la revista 'Nature'. Los autores analizaron más de 700 tramos de ríos de 26 países diferentes en todo el mundo.
Este hallazgo significa que las plantas y las capas superficiales del suelo probablemente estén eliminando alrededor de una gigatonelada más de CO2 cada año de la atmósfera para contrarrestar esto, lo que enfatiza su papel fundamental y más importante en la lucha contra el cambio climático.
"Los resultados nos tomaron por sorpresa porque resulta que los viejos depósitos de carbono se están filtrando mucho más a la atmósfera de lo que sugerían las estimaciones anteriores", según Josh Dean, profesor de la Universidad de Bristol.
Las implicaciones son potencialmente enormes para la comprensión de las emisiones globales de carbono. Las plantas y los árboles absorben CO2 de la atmósfera y pueden retener este carbono en el suelo durante miles de años.
"Nuestros hallazgos muestran que parte de este carbono antiguo, así como el carbono antiguo de las rocas, se filtra lateralmente hacia los ríos y regresa a la atmósfera. Aún desconocemos cómo los humanos están afectando este flujo de carbono antiguo, pero sí sabemos que las plantas y los árboles deben estar absorbiendo más carbono de la atmósfera hoy en día para explicar esta liberación no detectada de carbono antiguo", apunta Dean.
RADIOCARBONO
Los ríos transportan y liberan metano y CO2 como parte del ciclo global del carbono. Hasta ahora, los científicos creían que la mayor parte de esto se debía a una rápida renovación derivada del reciclaje del crecimiento reciente de las plantas: materia orgánica descompuesta y transportada al sistema fluvial en los últimos 70 años aproximadamente.
El nuevo estudio indica lo contrario, pues cerca del 60% de las emisiones se atribuyen a depósitos de carbono a largo plazo acumulados durante cientos o miles de años, o incluso más.
Los investigadores realizaron mediciones detalladas de radiocarbono del dióxido de carbono y el metano de los ríos. Al comparar los niveles de carbono-14 en las muestras fluviales con una referencia estándar para el CO2 atmosférico moderno, el equipo pudo datar el carbono del río.
"Descubrimos que aproximadamente la mitad de las emisiones son jóvenes, mientras que la otra mitad son mucho más antiguas, liberadas desde capas profundas del suelo y la erosión de las rocas que se formaron hace miles e incluso millones de años", apunta Bob Hilton, profesor de Geografía Sedimentaria en la Universidad de Oxford.
Gemma Coxon, de la Universidad de Bristol, subraya que "los ríos liberan alrededor de dos gigatoneladas de carbono al año en el mundo, en comparación con las emisiones generadas por la actividad humana, que generan entre 10 y 15 gigatoneladas de carbono".
"Estas emisiones fluviales son significativas a escala global, y estamos demostrando que más de la mitad podrían provenir de depósitos de carbono que considerábamos relativamente estables", concluye.
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