BARCELONA, 06 (SERVIMEDIA | Pablo Taboada y Nuria Val, enviados especiales)
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, defendió este viernes la decisión de plantar a sus homólogos en el País Vasco y Cataluña, Imanol Pradales y Salvador Illa, durante sus intervenciones en euskera y catalán en la Conferencia de Presidentes, afirmando que "es un disparate hablar en español en el pasillo durante el café y luego ponerse un pinganillo para tratar aquí los temas de todos los españoles".
Fuentes de su equipo desvelaron que la dirigente del PP rechazó la "maniobra del pinganillo" en la reunión a puerta cerrada con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el resto de presidentes autonómicos porque "se instrumentaliza y se utiliza la riqueza de las lenguas regionales para hacernos sentir extranjeros en nuestra propia casa".
Ayuso quiso "dejar claro" que España no es un país "plurinacional", sino "una gran nación de siglos" con una lengua común como el castellano que comparten 600 millones de personas.
Afirmó que respeta y ve "bien" que todos los presidentes autonómicos "den su bienvenida, hablen un poco y cierren en sus lenguas cooficiales", como hizo el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda.
Y aseveró que "esta maniobra del pinganillo", en su opinión, "humilla a las propias lenguas regionales porque las reduce" a "instrumentos separatistas".
"Considero que el catalán y que su literatura, por ejemplo, no se merecen esto", dijo Ayuso. "Pienso que el catalán siempre ha gozado de las mejores formas, pero el nacionalismo no, y creo que lo cortés es que si alguien viene a tu casa hagas por entenderte", añadió.
Ayuso insistió en que "Cataluña es España" y recordó a Sánchez "que el español es la lengua oficial del Estado" y, por tanto, esto es "un esperpento más propio de lo que está minando nuestra vida pública y privada en estos años".
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